Y seguiremos escribiendo sobre el tema para ver si ocurre un milagro. Estamos en un debate con sordos y mudos. No hay un sólo funcionario del alto gobierno que se atreva a mencionar el tema en toda su crudeza, en toda su dimensión sociopolítica. Si lo hiciere será tildado de contrarrevolucionario, de la derecha, pagado por la CIA y otras pendejadas más. Estamos en una guerra de cuarta generación (comunicacional) y en Miraflores no se han percatado de ESO. Ya pasó una generación (van 11 años) y parece que continuará el drama shakesperiano: ¿Seremos o no seremos combativos? La canalla asesina y lacaya nos golpea diariamente, hasta por debajo de la lengua, y nosotros seguimos en el limbo actuando siempre a la defensiva. Algunas veces el señor presidente toma iniciativas y sacude al país con decisiones enérgicas que sus ministros aplauden con furia pero ellos son incapaces de tomar la iniciativa en el combate. Eduardo Samán fue una excepción. Los canales de Tv oficiales siguen en el desperdicio del tiempo. Parecen verdaderos zombis de la guerra mediática. Son aburridísimos, casi siempre con los mismos temas fastidiosos y repetidos, que si el capitalismo, el neoliberalismo, que si el líder X de la oposición dice mentiras, etc., las mismas güevonadas de todos los días. ¿Por qué carrizo tenemos que analizar las babiecadas que dijo la SIP (suciedad interamericana de prensa), las mariconadas de los entrevistados por la cloaca Globovisión o los comentarios que dice el pajúo Ismael García o el imbécil Julio Borges? ¿Para qué? ¿Qué nos deja toda esa basura de mierda? Por los canales privados de Tv se ha insultado la majestad presidencial millones de veces, se ha mentido descaradamente culpando a chavistas de crímenes y delitos sin fin y no pasa nada. Tuvieron que salir dos diputados de la burócrata Asamblea Nacional a denunciar los desafueros del etílico Álvarez Paz y del burgués “buenote “de Zuloaga para que la justicia se haga presente ante tanto estiércol de infamias. En las pantallas de “nuestra Tv revolucionaria” no se consulta al pueblo sobre esos temas y por lo tanto no se genera una matriz de opinión que catapulte una acción judicial contra el hampa de políticos opositores. El pseudo periodista Poleo que habló públicamente sobre la posibilidad de que Chávez saliese ahorcado de Miraflores quedó impune. La comisión de medios de la perezosa AN no hizo nada pero si alguien habla mal del Psuv ahí si aparecen en las pantallas a rasgarse las vestiduras. ¿Recuerdan aquella dizque interpelación que la AN le hiciera al imbécil Alberto Ravell? Hicimos el ridículo, el cuadrúpedo ese se burló de los diputados “vergatarios” que le hacían preguntas, unas más idiotas que otras.
¿Quiénes son los invitados a los programas de opinión de VTV, y ANTV, por ejemplo? Casi siempre los mismos aburridos de siempre que critican a la oposición y alaban al proceso bolivariano. ¿Dicen algo nuevo? Si lo han dicho en los últimos meses no me he enterado porque prácticamente no sintonizo esos canales que inducen al bostezo. Si no fuera por el “Aló Presidente” no sé qué pasaría en el país.
Algunas veces Vanessa Davies entrevistaba uno que otro caso de denuncias del pueblo llano, a mil por hora pero al menos hacía algo. Los barrios y urbanizaciones no son visitados para pulsar el sentir popular sobre la gestión de gobierno municipal, estadual o nacional, para conocer sus necesidades más urgentes. No sabemos lo que sucede en todos los estados del país. No sabemos qué está pasando con la acción judicial para esclarecer el asesinato de centenares de campesinos solidarios con el proceso, por ejemplo. No se escucha una crítica a la gestión presidencial. Nadie se atreve a decir que las cadenas de nuestro líder se han vuelto tediosas y repetitivas en muchos temas y por tanto el primer mandatario no podrá corregir sus errores mediáticos que incluyen la saturación en sus apariciones, etc. En Radio Nacional la cosa es diferente. Yo me entero de muchos logros del gobierno es por ese medio. El pueblo se expresa libremente y no hay la censura que aprieta en los canales de Tv oficiales. El Sistema Nacional de Medios precisa una guarimba antípoda, un cambio inteligente, requiere con urgencia de aplicar las 3 R, necesita que cambien a esa ministra que no permite una acción audaz e inteligente para combatir frontalmente en esta guerra de cuarta generación. Allí necesitamos un ministro sin miedos y un presidente que permita la autocrítica que logre un salto exponencial en el avance revolucionario. El poder popular reclama a viva voz que le den tribuna en VTV y que se acabe la censura reaccionaria. Si la voz del pueblo es la voz de dios, entonces queremos ver de frente ésa voz, coño.
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