Cuentan que a un famoso director de orquesta se le acerca su mejor amigo de la infancia quien en el pasado fue el principal soporte económico, de juegos, alegrías y emocional del hoy afamado director, y le pide desesperadamente que lo ayude con un trabajo en su orquesta.

El director sorprendido, pues desconocía las virtudes musicales de su amigo y con la mayor disposición de ayudarlo comienza el dialogo con su amigo así:

Director: compadre, precisamente en los instrumentos de cuerdas tengo necesidad urgentes en el laúd ¿puedes ayudarme allí Amigo? ¿Manejas ese instrumento?...expresando mucha alegría

Amigo: con una expresión facial claramente descifrable para cualquier observador, responde con cierta tristeza y aire de despiste que ¡No! (reforzando la palabra con el movimiento de la cabeza)

Director: con cierta decepción piensa rápidamente y con una gran sonrisa partiéndole el rostro y escondiendo su mirada le dice, ¡ah!... compadre ya te tengo el trabajo en los instrumentos de viento allí tengo 2 vacantes con el oboe y la flauta viendo directamente a su amigo.

Amigo: este ya había puesto los ojos como el 2 de oro, cuando oyó “instrumentos de viento” estiro la hacia arriba la frente y hacia abajo estiró la piel que cubre su mandíbula que casi le tapa el cuello y moviendo al cabeza hacia ambos lados dejaba una vez mas a su amigo el director decepcionado y afligido

Director: en su mente coloco todos los instrumentos de la orquesta como en un tablero de ajedrez revisando cada uno de los cuadros negros y blanco donde se encontraban cada uno de los instrumentos, buscando desesperadamente uno con el cual su amigo se encontrara a gusto – y meditando por unos segundos interminables, expresó- ¡ah! Ya lo tengo lleno de gozo y alegría por ayudar a su amigo, ya lo tengo ¡los timbales! Con ese instrumento si trabajaras conmigo

Amigo: ávido de la respuesta que esperaba, se vio una vez más frustrado y dirigiéndose al director le dijo con voz firme y casi con reproche que no le gustaba ese instrumento.

Director: desesperado y con cierta molestia e impotencia, le responde ya casi perdido, por no haber podido ayudar a su amigo ¿Pero dime que es lo que quieres hacer en la orquesta, dime que es lo que quieres?

Amigo: con una risa infantil después de lograr un objetivo y  con una humildad que rayaba en la minusvalía, le dice “yo no quiero nada de instrumento, yo quiero algo más fácil yo quiero hacer lo que hace el tipo ese... que se para de espalda al publico con un palito en la mano derecha y que mueve los brazos,  eso es lo que quiero....

¿Quién quiere ser director?

Sabemos, percibimos con certeza, que no es fácil dirigir “televisivamente” al comandante Chávez que dicho sea de paso, es una esponja y ha aprendido muchísimo del medio televisivo, pero ¡caramba! Son 340 cuarentas programas de “Alo presidente” y unas cuantas Cadenas es decir unos cuantos Postgrados y hasta Pre-grados, diplomados etc. en conocimientos  del medio y de un personaje llamado Chávez.

Alo presidente y en general las transmisiones del Presidente se han superado con creces, pero, siempre hay peros, a estas “alturas del juego” no se justifica (que desesperación e impotencia da) oír al presidente Chávez reclamando o diciendo: “no hay un micrófono por allí”  o “eii camarógrafo es por aquí compadre enfoca aquí” “acerca la cámara”, “retira la cámara”, “ábrela un poco mas” en otras palabras Chávez hace también, ¡el trabajo del director!.

Es el ánimo de este artículo construir, aportar desde la audiencia, desde la visión del “televidente” y señalar algunos ejemplos que hacen que se caiga un programa o un esfuerzo comunicacional,  señalaremos una de las situaciones típicas, que se repite y que a nuestro humilde opinión de mucha gravedad: es cuando el presidente esta concentrado desarrollando un pensamiento profundo y pedagógico, esta haciendo política reflexiva, vital, esta realizando esfuerzos extraordinarios de convertir la abstracción y llevarlo a lo concreto, a la menudencia, a lo cotidiano y el director se va con las cámaras a “ponchar” a grupos de invitados o público en general  que ni bola le están parando a Chávez y que solo están pendientes para donde se mueve la cámara y atravesarle el rostro y  salir por televisión para que amigos y familiares los vean.

