Pareciera que algún aspecto de la política de comercialización de CANTV no estuviera inserta en la filosofía de la “Revolución Bolivariana”. Se nota como una contradicción entre una y otra.
La telefónica no es solamente ahora básicamente una empresa estatal, sino que el primer mandatario nacional, la ha definido como socialista. Y en el proyecto del gobierno, según las reformas constitucionales que se gestan, nuestra sociedad será socialista, dentro de lo que conocemos como “Socialismo del Siglo XXI”.
De modo que CANTV, no puede actuar con mentalidad típicamente capitalista, orientada hacia la obtención, por encima de todo, de la renta. Y, cuando afirmo esto, cualquiera podría, con cierto grado de sensatez, refutar diciendo que justamente la telefónica está alejándose del interés solamente rentista, cuando a las primeras, decide rebajar el costo de las llamadas.
Pero ante este asunto uno puede recordar dos cosas, el refrán popular que dice que “quien hace la ley hace la trampa” y eso que los economistas conservadores llaman “las leyes del mercado”.
Al bajar el precio de las llamadas, la nueva gerencia actuó con justicia, porque bien sabemos que las empresas del ramo, empezando por la nacionalizada, venían obteniendo ganancias, más que escandalosas, obscenas.
Pero en esto puede haber una trampa, no montada con mala intención o para cazar incautos, pero si una acción derivada de la mentalidad empresarial capitalista o simple “sentido común”, arraigados entre quienes hemos vivido en una sociedad rapaz. Si esta medida se maneja, por no decir manipula, con mentalidad capitalista, la medicina podría resultar peor que la enfermedad.
La mal llamada ley de la oferta y la demanda es como una marioneta. Se puede manejar si se tienen los elementos necesarios a la mano. Es verdad que si bajamos el precio de un producto o una mercancía podemos aumentar la demanda o para el caso que nos ocupa, mejor sería hablar de consumo. Y esto es bueno cuando se trata de alimentos, salud, educación y hasta en las comunicaciones cuando éstas llegan a más personas. Pero no siempre es así.
El gobierno nacional tiene como norte combatir el consumismo. Consumir en exceso no es beneficioso y si se trata de mercancías que no son de primerìsima necesidad es doblemente nocivo. Ni siquiera es saludable comer demasiado.
La comunicación es primordial, es básica para el desarrollo de un país, pero es negativo cuando ella se usa en exceso e innecesariamente, sólo para matar el ocio o el tiempo. Y hasta puede anular la buena intención gubernamental al bajar las tarifas.
Esto viene al caso por la publicidad que está haciendo CANTV en la prensa nacional y en la televisión. A página completa, en varios diarios, aparece un aviso de la empresa estatal que dice “ahora todos llaman tranquilos a cualquier celular” y agrega “porque en CANTV bajamos las tarifas para que todos llamen desde su casa las veces que quieran a cualquier celular” (subrayado nuestro). Quiero atraer la atención sobre la frase “las veces que quieran a cualquier celular”.
Esa publicidad es una incitación al consumismo, al uso irracional de la telefonía y al gasto innecesario de los venezolanos, lo que está en abierta contradicción con la prédica del alto gobierno y los valores que deben prevalecer en la nueva Venezuela.
No cabe en uno la menor duda que esa no es la intención de la nueva gerencia, comprometida como está con la filosofía gubernamental, pero hay que cuidar los detalles. Los publicistas o “creativos”, como se les llama en el medio, deberían refrescar la creatividad y ponerse a tono con los nuevos tiempos.