Que arrech...

La arrech… que tengo me obliga a empezar este escrito con la palabra precisa, aunque no debe ser norma de un revolucionario perder la sindéresis en momentos de provocación intencionada, como es el caso del premio rechazado.

Hasta donde nuestra supuesta inocencia o ganas de querer que estos degenerados cambien, nos va a permitir que sigamos siendo pendejos con licencia de revolucionarios, cuando vamos a despertar de este letargo que no nos deja revisar la conducta de los traidores antes de caer por inocentes en sus planes macabros, que siempre están llenos de traición, aunque a veces parezca que en sus mentes la posibilidad de cambiar esta en la su próxima actuación

La areche… que tengo en este momento, no es con los traidores porque al fin y al cabo no se le puede pedir peras al olmo, pero si a la actitud revolucionaria de nuestros camaradas, pedirles que bajen a donde estamos, que deslastren de sus cuerpos esas actitudes cuarto republicanas de cargar puestos y títulos en la frente, que dejen de ser burócratas y se conviertan en pueblo que discute, que hace asamblea y acepta propuestas para ir dilucidando el camino que conduce a la victoria final.

Como se le puede ocurrir a un revolucionario, que se supone pierde su tiempo pensando, creer en esta calidad de alimaña, cuando tenemos una historia de consecuencias tan grande que no permite estar a su lado sin suponer que la próxima jugada es apuñalearte por la espalda, los traidores hacen ejercicios de traición por que es su forma de vida y no puedes esperar que vengan un día a traerte flores, señores no han hecho ejercicios de amor y menos de jardinero.

Ya tenemos experiencias bastante claras, entonces por que insistir sin revisar conductas, las revoluciones no la hacen los estupidos, son esfuerzos de pensamientos que permiten ir construyendo en base a la aceptación y entender que el ser humando es complejo y las conductas se ejercitan.

No debemos darle importancia a lo que no lo tiene, pero si es importante ir dejando cada día de ser incautos y concienciar las conductas de los traidores, señores estos golpistas no dejaran de serlo nunca, tal vez en otra generación si tenemos posibilidad de recuperar a sus hijos podamos hacer algo por esa especie en extinción, que ahora como no pueden mostrar sus tentáculos en su dimensión máxima, se aprovechan de incautos periodistas actores o cualquier espécimen, muerto de hambre con el estomago en el cerebro, que por mantenerse en el estatus de la fantasía, traiciona la patria y convertidos en asalariados disfrazados de independientes, con un bozal de arepa que le remuerde la conciencia cada vez que ven sus hijos y saben que no pueden hacer nada por su mañana, porque le vendieron su alma al diablo.

No vamos a nombrar prototipos para no darle importancia a una conducta que no es el problema a atacar, el fin es más allá de la mediocridad individual, que nos llama a ser cada día revolucionarios consecuentes.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE

PATRIA O MUERTE VENCEREMOS

machucamelo@cantv.net


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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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