La no renovación
de la concesión de la licencia, que duraba desde hace 20 años, al
canal privado venezolano RCTV y que venció el 27 de mayo de
2007, suscitó una extraordinaria histeria mediática en el ámbito
internacional. Durante varias semanas, la prensa del mundo entero se
centró en un acontecimiento banal que pasa totalmente inadvertido cuando
ocurre en los demás países del planeta. Los medios de comunicación
convirtieron una decisión administrativa completamente regular y legítima
en un atentado contra la libertad de prensa. Reporteros Sin Fronteras,
naturalmente, participó en la campaña internacional de desinformación
publicando, el 5 de junio de 2007, un informe sumamente tendencioso
sobre RCTV (1).
¿Cierre
de RCTV y hegemonía mediática?
RSF titula
su informe “Cierre de Radio Caracas Televisión: la consolidación
de una hegemonía mediática”. La organización da en seguida el tono
destilando dos mentiras en una sola frase. Primero, RCTV no ha
sido cerrada y puede seguir emitiendo vía cable o satélite. Como el
espectro radioeléctrico, por definición es limitado, el gobierno venezolano
decidió no renovar el contrato con el canal y otorgar así el espacio
liberado a otro canal con el fin de democratizar los medios. Entonces,
contrariamente a lo que afirma RSF, RCTV no “ha dejado de emitir”
(2).
El segundo
embuste reside en la expresión “hegemonía mediática”. Con este
título, RSF pretende que el lector crea que las autoridades venezolanas
controlan los medios y disponen casi de un monopolio en este sector.
Para convencer a la opinión pública, Robert Ménard, el secretario
general de la organización, repite incansablemente la misma máxima
a la prensa: “Chávez tiene una posición hegemónica en los medios
de comunicación”. Ahora bien, la realidad es otra. En Venezuela,
el 80% de los canales de televisión abierta y de emisoras de radio
pertenecen al sector privado. En cuanto a la televisión por cable y
satélite, está casi completamente controlada por empresas privadas.
Y en lo que se refiere a la prensa escrita, los 118 periódicos nacionales
y regionales que circulan en el país también los controla el sector
privado. Existe en efecto una “hegemonía mediática”, pero de los
grupos económicos y financieros privados (4).
¿Decisión
arbitraria del Presidente Hugo Chávez?
RSF afirma
que la decisión se tomó “por orden del presidente Hugo Chávez”
y asegura que es ilegal pues, según ella, hace falta una “orden judicial
[...] para negar al canal el derecho de emitir durante los próximos
veinte años”. También aquí RSF recurre a una doble mentira, ya
que la decisión es perfectamente legal, respetuosa de las normas internacionales
y legítima. Como en la mayor parte de los países del mundo, el espectro
de las ondas hertzianas pertenece al estado y se destina a promover
el interés público. Además, el Artículo 156 de la Constitución
venezolana así como la Ley Orgánica de Telecomunicaciones dan al gobierno
el poder de regular el acceso a este espacio. No es cuestión en absoluto
de “órdenes judiciales” como pretende RSF. Por fin, RCTV sigue
teniendo el “derecho de emitir” vía cable o satélite (5).
Por otra parte,
no es Hugo Chávez quien decidió la no renovación de la concesión,
sino la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela. La concesión
de RCTV no se renovó por varias razones muy precisas. Primero,
el gobierno desea establecer un equilibrio entre canales públicos y
privados. Luego, RCTV no respetó sus obligaciones y el pliego
de condiciones. Un solo ejemplo aclaratorio: entre junio y diciembre
de 2006, las autoridades señalaron al menos 652 infracciones por parte
de RCTV. El canal también denigró de manera sistemática la
política del gobierno e incitó varias veces a la población a la violencia
y a la ruptura del orden constitucional. La participación comprobada
de RCTV en el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y su comportamiento
golpista fueron factores nada despreciables en la toma de la decisión.
RCTV participó particularmente en el sabotaje petrolero de diciembre
de 2002 que costó cerca de 20.000 millones de dólares a la economía
nacional (6).