¡Coño! Director quédate con el tipo pana, deja tu cámara 2 allí fija, si quieres refrescar hazlo con un cuadro, algún motivo pertinente, con alguien que este realmente “concentrado” con el discurso, pero no te vayas a farandulear, recuerda siempre, que hay millones allí delante del televisor (las audiencias) que se desconcentran y se arrechan y que en definitiva se convierte en un “irrespeto” al exponente y a la audiencia”

Lo de Margarita con El líder libio, Muamar Kadafi (Que recibió la orden Libertador y una réplica de la espada de Simón Bolívar) fue desesperante, una visita histórica, tanto como la del papa, desde el punto de vista técnico y de movilización, en una locación universitaria y asistencia “multipinta” el presidente le da la palabra como orador a Kadafi para que se dirija a todo el  país y el director mas perdido que nunca  (falta de visión política) descuidando al invitado y su discurso y se “recreaba” dándole protagonismos al publico ávido de salir en cámaras.

Se requiere se ruega una dirección que este incorporada al equipo político que maneje el contenido de los programas de Alo Presidente y transmisiones del Presidente que entienda el hecho comunicacional como un elemento táctico vital para el avance del Proceso.

Una anécdota necesaria

Hace 20 años o más celebraba una fiesta en el apartamento de una amiga, un tremendo bonche, y llamaba la atención de todos, un personaje que por su actitud en este caso muy pasiva y cara de bonachón y por si fuera poco con lentes “culo`e botella” (en 2 horas de fiesta y baile y bochinche) dicho personaje solo se movía del sitio donde había ubicado (la pared opuesta al balcón) para buscar nuevos trago.

En la algarabía y movimiento de tremendo bonche, un amigo quien había llevado a su novia a la fiesta, en medio de tragos y la alegría, cuadra, liga, lo que llamábamos un “empate coyuntural” con una bella chica (producto del despiste originado por la ingesta etílica como diría Luis guerrero) y se da unas “latas” (besos intensos, para los que no manejan los códigos) quienes conocíamos al pana quedamos sorprendido ante semejante osadía y más atónitos por la tranquilidad con que lo tomó su novia, quien luego de 10 minutos bailando con un desconocido y delante de su novio quien se encontraba en la pared frente al balcón, toma “venganza” pagándole con la misma moneda y se da una lata (beso) “electrizante” con el desconocido.

El novio ve aquel acto de “venganza” (ojo por ojo diente por diente) ejercido en igual proporcionalidad por su novia y ante la impotencia, buscando una forma de “aliviar” su ira, da un giro, voltea y le clava un solo coñazo (puñetazo) al  inocente bonachón con lentes “culo`e botella” cayendo al suelo desmayado sin la menor idea de lo que estaba pasando, y sin saber el motivo de aquel suculento coñazo.

La fiesta se terminó con una pelea colectiva y la llegada de la policía, cuando el amigo bonachón, vuelve en sí y  recobra el conocimiento, sólo logra atinar unas frases: “¿Que pasó?” “que hice”, “Yo fui invitado por la dueña de la fiesta”

