El perdón del Padre Palmar i la ausencia de Nolia, dos preocupaciones

Para quienes la aparición del presidente Chávez en la historia política de Venezuela, es un hito trascendente, entre un pasado de oprobio i un presente que marcha por la voluntad colectiva de un bravo pueblo que, por primera vez, ha visto un camino, ha forjado una esperanza i ha sabido alumbrarse de libertad, justicia i amor esa senda, realizando lo que solamente pudo soñar nuestro gran Libertador Simón Bolívar. Así empezamos a transitar después de dos siglos de penumbras i oscuridades, por la ruta que señalaron los dos Simones. Como nuestro Libertador, el presidente ha sabido conceder muchos perdones, especialmente después que sus coterráneos de la oligarquía, obnubilada por el poder del dinero, quiso destruir todo un bello comienzo en alborada que empezó a transitar su tiempo, como dijo un político bueno porque fue poeta insigne, para transitar por el azul del mar, hai que hacerlo mirando hacia el azul del cielo. I cuando regresó luego de un infame golpe de estado que amenazó su vida, lo hizo perdonando con un crucifijo en la mano. Empero, oyó al oído las palabras del Simón genial: a todos los perdones, siguen más traiciones i conspiraciones. La política desvirtuada, la que no viene del conocimiento, estudio i experiencias leales i justas, es poliquitería de albañal.

Al destino, la providencia o dios, le debe haber costado mucho organizar esas cadenas genéticas del ADN, para depurar a los hombres. Muchos vienen a la vida conformados para el mal, la traición i despreciar la vida misma, especialmente en las religiones que son mafias acomodadas al negocio de los mitos. Por eso, son pocos los sacerdotes buenos que sí los hai; pero los que alcanzan poder, las altas jerarquías, pronto se olvidan de dios mismo i se abrazan al fetiche del dinero i a la barbarie del poder. Entonces dios, la bondad, la justicia, el amor al prójimo, solo son “slogan” o lemas como insiste que se diga mi amigo Tito Balza, i pinturas, esculturas, muñecas vestidas de vírgenes, himnos, cánticos i oraciones, como estandartes para engañar o negociar. Muchos debería botar los catecismos i leer la verdadera historia de la iglesia. Una historia terrible.

