Artículo "Aporrear al gobierno o aporrear a la oposición": http://aporrea.org/medios/a92970.html
Si es cierto que este portal surgió en los días aquellos del golpe del 13 de abril, y nos unimos a él un grupo de soñadores, algunos ya fallecidos, otros seguimos tozudamente vivos.
Pero me parece que usted olvida que sin crítica no hay revolución, y me gusta agregar “sin revolucionarios tampoco” es cierto el espacio se abrió, no únicamente en la web de Aporrea, con su calor y su ejemplo valiente y frontal contra el enemigo del proceso y la quinta columna endógena “que existe realmente”, Aporrea mantiene sin temor los espacios críticos necesarios, para que esta revolución avance.
Por eso estamos de acuerdo que: ¡sin crítica no hay revolución posible!
Quién puede pensar siquiera, que Aporrea se convierta en un medio contra revolucionario, ¡ni soñarlo compa Mosquera!
No hay que descuidarse, hay que estar vigilantes con los planes conspirativos de la oposición pro yanqui. Pero, no hay que olvidar ni por un momento de que esa oposición, se alimenta de los errores del gobierno revolucionario, muchos de ellos hechos a ex profeso y cocinados dentro del propio gobierno gracias a la derecha endógena y a los quintacolumnistas infiltrados hábilmente este gobierno revolucionario con franelas pintadas de rojo y que se han enriquecido con jugosos y pingues negocios a costillas del pueblo y del proceso mismo, con nada más ser pana del pana.
¡Esos no son revolucionarios verdaderos!
En el momento que nosotros entremos en el círculo del diablo en el que nos quieren meter esos llamados chavistas sin Chávez, o la llamada derecha endógena, estaremos perdidos, ya no existirá más crítica, ni tampoco revolución verdadera.
No podemos hacer caso a esos cuentos de que los trapos sucios se lavan en casa, como dicen los Adecos. No, hoy los trapos sucios se deben lavar frente al pueblo y en la plaza.
O es que el panita Mosquera no escucha al presidente. O acaso lo escucha y le tuerce la línea a conveniencia propia.
El verdadero enemigo es el imperio y su geopolítica de dominación de todas las zonas energéticas del planeta y de confrontación política en contra de su hegemonía. Y en esto estamos entre los primeros en el centro de la diana. Somos por ahora, el punto rojo del colimador de los Halcones del Pentágono y del Gobierno de el Águila Calva.
¡Hasta la victoria siempre¡