El viejito Facho que llaman Luis Ugalde, y que se ha aprovechado siempre de su condición de Ministro de la Iglesia Católica para negociar de lo lindo con la Educación privada en nuestro País, no deja de sorprendernos con su cantaleta chillona de Celestina de pulpería ornada de oropeles en los privilegios de la Caracas celestial.
Seguro como está de la coñiza electoral que el Bravo Pueblo venezolano le ha dado a su clase enriquecida y envanecida que ha seguido al pie de la letra, sus lecciones de perversión e hipocresía desde su púlpito de la UCAB, este viejito bribón especialista en la venta de su baratija curera, le exige al Gobierno Revolucionario una suerte de Pacto Social en materia de excelencia educativa.
Con qué autoridad este estafador de profesión puede hablarnos de “excelencia educativa”. Pensamos que ya va siendo hora que digamos a todos los vientos de la República Bolivariana que la Educación Religiosa católica que tanto parece defender el inefable Padre Ugalde, no tiene nada de calidad en términos de la conciencia social integral que necesariamente tiene que involucrar a todos los ciudadanos de Venezuela. La educación preconizada por este viejito embustero, es la Educación de una casta enferma en su sectarismo, y que sólo admite las “verdades” de la santa madre iglesia. “Verdades” que por cierto son las mismas “verdades” del genocidio inquisitorial.
Este viejito farsante no admite que el gobierno revolucionario tiene que rescatar en toda su integridad el concepto y la práctica del Estado Docente para cumplir con el mandato que el Pueblo le ha dado desde de 1.998. Por supuesto el honorable Padre Ugalde se hace el loco ante una realidad que el conoce muy bien: La única Educación susceptible de ser llamada de calidad es la Educación laica orientada siempre hacia el hacer y la práctica científica. Este timador de oficio no nos dice que lo que él llama educación de calidad es el adoctrinamiento puro en los vetustos dogmas de la Fé a través de la costumbre curera de decir mentiras, y medias verdades para sostener y mantener el parasitismo de una clase adinerada que pretende seguir viviendo per secula seculorum del trabajo y de los sudores de la clase obrera.
En su declaración el venerable Padre Ugalde estaba acompañado de otro viejito marrullero y ultra fachista que llaman Leonardo Carvajal. Este es un ser despreciable, por dónde se le analice, abominable en todas sus actuaciones. Es hasta comprensible que se junte con el mimoso Ugalde, las alimañas se buscan para rascarse. Leonardo Carvajal es uno de esos seres humanos que por su torva conducta se ve imposibilitado para decir una verdad real en su vida de falsedades. Ha vivido toda su vida de la educación superior donde ha hecho todos los males que ha podido hacer, y es uno de los mentores principales del desmantelamiento de la Educación pública en la que tanto había trabajado el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, para granjearse para sí y para sus amigotes el inadmisible negocio de la Educación Privada. ¿Qué tal?
¿Y son este par de viejitos tramposos los que nos van a hablar de excelencia educativa?
No fuegue.