Entre la risa y la nostalgia habita el payaso. Su hogar está delante del público. En busca de la emoción, de la empatía, sin grandes discursos, sin grandes muecas, aquí y ahora.
Todos los humanos somos un poco absurdos, y el payaso viene a decirnos que a menudo las emociones tienen poco que ver con la razón y la lógica. En la vida real piensas las cosas dos veces antes de hacerlas, pero el payaso no: el reacciona inmediatamente a sus emociones. Fin de la cita. Leandre Ribera (Catalunya, ES)
Francamente no se como hay periodistas que dicen proteger los intereses del pueblo, cuando Jaime Bayly en su programa https://www.youtube.com/watch?v=BxL8mUawIlE critica una bella profesión que durante siglos ha entretenido a las personas, sobre todo a los niños, el "Payaso" no el de pacotilla. ¡Que barbaridad!
No se necesita enloquecer para ser payaso, generalmente los que hacen reír es porque toman su trabajo muy en serio.
Señor Bayly disculpe usted, pero no cualquiera es payaso, ni cualquiera realiza los malabares. Para hacerlo se necesita amar su profesión y tener la habilidad, constancia y práctica… cosa que a usted, como comunicador no le puede faltar.
Además le recuerdo que hoy en Venezuela es más indigno, en estos tiempos ser político, que ser payaso; pues hasta el momento no he sabido de payasos de estar aliados con el narcotráfico, que pongan el pueblo a pasar hambre, que lo engañen o que sean corruptos, es más, los payasos no menosprecian su oficio como ciertos comunicadores lo hacen con el gremio que representan. ¿Qué es más denigrante… ser Político o Payaso?
Hasta cuándo los políticos mentirosos, hipócritas, etc. Por lo menos los payasos, no mienten ni roban. Al contrario, hay que alabar la profesión de los payasos, y repudiar totalmente la política…
Los factores de poder ante la ausencia de propuestas, la burla vuela por los aires a costa de los sufridos ciudadanos venezolanos.
Jaime Bayly y Vladimir a la 1, no pueden poner a la audiencia en asombro. Los chistes trillados van y vienen. La mofa hacia la gente en su calidad de comunicadores no puede descender al albañal de la descalificación. Cuando 5 candidatos se disputaran la presidencia de Venezuela este 20 de mayo. A falta de personajes políticos, el payaso emerge.
En el ambiente político se nota la carencia del discurso de estadista, ante la grave crisis socio económico que vive Venezuela, lo que pulula es el chiste payasérico: Cuántos se levantan temprano y no ven el desayuno… y no se bañan, bromean los comunicadores al servicio del hambre. Ante la ausencia de propuestas, la risotada no puede ser a costa de los venezolanos.
Así andan las cosas en esta campaña presidencial del 2018 por llamarla de alguna manera. Payasadas para tener contentos a los venezolanos, a punta de humor y que se olviden del hambre, de la violencia, de la falta de empleos, de la desgracia en la que ha caído Venezuela en los últimos 3 años.
¿Para qué candidatos confiables si siempre habrá un Jaime y un Vladimir en la política? ¿No es, acaso, y a final de cuentas, la política una ópera bufa? "Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí…" (Mateo 19:14) cita bíblica que puede ser aplicada, a pie juntillas, en la actual contienda presidencial.
¡Esos son periodistas, y no payasos! El oficio de ser político o payaso tienen una similitud innegable: esconder el rostro detrás del maquillaje. Mascaras y disfraces para ocultar el verdadero rostro. Por eso la máxima de la política: "Uno es el discurso de campaña. Otro, es el discurso de gobernante". Existe una diferencia abismal entre los payasos, que para ocultarse, utilizan el maquillaje. En cambio los políticos, para esconderse, recurren a la demagogia. Payasos y políticos. Políticos y payasos. A Vladimir, y a Jaime no los veo en ninguno de estos dos. Ambos son periodistas, al final del camino, hijos de la misma madre: la comunicación social.