Luis Brito García como el Bonachón de la fiesta

El Alo Presidente 340 en la Universidad Nacional Experimental de Las Artes, ubicada en el Centro Cultural Plaza Morelos (antiguo Ateneo de Caracas); donde se hizo un recorrido y expresaron artistas e intelectuales, hubo representaciones de Bertolt Brecht, se hablo del camarada multifacético Cesar Rengifo, se hablo de lo humano y lo divino, de proyectos y sueños, de giras y recursos financieros, se hizo presente con un peso especifico el eurocentrismo y de alguna manera fueron “marginados” nuestros indígenas y afrodescendientes, cultores populares del escenario, de la locaciones o “set principal” y hasta del discurso. Quizás lo experimental obvió lo obvio incorporar en primer plano, los saberes populares, la identidad, el Patrimonio Cultural Humano, lo ancestral, lo originario, un esfuerzo tan hermoso, un programa tan bonito, lleno de contenido, se cae y se hunde por los “detalles”. Si el Presidente no voltea y ve a alguna gente y dice “¡epa!... yo por aquí no he saludado, mira por aquí hay un poco de gente vale”...”Aquí estoy viendo una mujer de traje rojo me parece una india, wayuu, warao”, y a partir de allí el Líder presidente desarrolla una dura y demoledora  critica (que seguramente por del estilo, forma y contenido generó desacuerdo) y autocrítica  y lo primero que expresa es su “descuido” y el presidente dice: “por descuido mío, no le hecho la culpa a nadie, no, solo que yo tengo de frente aquí un escenario que me atrapa, unos rostros que me atrapan y una pantalla que estoy pendiente de allá, de allá, de allá....” (En otras palabras el Presidente lo hace público y se responsabiliza pero todos sabemos que fueron fallas de  producción casi exclusivamente del equipo de producción y asesores, no se escapa nadie incluye director, asistentes, camarógrafos, etc.)

Estos “pequeños detalles” se convierten  en errores por ausencia de “preparación” política, producto de una concepción del  mundo (concepción expresada en la costumbre como diría Chávez que la llevamos en los tuétanos por  500 años de “colonización mental” y no nos damos cuenta)  de la desviación en la  visión de la estrategia histórica. Alo Presidente es una escuela exigente, que obliga a estudiar a todo el equipo y así lo debería asumir el personal  que allí labora, cualquiera sea su rango o preparación académica, sin compresión política, del proyecto estratégico del proceso, de la importancia del hecho comunicacional por mas voluntarismo y conocimiento técnico “televisivo” que se tenga, se crean vacíos en la producción.

Un director con la “sangre fría” que le da la seguridad de lo que esta haciendo, por que previamente se ha realizado un trabajo de pre-producción, un trabajo en equipo, un estudio de los contenidos del programa, por su comprensión política, y la experiencia en situaciones “conflictivas”, inesperadas, sorpresivas, incisivas, debe quedarse sin dudar un instante con las cámaras “ponchando” al Presidente (Independientemente de el estado emocional que pueda inferirse de las palabras irónicas o no, del Líder-Presidente, cuando se refería a la ubicación espacial asignada a los ministros, rectores e intelectuales en el set o plato principal)  y si cree necesario refrescar, debe hacerlo con objetos, jamás personalizar el discurso improvisado por el Presidente con alguien del público (como hizo el camarógrafo y/o director con el “bonachón” de Luis Brito García, quien fue invitado por el Presidente Chávez), a menos que expresamente pida la participación de alguien en especial, como efectivamente lo hizo, cuando solicitó que enfocaran a Roberto Hernández Montoya.

Ha transcurrido una década, desde aquel primer Aló Presidente (show televisivo estilo “feria de la alegría” de la primera “desdichada” gestión del canal 8 comenzando el gobierno de Chávez) que tuvo como colofón una “pulga” (jubilados o botados) contra los viejos trabajadores “Formados por la BBC de Londres, TVE, etc. allí comenzó el calvario de errores que aun se esta pagando.

Tenemos que mejorar al máximo el mejor programa de al televisión Venezolana y cuidado si unos de los mejores programas de televisión del mundo.

Y cuando alguien pregunte por su perfección, ¿Quién dirige aló Presidente? Respondamos: Dudamel dirige Aló Presidente.

Nota: El articulo esta inscrito en el animo de una critica constructiva, para mejorar, ya que aun se puede mejorar más Aló Presidente, y aprovechar de felicitar a todo el equipo que participa en el diseño del mismo, nos es fácil mover el palito de espalda al público con un Líder tan impredecible y creativo como el Presidente Chávez.