“Cuando oímos a un chino, nos
inclinamos a considerar su lenguaje
como un balbuceo inarticulado. Pero
quien entiende el chino reconocerá allí
el lenguaje. Así, con frecuencia, no puedo
reconocer al Hombre en el hombre”
Luwdeig Wittgenstein
Tengo ya bastante tiempo, creo que van por lo menos dos o tres meses, leyendo artículos sobre el programa LA HOJILLA, i en referencia a su conductor Mario Silva, la mayoría con unas críticas que no les encuentro fundamento alguno, entre ellos los de un colega que creo conocer e ignoro la rivalidad que exhibe contra Silva, mientras también leo otros que le dan respaldo, aunque sin precisar mucho sobre el valor que tiene este ameno i contundente espacio en VTV, por toda la firmeza que le otorga la verdad, cuando se esgrime para la defensa del proceso revolucionario bolivariano i la actuación de nuestro presidente Hugo Chávez Frías. No es la primera vez que escribo sobre LA HOJILLA; creo que lo he hecho específicamente por lo menos dos veces, además de dos cartas personales al señor Mario Silva que, tal parece, no ha recibido por posible correo incorrecto, i en muchísimos artículos contra la miserable oposición venezolana i sus supuestos líderes de pacotilla, me refiero con frecuencia este programa, pues es rara la noche que no me dedico a verlo i hasta recientemente, en un acto público para la presentación de un libro de un especial amigo, en presencia de todos (donde deberían haber ciertos que no comparten mis ideas) advertí que, aunque muchos me consideran un intelectual del Zulia o Venezuela, era de los que no se pierden de ver LA HOJILLA, para enterarme con absoluta veracidad, de la realidad venezolana.
La explicación, o una de las explicaciones más comunes, es que soi revolucionario de izquierda toda la vida; mi rebeldía es conocida en Maracaibo, i estoi de firme presencia, al lado del Presidente Hugo Chávez Frías desde que salió de Yare, i como lo demostré en la Constituyente i en lo que he podido contribuir a la revolución; lo considero un auténtico líder de América i del mundo; lo he observado o estudiado como persona i como político, i es más ilustrado que la gran mayoría de los venezolanos de pensamiento conservador, egoísta i capitalista, que no tienen obra alguna que ofrecer a la patria o al pueblo venezolano. Desde abril de 2002, cuando el golpe de estado más genuino que se haya visto, aunque fracasado, ni pongo emisoras de radio o televisión de la burguesía estúpida, i he dejado de leer -evito leer hasta los titulares cuando están en las estanterías- de los diarios EL NACIONAL i EL UNIVERSAL, i por lo tanto de toda la basura de periódicos de la oligarquía o de los enajenados, tipo Petkoff o Poleo, con lo cual he sentido por años, una tranquilidad especial. Del mismo modo, no me detengo sino los segundos de presionar el botón de cambio del control del televisor, sobre todas las otras televisoras nacionales, a no ser VTV, TELESUR (una maravillosa creación revolucionaria i bien dirigida) TVES, Canal a la Asamblea, o alguna otra donde haya deporte, música o noticias. Para estar al día en política internacional, solamente tengo que ver DOSSIER DE Walter Martínez un formidable programa como pocos; excelentes entrevistas en CONTRAGOLPE (con la valiente Vanessa) o FORO. Los domingo es infaltable sintonizar EL KIOSKO VERAZ (con un periodista de los más auténticos que he conocido: Earle Herrera, i excelente escritor), o lo que me llena de maravilloso HUMOR, pintando la realidad i la verdad con maestría mui singular, en COMO USTEDES PUEDEN VER, o mejor, LOS ROBERTOS. ¡Qué estupendo momento, pese a que siempre llega al final, Enrique Mendoza! Además son verdaderos intelectuales, así como un invitado frecuente, el Dr. Aranguibel. También los noticieros DANDO I DANDO o MOMENTO, con Tania, Aristóbulo, otro extraordinario como Alberto Nolia, Frasso, etc, i María Teresa Gutiérrez o la reproducción de las entrevistas de José Vicente Rangel, etc., de manera que es cierto: VTV, de programas excelentes, es o debería ser, el Canal de todos los venezolanos. Mas, con una televisión de esa calidad (pese a la basura que le echa una oposición casi analfabeta), el PANORAMA de Maracaibo, el periódico que jamás en la vida he dejado de comprar, aunque me hayan exiliado, conjuntamente con INTERNET i mis intercambios de correos con marabinos, venezolanos i de muchos países del mundo, estoi al día i no necesito de las televisoras, radios