RSF certifica
al respecto que RCTV sólo es “acusada” de participar en
el golpe de Estado, mientras que las pruebas y los testimonios son abrumadores.
El muy conservador periódico francés Le Figaro recuerda que
“durante años, el canal conspiró abiertamente contra el presidente
transmitiendo llamamientos para derrocar al régimen”. Le Figaro
subraya también que durante el golpe de Estado, el canal “anunciaba
que Hugo Chávez había renunciado”, siguiendo así el plan que establecieron
los golpistas, y que incluso reconoció a Pedro Carmona como presidente
interino (7).
Después del
regreso del presidente Chávez, RCVT prohibió a sus periodistas
que difundieran cualquier información al respecto y se limitaba a emitir
dibujos animados. El gerente de producción, Andrés Izarra, que se
oponía al golpe de Estado, dimitió inmediatamente para no convertirse
en cómplice. Durante un testimonio ante la Asamblea Nacional, Izarra
indicó que el día del golpe y los siguientes recibió la orden formal
de Granier de “no transmitir ninguna información sobre Chávez, sus
seguidores, ministros o cualquier otra persona que pudiera estar relacionada
con él” (8).
El conservador
Los Angeles Times reconstruye también el itinerario de RCTV
desde la elección de Hugo Chávez a la presidencia de la República
en 1998 y subraya que se había propuesto la misión de “derrocar
al presidente democráticamente elegido”. Después del golpe de Estado,
“RCTV pasó abiertamente a la sedición [y] difundió imágenes
amañadas para hacer creer que los partidarios de Chávez eran responsables
de los muertos y heridos”. El periódico recuerda que Marcel Granier
fue al Palacio Presidencial para jurar fidelidad al “dictador Pedro
Carmona que acababa de abolir la Corte Suprema, la Asamblea Nacional
y la Constitución”. Luego LA Times concluye: “Granier y
los demás no deben ser considerados como mártires de la libertad
de expresión”, sino como golpistas (9). Por otra parte, Granier hizo
una declaración elocuente a RSF respecto al golpe de Estado: “Confieso
que no estaba descontento al ver a Hugo Chávez irse” (10). ¿Cómo
podía estar “descontento” si había participado activamente en
su derrocamiento?
Por lo que
se ve, al apoyar y participar abiertamente en la ruptura del orden constitucional
en abril de 2002, RCTV no se preocupaba del interés público.
Además no es necesario recordar que si un canal de la televisión francesa
o de cualquier otro país del mundo se atreviera a adoptar un comportamiento
similar al de RCTV no duraría ni 24 horas y sus dirigentes se
encontrarían inmediatamente en prisión. Por su parte, el periódico
estadounidense Houston Chronicle señalaba que “las acciones
de RCTV no hubieran durado más que unos minutos” en Estados
Unidos (11).
¿Por qué
RSF quiere convencer a la opinión pública de que la culpabilidad de
RCTV es todavía tema de debate? Simplemente porque Robert Ménard
y su organización también apoyaron el golpe de Estado de 2002. ¿Acaso
es necesario recordar la declaración que publicó RSF el 12 de abril
de 2002?:
“Recluido
en el palacio presidencial, Hugo Chávez firmó su renuncia durante
la noche bajo la presión del ejército. Después fue llevado a Fuerte
Tiuna, la principal base militar de Caracas, donde está detenido. Inmediatamente
después, Pedro Carmona, el presidente de Fedecámaras, anunció que
dirigiría un nuevo gobierno de transición. Afirmó que su nombramiento
era el resultado de un ‘consenso’ de la sociedad civil venezolana
y de la comandancia de las fuerzas armadas”.
¿Decisión
impopular?
La entidad
parisina declara también que los “opositores (numerosos) y partidarios
(más raros)” desfilaron simultáneamente en Caracas para apoyar la
decisión del gobierno o repudiarla. Aquí, RSF no vacila ni un momento
en mentir de manera descarada. Las manifestaciones de opositores que
protestaban sólo reunieron a miles de personas. En cambio, las manifestaciones
de apoyo que se desarrollaron en la capital como las del 27 de mayo
o el 2 de junio de 2007 fueron impresionantes. En efecto, centenares
de miles de ciudadanos desfilaron por las calles de Caracas mostrando
su apoyo a Hugo Chávez (13). ¿Con qué objetivo manipula RSF esta
realidad?
