Una conseja publicitaria de vieja data vigente aún en nuestros días reza que: “No importa que hablen mal o bien de mi, lo importante es que hablen”. Es parte del principio goebeliano de decir una mentira cien veces y convertirla en verdad. Es como el cuento del pendejo del pueblo, a quien todos se le mofaban, hacía pequeños mandados y con la propina se redondeaba, en una oportunidad y luego de escenas repetidas en el mismo bar, le proponían de nuevo que escogiera entre una moneda grande de 200 pesos y una pequeña de 3000 pesos, siempre escogía la más grande y era objeto de burlas, un señor que estaba en otra mesa para tratar de ayudarlo, le insinuó que tomará la de menor tamaño que tenía más valor, se le quedó viendo y le dijo yo no soy tan pendejo si agarró la pequeña de más valor se me acaba la diversión.
Los payasos son circunstanciales y pueden ser efectivos y útiles durante un tiempo, es el caso de los Martinez, Rodríguez, Giusti, kikos, Marianelas, entre otros; les dedicamos mucho tiempo en hacerles la contra, exponerlos, evidenciar sus contradicciones, hacer de ellos temas obligados de referencia para decir que lo que ellos dicen es pura basura y que son representantes de los dueños de los medios, tarifados para que digan y hagan lo que se les indique. Su actitud verdaderamente es denigrante y los calificamos de apátridas, fascistas, escuálidos de m……….. y todo cuanto se nos ocurra. Pasamos en verdad mucha rabia pero no los tenemos que calar aunque no queramos. Nos preguntamos, qué efecto ha tenido toda esta actitud nuestra ante estos señores, continúan igual, con el mismo veneno, son los mensajeros, los amanuenses, los que portan la mentira hasta en los dientes, les importará a ellos que los descalifiquen, indudablemente que no, mientras sigan cobrando seguirán atentando contra la patria.
Quienes adversan La Hojilla entre los partidarios del proceso, se han preguntado alguna vez, que hubiera ocurrido de distinto, si este programa, tal cual es, hubiera estado al aire en el 2001 y 2002, seguro que muchas cosas se pudieron haber evitado, inclusive el golpe mismo y el sabotaje petrolero. A los compatriotas que sintonizaban para esas fechas Radio Nacional de Venezuela, son testigos auditivos que Ricardo Durán y el suscrito tuvimos la iniciativa de crear una especie de respuesta inmediata, que lamentablemente fue cortado por directivos de la radio, con muchas excusas, tu no eres periodista y no debes entrevistar, con las mujeres no te metas, modera las cosas, entre muchas que permitían ver lo que luego ocurrió, la salida intempestiva de Actores Económicos y mi defenestración en los medios del Estado, causas que trataron de justificar, problemas administrativos de indisciplina, bla, bla, bla. Mientras tanto la comunicación con la gente era solo del Aló Presidente.
Todo lo anterior, está íntimamente relacionado con la perdida de objetivos al no desenmascarar realmente a los dueños del circo, recordemos que nada más y nada menos que el Ministro de Relaciones Interiores Luis Miquilena estuvo metido hasta los tuétanos en el golpe de Estado, nadie lo supo, que el para entonces Ministro de la Secretaría fue el único que se pintó el pelo y se escondió, en vez de ponerse al frente de la gente en Fuerte Tiuna, que el presidente de Fogade y la directora de relaciones públicas fueron puestos allí por el ex ministro golpista, en fin eran días de combates y nunca se atacó de manera clara y concisa a los dueños del circo, se perdió tiempo ocupándonos de subalternos de la Coordinadora Democrática, Gente del Petróleo y miembros de los partidos políticos y no a quienes desde los medios dirigían todo el entramado.
A tales efectos en la hora actual, podemos decir que hemos aprendido mucho y estamos más vigilantes como pueblo ante lo que pueda ocurrir, se dice que quien domine la información tiene más posibilidades de victoria, es hora de reflexionar acerca de los alcances de la información que requerimos, es suficiente la que recibimos nos preguntamos, forma parte de un proceso de inducción y aprendizaje, del estudio ideológico y la información codificada que en un momento dado debe darse si las circunstancias lo exigen, creemos que se le debe informar a las comunidades en forma clara y precisa quienes son los verdaderos enemigos intelectuales de la contrarrevolución, para ello, debemos forjarnos en la lucha diaria a través de información valiosa que podamos transmitirla a la gente.
Independientemente que se abra el diálogo con algunos sectores, debemos tener claros quienes pueden en un momento determinado avalanzarse sobre lo hecho, tenemos que saber quienes abonan el camino de la desestabilización, llámese como se llame, mañana es tarde y es hoy, sino pasará lo mismo que el 13 de abril, el pueblo tomará el camino y las decisiones y quedarán atrás muchos agazapados y vivarachos que están dentro del proceso. Requerimos urgentemente una política comunicacional envolvente y ejemplar de concepto continuado donde se manejen opciones, si no ocurre A y ocurre B, que se hace con las respuestas debidas.