Dice así la carta que Mijaíl Bulgákov escribió el veintiocho de marzo de 1930 a Iósif Stalin: “Hace diez años que comencé a desempeñar mi trabajo literario en la URSS… A medida que he ido sacando a la luz mis trabajos, la crítica en la Unión Soviética me ha ido prestando mayor atención; con todo, ninguna de mis obras, ya se trate de textos en prosa ya de obras de teatro, ha recibido jamás en ninguna parte juicio aprobatorio alguno; por el contrario, cuanta mayor notoriedad adquiría mi nombre en la URSS y en el extranjero, más virulentas se hacían las críticas de la prensa, hasta adquirir finalmente el carácter de injurias desenfrenadas… Mis fuerzas se han agotado… Llevado hasta la depresión nerviosa, me dirijo a usted y le pido que interceda ante el Gobierno de la URSS PARA QUE ME EXPULSE DE LA URSS JUNTO CON MI ESPOSA…”. La última frase Bulgákov la escribió con letras mayúsculas. La reacción del temible mandatario de la Unión Soviética a la carta de Mijáil Bulgákov fue sorprendente…Fin de la cita.
Parece que los máximos ‘dirigentes’ de la revolución bolivariana, quieren instalarse en el poder, indefinidamente, por eso el control de los medios masivos de comunicación, prensa, radio y televisión. Hay noticias y opiniones que el gobierno considera peligrosas ideológicamente, este es el siniestro germen de la férrea censura que vendrá después, y que empieza a manifestarse hoy.
Se quieren imponer los criterios oficialistas, donde jamás se produzcan discrepancias, solo la “sospechosa y cooperante unanimidad” ya que asegura todos los acuerdos tomados desde arriba. Siempre se ignora, las criticas pro positivas sobre: Las colas, sistema cambiario, escasez, especulación, inflación, violencia criminal etc. Todo el que haga este tipo de críticas es considerado como “mercenario al servicio del imperio”.
Todo esto sucede en un nuevo contexto, donde las tecnologías, ya son incontrolables por la censura gubernamental, que aún persisten en controlar los medios de comunicación. Es por ello que resulta sumamente triste y pasado de moda en pleno siglo XXI, hablar de socialismo en un país como Venezuela, donde se amenaza con limitar el acceso a Internet, para ser restringido y controlado por el gobierno. Todo esto si llegase a concretarse pondría a la inmensa mayoría de la población, en desconocer la realidad en que vivimos.
Me opongo al control estalinista sobre el monopolio totalitario de los medios de comunicación, que solo seria para ciegos de mente, implementando una postura indigna para cercenar las opiniones libres, a la crítica constructiva de la libertad de expresión, quitando el derecho legítimo de poner a buen resguardo la ética de la equidad de equilibrios en la sociedad venezolana. No se puede implantar un monopolio mezquino y agobiante, a la filosofía plural bolivariana de la patria, a su constitución plural, a las libertades sociales, cívicas, con el derecho al disenso y al consenso en la conformación de la diversidad de partidos políticos legítimos dentro de la filosofía del artículo dos de la CRBV.
Las grandes verdades que están generando las colas exorbitantes que están llevado a la patria a las miserias filosóficas del socialismo real del siglo XX, en los social, y económico, que derrumbo la URSS, y la Europa estalinista del Este, no podemos derivar hacia la oscuridad, el odio, la delación entre venezolanos, la separación de las familias, la persecución, la encarcelación. Estas son las consideraciones que antes la suprema ley de la justicia, expongo y revelo, a los que lo que le molesta que en Venezuela exista la libertad y la paz, por esto fui vetado en dos diarios regionales del Estado Anzoátegui.