Mientras el presidente Chávez, varios ministros, funcionarios públicos y algunos comunicadores sociales asumimos una postura crítica frente a los medios televisivos, radiales e impresos por la falta de veracidad, ética y desproporción a la hora de informar sobre un mismo hecho, hay otros compatriotas que están siendo utilizados como títeres por los empresarios de la comunicación para construir la realidad mediática del equilibrio informativo que no es más que un ardid más para resguardarse de cualquier acción legal y lograr audiencia.
La trampa está montada y es lamentable ver a revolucionarios algunos inclusive muy combativos caer en ella; quizás obnubilados por las luces, cámaras, micrófonos y otros recursos que forman parte de la seducción mediática, terminan afianzando la matriz de opinión que las empresas de comunicación quieren imponer.
Hemos visto desde diputados a dirigentes comprometidos en la construcción del socialismo seguirles el juego, y creemos conveniente alertar para que no se dejen utilizar y sigan el ejemplo de un diputado y periodista quien consiente de la manipulación de los medios no se dejó entrampar y respondió al llamado equilibrio informativo con la frase “tratan de hacer el esfuerzo”, pero de ahí a ser equilibrados hay mucho trecho ¿cierto colega?
A los que todavía se preguntan porque estos medios no son equilibrados, les recomendamos hacer el siguiente ejercicio. Sintonice por un día uno de estos canales televisivos privados y observe con cuidado los espacios informativos. Fíjese con que noticias abren, tome el tiempo a las informaciones y entrevistas que se dan a favor y en contra del gobierno o de la oposición. Aprecie la selección de los temas y las preguntas que hacen los comunicadores, las imágenes que trasmiten, los comentarios de “los especialistas”, los titulares, las interrogantes y las llamadas provenientes de la “audiencia”. Después de esta revisión ustedes dirán si son o no equilibrados estos canales.
Camarada abra los ojos, no se deje utilizar, el hecho que usted sea un entrevistado permanente en cualquiera de esos programas informativos o de opinión que se transmiten por esos canales comerciales no significa que sean equilibrados, porque la desproporción informativa es obvia y se percibe en el trato que se le da a las tendencias, que no es igual ni justo en tiempo, interrogantes, temas abordados y versión de los hechos; la balanza siempre se inclina hacia el lado opositor.
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