Es una entidad letal y peligrosa, devora todas las formas de vida. Cualquier signo de respiración, tan solo un hálito de pulsación es analizado para luego deglutir esa forma de vida sin compasión. Esa es la matriz, el Sistema Capitalista. Es una matriz, porque tiene su estructura propia formada por una gigantesca red de seres vivos en diferentes países que creen que son libres, creen que tienen soberanía e independencia. Ella le impone sus dioses, dinero, tecnología, formas de vida capitalista. Pero debemos reconocer que tiene una tremenda cualidad: es paciente, espera el momento oportuno. Observa y analiza la sociedad, sus relaciones internas, se detiene en el ser primordial: el hombre. Produce crisis en los países donde llega con sus tentáculos. Utiliza el antiguo esquema que siempre ha dado resultados: Divide y vencerás. Eso es lo que hace perfectamente: Dividir.
La matriz divide las conciencias, crea falsas expectativas. Una pseudo vida artificial es creada con la idea de controlar a sus victimas haciéndoles ver que viven una existencia real, le inocula una apariencia de realidad que es falsa, todo es un eterno juego de crear y vender sus productos de exportación. Y estos artículos mágicos de alta tecnología nos invaden con el consentimiento de los gobiernos de turno en toda Latinoamérica, toda esa basura es fácilmente deglutida por nuestros países, ávidos de tecnologías sin ningún tipo de conciencia, porque la Matriz se alimenta de sus vidas y de sus conciencias. Ahora está observando un país en particular: Venezuela, tierra sagrada. Sobre todo, ha visto su petróleo. Ya ha compilado la estrategia para destruirla, demolerla con toda la complicidad interna tanto de civiles como militares.
La matriz tiene sus métodos de presión, es una máquina despiadada que carcome cerebros, los absorbe, los hace sentir libres, pero les inocula su propia energía capitalista, su veneno, su forma de ser egoísta, una vez que están viviendo en esa red de consumo, es demasiado tarde escapar, porque a los seres despiertos, los buscan para eliminarlos de la red, cualquier ser pensante es un ser peligroso para los planes de la Matriz. Los únicos que saben que todo es un sueño del gigante son los seres despiertos.
Por eso Ali Primera en sus canciones decía que había que ser como un chivo montaraz, inquieto. En Canción mansa para un pueblo bravo dice:
Sote
se abren los brazos del gran durmiente
que al chivo manso siempre lo arrean
y eso no pasa si es montaraz
Alí con su conocimiento obtenido en tantos años de lucha, compara al pueblo Venezolano con el gran durmiente, ese gigante que tiene el verdadero poder, pero permanece en un sueño largo y profundo, un aletargamiento producido por la droga de la inconciencia social y política, la manipulación de los centros de poder mundial durante años, utilizando todos los medios posibles a su alcance, televisión, prensa, radio, y ahora Internet. Es la matriz la que inyecta su droga en forma permanente para ir aletargando los estados mentales del gigante.
Los seres rebeldes, los chivos montaraces esos son los que molestan a la matriz, seres inquietos, no globales. De ahí la necesidad que tiene de crear un ser global, fácilmente manipulable, necesita urgentemente dictarnos sus leyes económicas y que se las aceptemos dócilmente. Por supuesto necesita para eso dictarnos una educación global, destruir nuestra cultura, para convertirnos en tontos útiles. Ese es su objetivo, idiotizarnos, cuando vemos ciertos signos de estos nuevos tiempos, donde los adolescentes sienten una idolatría por su celular, pero sin ningún tipo de diálogo con sus padres, donde conocen con detalle la vida de Superman pero no la de Francisco de Miranda, es donde nos damos cuenta, que esta batalla se está perdiendo. Cuando observamos el pobre nivel cultural de dirigentes medios de la revolución que desconocen por completo nuestra cultura y tradiciones, es donde nos damos cuenta que esta batalla se está perdiendo.
La matriz no solamente compra personas en nuestros países, les impone una estructura económica y un sistema de vida que impide que sean libres a mediano y largo plazo. Los tiene bajo control con su alta tecnología, los arropa y manipula. Ese es su poder, su capacidad de cautivar con sus aviones de combate, sus portaaviones y sus mentiras, está siempre vigente la amenaza solapada sobre el cielo de Venezuela, nuestra tierra sagrada. La matriz cautiva a los débiles, es casi una religión, destruye un país sin contemplación, no vale para nada la humanidad, el llanto de sus niños y madres, porque tiene una estructura cómplice, una entelequia que es la ONU, como una comparsa de esta matriz despiadada.
Alí Primera compara al pueblo con un muchacho con sangre joven y sueño viejo
A veces pienso que todo el pueblo
es un muchacho que va corriendo
tras la esperanza que se le va…
Cuantas derrotas en el camino, tantas esperanzas perdidas parece decir Ali en su canción.
Pero existe una condición en la lucha, dejar de ser pendejo, madurar como revolucionario, ya el muchacho se ha transformado en adulto. Continúa Alí diciendo en Canción mansa para un pueblo bravo
la sangre joven y el sueño viejo
pero dejando de ser pendejo
esa esperanza será verdad
Creo que ha comenzado a despertar el gigante...