RSF retoma
también los sondeos que realizaron RCTV y la oposición para
demostrar la impopularidad de la decisión, dándoles cabal crédito
y adoptando así una posición abiertamente partidista. El ministro
de Interior y Justicia, Pedro Carreño, respondió de manera mordaz
a esa alegación: “la libertad de expresión no es la del imperio,
ni la de Reporteros sin Fronteras, ni la de la Sociedad Interamericana
de Prensa (SIP), ni de la oligarquía, sino la del pueblo que hoy salió
a la calle” (14).
RSF evoca “un
cierre condenado por la opinión y la comunidad internacionales” y
cita en desorden una resolución del Parlamento Europeo adoptada el
24 de mayo de 2007 y “varios gobiernos o Parlamentos latinoamericanos,
de Brasil a México pasando por Chile, e incluso su homólogo y aliado
boliviano Evo Morales”. RSF quiere dar la impresión de unanimidad
mundial contra Hugo Chávez mientras que la realidad es totalmente diferente.
De todo el continente americano, es decir cerca de 25 naciones, sólo
tres órganos parlamentarios (Brasil, Chile y Costa Rica) se pronunciaron
contra la no renovación de la concesión y únicamente el presidente
costarricense, Óscar Arias, emitió una declaración desfavorable.
El resto del continente, empezando por Evo Morales, se pronunció a
favor del gobierno de Chávez (Bolivia, Cuba, Nicaragua) y señaló
que se trataba de una medida administrativa que sólo concernía a Venezuela
y no deseaba inmiscuirse en los asuntos internos de la nación. Como
se ve, RSF es experta en el campo de la desinformación (15).
En cuanto a
la resolución del Parlamento Europeo fue adoptada efectivamente el
24 de mayo de 2007, pero sólo por 43 de los 784 diputados europeos,
es decir apenas el 5,4% de los parlamentarios. Esta resolución fue
rechazada unánimemente por 741 diputados por su carácter politizado
y sobre todo porque representaba una injerencia inaceptable en los asuntos
internos de un país soberano. La mayor parte de ellos se negaron a
participar en el voto y abandonaron el hemiciclo. En cuanto a la OEA
y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, no han emitido ninguna
condena, contrariamente a lo que sostiene RSF, sino simplemente recomendaciones
de orden general sobre la libertad de prensa (16).
Las otras
manipulaciones de RSF
RSF asegura
también que “las solicitudes de cita con miembros del gobierno y
representantes de los medios públicos o progubernamentales quedaron
sin respuesta. Tan elocuente como las palabras de las personas entrevistadas,
este silencio tiende a confirmar que el asunto RCTV
no se limita a una simple medida administrativa”. No obstante, el
gobierno ha reiterado varias veces que no ha recibido ninguna
solicitud de cita por parte de RCTV. Al promover el punto de
vista de Marcel Granier, RSF muestra otra vez su lado partidista y estigmatiza
al gobierno democrático de Hugo Chávez calificándolo de “régimen
político particular que se llama el ‘chavismo’”. Aquí, estamos
lejos del tema de la “libertad de expresión”, Ménard se ubica
en una situación de oposición política e ideológica al caricaturizar
deliberadamente al gobierno venezolano. En efecto, es la oposición
la que utiliza de manera despectiva el término “chavismo” (17).
RSF concluye
su informe con una mentira manifiesta poniendo en guardia contra “la
hegemonía mediática” del presidente. Es necesario ser preciso sobre
este tema. Para la banda VHF en 2000, había 19 canales de televisión
privados y 1 público. En 2006 la cifra pasó a 20 canales privados
frente a un solo canal público. Desde el 28 de mayo de 2007 hay 19
canales privados y dos canales públicos, Venezolana de Televisión
y Tves que remplaza a RCTV en las ondas hertzianas. Para
la banda UHF, en 2000, había 28 canales privados y dos canales públicos.
