Ante tanta hipocresía manifestada es difícil no pronunciarse.
AAA
Cisneros está que “baila en una pata” con la no renovación de la
concesión a RCTV. Los mensajes transmitidos desde su planta televisiva
intentan mostrar imparcialidad, pero él no es imparcial, ni quiere serlo.
Él es enemigo de este gobierno y como las hienas espera en la oscuridad
una oportunidad para darle un zarpazo, pero está consciente de que este
no es el mejor momento; mientras tanto, disfruta viendo a su eterno
competidor salir del negocio.
Si no tuvo ningún escrúpulo ni remordimiento de conciencia a la hora de
“echarle un vainón” a los dueños de la Pepsicola que fueron por décadas
sus socios y “altos panas”, imagínense cuan feliz debe sentirse hoy al
saber que su eterno y principal competidor está fuera del negocio.
Cisneros sabe que la salida de RCTV incrementará sus ingresos por
publicidad significativamente. Lo demás es pura hipocresía
A Ravel y a su gente de Globovisión, le importa un comino la suerte de
Marcel y su empresa. Su preocupación es que RCTV comience a transmitir
por cable, pues tendrían que compartir los anunciantes.
La furia de Carla Angola, de Kiko, de los simpáticos de Grado 33 y
algunos otros, no es más que una huida hacia delante. La estrategia
consiste en hacer mucho ruido con la desgracia de Marcel, para evitar que
el gobierno tome una acción similar cuando se le venza la concesión.
Las lágrimas, los lazos negros y las escenas de rabietas son hipocresía a
la enésima potencia.
A Ledezma, manuelito, Oswaldo Álvarez Paz, Julio Borges y todos los
protagonistas de la derecha venezolana les tiene sin cuidado la libertad
de expresión y los derechos humanos. Investiguen que hizo cada uno de
ellos cuando aquí se imponían censores a los periódicos, cuando se
prohibía la publicación de libros, cuando se mandaban a despedir
periodistas, cuando se chantajeaba a los medios con cupos para dólares
preferenciales, cuando cerraron VTV y Catia TV, cuando asesinaron a
Alberto Lovera y a Jorge Rodríguez, cuando masacraron al pueblo en el
Caracazo. Investiguen y se darán cuenta que son unos farsantes.
Su único interés es hacerle daño a Chávez y su gobierno, porque aún
sueñan con regresar. Se aprovechan de la suerte de Marcel para intentar
sacar ventaja política y mantenerse en escena; pero su suerte, la de su
planta, la libertad de expresión y los derechos humanos les tiene sin
cuidado. Así han sido siempre… hipócritas y oportunistas.
Marcel es un hipócrita redomado al que jamás le preocupó la suerte de sus
empleados, al que no le remordió la conciencia a la hora de execrar a
Renny Otolina de la televisión venezolana; al que la cultura y la salud
mental del pueblo siempre lo han tenido sin cuidado; sin embargo no duda
en afirmar que RCTV es una gran familia, en usar la imagen de Renny para
defender sus intereses y en mostrar preocupación por el destino del
pueblo al que múltiples veces ha calificado de chusma.
Ahora, si el esposo de la dueña de RCTV es lo que es, sus amigos de la
oposición y los medios le llevan una morena.