o periódicos de la oposición vende patria. Si embargo, donde tengo una síntesis, una visión clara de las estupideces de la oposición; una opinión de valiosas personalidades como Carlos Escarrá, Eva Golinger, Vladimir Acosta, Sant Roz, el Padre Rojas, Roberto Hernández Montoya, Roberto Malaver, un rector que es obispo pero la auténtica contrapartida del energúmeno “Padre” Ugalde rector vitalicio, i muchos otros que olvido, más la presencia de jóvenes valiosos como Robert Serra, Héctor Rodríguez i otros estudiantes de ambos sexos, destacan también jóvenes periodistas de Avila TV i es especial ese valiente e inteligente de Amorin, que saca de quicio a toda la piara de los váquiros estilo Ismael García. Eso, lo encuentro en LA HOJILLA, para ser el programa más fuerte, dinámico, develador de mediocridades, de incapaces, terror de los mentirosos compulsivos, que les hacer ver la carencia de líderes i la abundancia de egoístas, enfermos mentales, corruptos por herencia i código genético que, solamente aspiran figurar; recordatorio perenne de las atrocidades, genocidios, robos i demás porquerías que fueron cotidianas en la IV República. Sin embargo, LA HOJILLA no se limita a hacer ver las atrocidades i disparates de programas como ALÓ CIUDADANO de un hombre de pasado oscuro, merecidamente llamado el Matacura, como lo es Leopoldo Castillo (fallo de talento el hombre), o el programa burlesco, superficial i cargado de odio de Carla Angola, Kiko i un anodino que ni me acuerdo del nombre; o las entrevistas de la amargada Nitu Pérez Osuna o una “internacionalisa” burlona de los negros, que parece más ama de casa antañona, que una periodista, etc., (pues ya no se acuerda de la Marta Colomina), que es la única manera de ver parte de esos programas que no se soportaría sintonizar directamente. Todos vomitan sus odios i Mario los lleva a las duchas. No es esto todo, sino que Mario Silva es un hombre con lúcido criterio, que ha leído i se ha documentado, i sin título de “periodista graduado” es más inteligente que el propio presidente del gremio, pues hace hincapié en la formación ideológica, la conciencia del verdadero revolucionario, se inspira en personajes insignes como Ernesto Che Guevara, Fidel i el propio Chávez, i clama porque tomemos conciencia revolucionaria i de futuro. Por eso, para abarcar tantas cosas que merece conocer el pueblo, el que ya no es analfabeto, que lee mucho i entre esas cosas lee la Constitución, tiene que haber en ocasiones fallas, descuidos o alguna equivocación, pero seguro que nada deshonesto a voluntad. Debe ser por esto que yo me identifico mucho con la manera de ser i expresar lo que piensa, el amigo Mario Silva. El criticar el lenguaje, porque se digan algunas palabras obscenas (luego de las 12 de la noche), es pura hipocresía. Todos, absolutamente todos, hasta los ángeles si existieran o el mismo Dios, tienen que conocer i decir groserías. Lo “refinados” son los peores; cuando menos lo piensan sacan más vulgaridades que nadie, empezando por los falsetes más grandes en la historia que son los curas. Cuando Uslar Pietri dijo “pendejo” la palabra se canonizó i la repetían con deleite. La vulgaridad no está en los términos, sino en las costumbres. En Madrid, la palabra culo es lo más corriente, pero en cambio es obsceno decir nalgas. Todo es hipocresía, como sucede con el aborto: las damas españolas lo condenan; pero las damas ricas se va hacer abortos gratuitos, en Londres u otra ciudad de Inglaterra. Pura mojigatonería. Una mala palabra, es a veces un desahogo bueno para la salud. En Maracaibo hai un chiste de un bueno, puro i creativo sacerdote; el Padre Olegario Villalobos. Se dice que escuchaba a un motociclista decir miles de grosería porque no le prendía la moto; se le acercó i le dijo: hijo mío, no digas insolencias. Dí solamente ¡en nombre de Dios! I la moto prendió en el acto; entonces el padre Olegario dijo con énfasis…¡Coño, si no lo veo, no lo creo! En consecuencia, creo que ningún programa de comunicación social, es mejor bastión de defensa del Proceso Revolucionario Pacífico i Bolivariano, que LA HOJILLA. Por eso no concibo la molestia de muchos contra Mario Silva, i su trinchera de lucha firme i heroica, pues bien sabemos los peligros que involucra, ante una oposición salvaje. Confieso que no dejo de ver LA HOJILLA, así sacrifique los juegos de béisbol o los conciertos musicales. Patria, Socialismo o Muerte. ¡Venceremos!