En 2006, había 44 canales privados y 6 públicos. En cuanto a las emisoras
de radio, para las ondas AM, entre 2000 y 2006, había 36 emisoras públicas
y 143 emisoras privadas. Para las ondas FM, había 3 emisoras públicas
y 365 emisoras privadas en 2000. En 2006 la cifra pasó a 440 emisoras
privadas y 10 emisoras públicas. Como se ve, RSF miente (18).
“RCTV
difundiría pornografía”,
declara RSF, utilizando el condicional para sugerir que subsiste la
duda sobre esta acusación. No obstante, el Tribunal Supremo condenó
varias veces al canal en 1981 y 2006 por difundir escenas pornográficas
en horarios prohibidos. Ahora RSF pone en tela de juicio las decisiones
de la más alta autoridad judicial del país (19). Además conviene
remarcar que RCTV ha sido el canal más sancionado (seis veces)
de la historia de Venezuela por violaciones de la ley, y sólo una vez
bajo el gobierno de Chávez (20).
RSF incluso
acusa al Tribunal Supremo, que ordenó que pusiera los equipos de
RCTV a disposición del nuevo canal TVes, de querer “comprometer
la presencia del ‘canal del león’ en el cable”. Aquí la torpeza
de Ménard lo lleva incluso a revelar a la opinión pública que en
realidad RCTV no desaparece. La verdad es que el Tribunal Supremo
ordenó simplemente una cesión temporal de los emisores con el fin
de asegurar la continuidad del servicio público. Además esta decisión
no compromete de ninguna manera las posibilidades del canal de emitir
por cable, como lo han afirmado públicamente las principales empresas
del sector (21).
Para RSF,
Televen y Venevisión, dos de los principales canales privados,
que han adoptado una posición más racional hacia el gobierno y que
desde el 2004 dejaron de lanzar llamados a la insurrección y al derrocamiento
del gobierno –permaneciendo sin embargo en la oposición como lo muestran
fácilmente sus programas–, están en manos del presidente Chávez.
Igual para el diario nacional privado Últimas Noticias. Para
que RSF los califique de medios de oposición, tal vez tendrían que
seguir denigrando al gobierno, manipulando la información, desestabilizando
la nación y lanzando llamados al magnicidio contra Chávez como hicieron
RCTV y Globovisión en mayo de 2007. RSF da pruebas de una
visión maniquea: o los medios están contra Chávez, o son sus lacayos
(22).
RSF afirma
que “a Hugo Chávez le importa poco el derecho internacional”. Esta
acusación es completamente gratuita. En efecto, RSF es incapaz de citar
un solo caso de violación del derecho internacional que haya cometido
el gobierno bolivariano. La organización certifica también que numerosos
“recursos [de RCTV fueron] recibidos favorablemente en [...]
la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. En realidad dicha Corte
aceptó estudiar un solo recurso el 25 de mayo de 2007 y todavía no
se ha pronunciado al respecto (23).
“Hugo Chávez
quiere para 2008 una reforma constitucional que le permitiría ser reelegido
indefinidamente”, señala el informe que presenta esta voluntad como
un gran peligro para la democracia. ¿Acaso RSF se ha olvidado de que
en la mayor parte de los países occidentales, entre ellos Francia,
la reelección ilimitada es una realidad constitucional? ¿Por qué
RSF se pronuncia sobre aspectos de política interna cuando afirma estar
únicamente interesada por la “libertad de la prensa” y se declara
“apolítica”? (24).
“Un control
total del Estado, el gobierno y el ejército. Ningún adversario en
el Parlamento, la oposición boicoteó el escrutinio legislativo de
2005. Un partido dominante casi único. Veintidós gobernadores de Estado
(sobre veinticuatro) completamente dedicados. Y pronto, una sociedad
civil prácticamente controlada”. He aquí lo que constata de manera
alarmista RSF. “Un partido dominante casi único”, vitupera RSF,
mientras que existen más de una decena de partidos políticos en Venezuela.
¿Quizás en Francia el Estado, el gobierno y el ejército están bajo
control de la oposición? En cuanto al Parlamento y los puestos de gobernador,
¿acaso RSF pone en tela de juicio la decisión democrática de los
electores venezolanos? ¿Acaso la sociedad civil se limita a la oposición
cada vez más marginal? ¿O concierne al conjunto de la población?