Sin embargo a los sacerdotes buenos; los ingenuos, los que de verdad se entregan a Dios i creen en los misterios de la fe que, es creer en lo racionalmente imposible, yo los respeto i a veces he visto como van cambiando con los rangos o categorías en ascenso vertical, no por talento ni por virtudes, sino por escogencia a dedo desde El Imperio Vaticano. Este preámbulo, duro como siempre que expreso lo que pienso, no me impide tratarlos como seres humanos i amigos, a los buenos sacerdotes. Cada quien es libre de creer i escoger. Tengo uno especial como amigo: Vidal Atencio, inteligente i revolucionario. Digo esto porque yo conozco hace bastantes años a algunos sacerdotes que admiré (a los fallecidos, como el Padre Olegario Villalobos o al Padre Ocando Yamarte, quien creo lo ha superado en obras sociales i vive luchando) i admiro a los que siguen por los caminos de la vida. El Padre Palmar, así simplemente como le llamamos, antes gordo i “mampleto” como él se describe o califica, es un hombre bueno, sincero, entregado a su misión, trabajador incansable, luchador por su pueblo i un revolucionario comprometido con el proceso. Me entrevistó unas dos veces cuando era quien escribe, candidato a la Asamblea Constituyente, estuve en su casa, conocí a sus familiares, a su buena mesa i sus chinchorros, i siempre lo he distinguido i respetado. Ha llevado, como dije de mí en otra ocasión, plomo graneado por muchos lados o costados i los afronta callado i con valentía, i como ha dicho en una carta a uno de los que con razón le rechazaron su pedido de perdón a RCTVAS –que yo también rechazo con todo vigor- es porque su condición de sacerdote está presto a perdonar pecados, aunque sin saber que esta “noción de pecado” como decía Bertrand Russel, es la peor mácula o veneno que haya inventado la iglesia, para vender indulgencias a los ricos que son los que cometen los mayores crímenes contra la humanidad. Por cierto que en su escrito se da el calificativo de “mampleto” que no aparece en el diccionario de la lengua (DRAE), ni en el de venezolanismos ni el de regionalismos, etc., i consulté a mi amigo, el excelente poeta i escritor Manuel Martínez Acuña, de estos desconocidos talentos de provincia, i me dijo que ese es un término altagraciano, o de los Puertos de Altagracia, algo así como descachalandrado, medio cambeto o cambuleto, lo que indica con gracia el humor que también tiene, mi a migo, el Padre Palmar. Particularmente le iba a decir que pusiera en los platillos de una balanza de justicia i dignidad, esas cosas que recuerda de Radio Caracas en sus comienzos, entre lo que recuerda a Renny Ottolina, otros artistas i la llegada del hombre a la Luna retransmitida por ese canal. Sin embargo olvidó que precisamente a Ottolina lo mató la oligarquía, cuando supuso que podría conquistar mucho pueblo (votos)como candidato presidencial; que el pobre Kilo Mendive lo echaron a la basura como un juguete viejo, que a muchos los han estafado etc. I por otro lado, en el otro platillo, la vulgaridad, las aberraciones, la explotación del sexo i la violencia, las opiniones desestabilizadores antes i ahora, en los “últimos días de Pompeya”, más agresivas e insultantes que nunca, cuando una sabandija paranoica i sucia de boca, llama al presidente HAMPÓN en el exterior; la desinformación durante el golpe de estado, los paros, el saboteo petrolero, las pérdidas multimillonarias a la nación, los atentados, i mil etcéteras más, que ponen este platillo en el suelo i se hunde todavía en el piso de estulticia i de vergüenza. No padre, no hai perdón posible. Esa concesión no solamente la exige el pueblo, sino que hasta el alegato de tener 53 años de antigüedad, es apenas medio siglo largo regando veneno mediático, mientras ellos en 40 años de puntofijismo destruyeron infinidad de patrimonios, entre ellos el Banco de Maracaibo, el más antiguo del país, que tenía más de CIEN años. Usted le ha debido decir a ese hombrecito parado detrás de un bigote, que se lo afeite i deje de teñirse el cabello para que vea lo insignificante que es, pues sólo tiene un pregón: este país se esta cayendo a pedazos, una “verdad” mui parecida a aquella de no haber estado en Miraflores como sonriente golpista. Por eso a mis lectores les pido no agredir más al Padre Palmar Morales; ha reconocido que fue tal vez una debilidad de sacerdote bueno i sensible como es, lo contrario de uno que era así, Roberto Lückert, que reconfortó espiritualmente los últimos días de mi madre, que fuimos juntos a foros universitarios sobre el aborto i hasta estuvo de acuerdo conmigo; pero a medida que fue ascendiendo en jerarquía, cambió de sacerdote, a político chabacano, agresor, insultante i cómplice de las estupideces de la alta jerarquía eclesiástica. Ahora exhibe odios que hubiesen alarmado a ni madre i a los marabinos.

En cuanto a mi amigo Alberto Nolia, i digo mi amigo porque sin conocerlo, entró dentro de un círculo mui especial de hombres de talento que defienden con razones válidas el proceso revolucionario bolivariano i que he aprendido a querer i admirar su don de periodista de recia personalidad i conocimientos. Me aficioné a escucharlo con la verdad i valentía de sus palabras; su estupenda compañera Tania Díaz excelente también) i él en Dando y Dando, se convirtió en un programa de peso, i como aquí no conseguía la publicación de Los Papeles de Mandinga, también no me perdía sus Papeles por Internet i APORREA. Me mostró completicos a muchos bacalaos. De pronto he notado esa ausencia i por varios escritos, me entero de su retiro que no debe haber sido espontáneo, sino por presiones indebidas. He dicho que todos los programas de opinión de VTV me parecen excelentes; sin embargo como lo escribí, creo que LA HOJILLA destaca i cuales son sus virtudes de humor, verdad, ética i justicia en defensa de la revolución socialista; sin embargo, Alberto Nolia es un caballero del periodismo, pero con una estatura profesional i ética que debemos admirar i echar de menos. Ojalá todo pase i volvamos a tener dando i dando con los papeles de mandinga, hasta consolidar el proceso i la felicidad de este bravo pueblo.

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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