Marcel Granier continúa con su estrategia de desacreditar al Estado venezolano, al mismo tiempo que promueve disturbios destinados a desestabilizar el país.
Todos los canales que fueron sacados de las “parrillas” de las empresas de televisión por suscripción, están nuevamente “al aire”, porque fueron a CONATEL y cumplieron con la ley.
La excepción es RCTV y el ministro Diosdado Cabello lo atribuye a “que tienen un ego demasiado grande, un orgullo que no le permite reconocer que deben respetar la ley”
Por lo menos ingenuas nos lucen las declaraciones del Ministro. No es un problema de orgullo y mucho menos de ego; se trata de una estrategia destinada a presentar al gobierno venezolano como un gobierno represor, conculcador de libertades y enemigo de la libertad de expresión.
Marcel sabe que cuando a él le venga en gana, CONATEL recibirá a uno de sus empleados con los recaudos que la ley exige y RCTV saldrá nuevamente al aire; pero mientras tanto se toma su tiempo para hacer daño.
De hecho, algunos gobiernos, entre ellos el de Francia, emitieron opinión crítica hacia nuestro gobierno. Mientras que por miles se cuentan los opinadores de oficio que han salido a expresar que RCTV ha sido censurada.
¿Hasta cuando este gobierno permitirá que Marcel y otros oligarcas conspiren con descaro, mientan impunemente y de paso se burlen de nuestras autoridades y nuestras leyes?
Si ya montaron la campaña de descrédito; si ya produjeron el efecto que deseaban; si ya informaron al mundo que el gobierno de Chávez los cerró definitivamente ¿por qué no aprovechamos en le concedemos la razón?
Si no estamos dispuestos a hacer eso, por lo menos tomemos una acción destinada a acabar con la farsa en breve.
¿Qué hace un juez cuando cita a un ciudadano y no acude a su despacho? ¿Será que lo espera hasta que le salga del… alma?
Si el ministro Cabello hiciera lo que hacen los jueces con altaneros y prepotentes como Marcel; darle un ultimátum. Se acabaría la comedia de inmediato.
Es sencillo, basta con que se emita una resolución pública dónde se le da a RCTV un plazo de cuarenta y ocho horas para que cumpla con la ley. De no acatar el llamado, se considerará que no tienen interés en operar en Venezuela y se dará por cerrado el caso, sin derecho a revisión.
Júrenlo que Marcel se traga eso que el Diosdado llamó orgullo y ego, y acude mansito a ponerse a derecho. Ahora, si no lo hace… mejor pal perro.
Lo contrario significa aceptar que sean Marcel y su empresa quienes decidan cuando cumplir con la ley y cuando no.
ALEXIS.ARELLANO@pequiven.com