Retomando la retórica de la oposición que sufrió más de 10 derrotas
electorales consecutivas desde 1998, RSF pretende falazmente que Chávez
controla todas las instituciones del país, con el objetivo de transformar
al gobierno más democrático de América Latina en un régimen autoritario.
Por lo demás estas consideraciones no tienen estrictamente nada que
ver con la “libertad de prensa” (25).
La organización
parisina arremete también contra la abogada Eva Golinger. ¿Su crimen?
Revelar a plena luz el nombre de todos los periodistas venezolanos financiados
por Estados Unidos mediante la USAID donde “figura particularmente
el corresponsal de Reporteros Sin Fronteras”, como reconoce el informe
que redactó Ménard (26).
RSF asegura
también que varias personalidades mundiales asesoran al presidente
Chávez para la reforma constitucional y cita, entre otros, al argentino
Norberto Ceresole. El único problema es que Ceresole falleció en 2003
de un infarto de miocardio. Estos burdos errores demuestran el
poco de crédito del informe de la organización (27).
RSF se ha forjado
su opinión sobre la realidad mediática venezolana en sólo cinco días
de presencia en el país, “del 24 al 28 de mayo de 2007” y después
de conversar únicamente con periodistas y dueños de prensa de la oposición.
Su objetivo desde el principio estaba muy claro: transformar una decisión
administrativa común a todos los países del mundo en un acto de censura
y de atentado a la libertad de prensa. ¿Cómo puede la organización
parisina pretender dar pruebas de imparcialidad y seriedad con tales
prácticas? (28)
¿Por qué
RSF no se ha indignado contra la no renovación de la concesión de
los canales españoles de televisión TV Laciana
en 2004, TV Católica en 2005 y Tele-Asturias
en 2006? ¿Por qué no se ha movilizado contra la no renovación de
la concesión de los canales británicos One TV, Actionworld
y StarDate TV 24 en 2006, o de Look for Love 2 en 2007?
¿Por qué Robert Ménard no ha viajado a Perú para investigar sobre
el cierre de dos canales de televisión en 2007, o al Salvador cuando
el gobierno decidió revocar la concesión del canal Salvador Network
en 2003? ¿Por qué RSF permaneció impasible cuando Canadá no procedió
a la renovación de la concesión del canal Country Music Televisión
(CMT) en 1999? ¿Por qué RSF silenció la revocación de la concesión
de los canales estadounidenses Daily Digest en 1998, y FCC
Yanks Trinity License en 1999? (29).
Esta indignación
adaptable demuestra claramente que el caso ordinario de RCTV
no es más que un pretexto para RSF para estigmatizar a Hugo Chávez
y seguir su guerra de desinformación contra un gobierno democrático
y popular. En cuanto a la libertad de expresión, cualquier persona
que haya pasado 24 horas Venezuela sólo puede asombrarse del tono hiriente
y fanático de los canales de oposición contra el gobierno. Afirmar
lo contrario es un extraordinario acto de mala fe.
El verdadero
papel de RSF no es defender la libertad de la prensa como pretende,
sino promover los intereses políticos y económicos de las entidades
que la financian. Entre éstas se encuentra el gobierno de Estados Unidos,
que unta generosamente a la organización parisina mediante la Fundación
Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy),
organización que el periódico más importante del mundo, el New
York Times, califica de oficina pantalla de la CIA (30).
Notas
(1) Reporteros Sin Fronteras, «Fermeture
de Radio Caracas Television: la consolidation d’une hégémonie médiatique»,
5 de junio de 2007. www.rsf.org/img/doc/rapport
(2) Ibid ; Libro Blanco de RCTV,
«Mitos y hechos sobre Radio Caracas Televisión», Cubadebate,
30 de mayo de 2007.
(3) L’Express, «Chávez bâillonne
la dernière chaîne d’opposition», 29 de mayo de 2007.
(4) Ibid.
(5) Ibid.
(6) Ibid. Para las 652 infracciones
ver Jean-Luc Mélanchon, «Où va la bonne conscience anti-chaviste»,
26 de mayo de 2007, www.jean-luc-melanchon.fr (sitio consultado el 30 de mayo de
2007). Para el sabotaje petrolero ver Agencia Bolivariana de Noticias,
«No aceptaremos comportamientos antidemocráticos de la oposición»,
3 de noviembre de 2006.
(7) Lamia Oulalou, «Chávez bâillonne
la télé d’opposition», Le Figaro, 26 de mayo de 2007.
(8) Eva Golinger, El código Chávez
(La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2005), p. 125.
(9) Bart Jones, «Hugo Chávez Versus RCTV»,
Los Angeles Times, 30 de mayo de 2007.
(10) Reporteros Sin Fronteras, «Fermeture
de Radio Caracas Television: la consolidation d’une hégémonie médiatique»,
op. cit.
(11) Bart Jones, «Chávez As Castro? It’s
Not That Simple In Venezuela», Houston Chronicle, 7 de febrero
de 2007.
(12) Reporteros Sin Fronteras, «Un
journaliste a été tué, trois autres ont été blessés et cinq chaînes
de télévision brièvement suspendues», 12 de abril de 2002. www.rsf.org/article.php3?id
(13) Reporteros Sin Fronteras, «Fermeture
de Radio Caracas Television: la consolidation d’une hégémonie médiatique»,
op. cit ; Agencia Bolivariana de Noticias, «Hoy el pueblo
demostró que está movilizado en apoyo a la revolución», 2 de junio
de 2007.
(14) Ibid.
(15) Reporteros Sin Fronteras, «Fermeture
de Radio Caracas Television: la consolidation d’une hégémonie médiatique»,
op. cit.
(16) El Nuevo Herald, «Legisladores
de EEUU y Europa condenan cierre de RCTV », 25 de mayo de 2007.
(17) Reporteros Sin Fronteras, «Fermeture
de Radio Caracas Television: la consolidation d’une hégémonie médiatique»,
op. cit.
(18) Ibid.; Telesur, «Informe
RSF ‘Cierre de Radio Caracas Television. La consolidación de una
mentira mediática a través de 39 embustes», 7 de junio de 2007.
(19) Telesur, «Informe RSF ‘Cierre
de Radio Caracas Television. La consolidación de una mentira mediática
a través de 39 embustes», op. cit.
(20) Agencia Bolivariana de Noticias,
«RCTV ha sido el canal más sancionado en Venezuela», 29 de marzo
de 2007.
(21) Reporteros Sin Fronteras, «Fermeture
de Radio Caracas Television: la consolidation d’une hégémonie médiatique»,
op. cit.
(22) Ibid.
(23) Ibid ; Néstor Ikeda, «CIDH
pide a Chávez proteger libertad de expresión», Associated Press,
25 de mayo de 2007.
(24) Reporteros Sin Fronteras, «Fermeture
de Radio Caracas Television: la consolidation d’une hégémonie médiatique»,
op. cit.
(25) Ibid.
(26) Ibid.
(27) Ibid ; Telesur, «Informe
RSF ‘Cierre de Radio Caracas Television. La consolidación de una
mentira mediática a través de 39 embustes», op. cit.
(28) Reporteros Sin Fronteras, «Fermeture
de Radio Caracas Television: la consolidation d’une hégémonie médiatique»,
op. cit.
(29) Jean-Luc Mélanchon, «Où va la bonne
conscience anti-chaviste», op. cit.
(30) Robert Ménard, «Forum de discussion
avec Robert Ménard», Le Nouvel Observateur, 18 de abril de
2005. www.nouvelobs.com/forum
Salim Lamrani
es profesor, escritor y periodista francés especialista de las relaciones
entre Cuba y Estados Unidos. Ha publicado los libros: Washington
contre Cuba (Pantin: Le Temps des Cerises, 2005), Cuba face à
l’Empire (Genève: Timeli, 2006) y Fidel Castro, Cuba et les
Etats-Unis (Pantin: Le Temps des Cerises, 2006).
Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Tlaxcala y Cubadebate. Este artículo se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, la revisora y la fuente.