Miércoles, 24 de octubre de 2012.- Rodolfo Santana, escritor, guionista de cine, dramaturgo, director de teatro, se despidió de su público en el teatro Nacional de Caracas, desde donde partió hacia su pueblo natal, Guarenas, a cerrar su círculo vital, en un viaje sin retorno.
En la plaza aledaña al Teatro, tuvimos la oportunidad de registrar tres testimonios de gente ligada al arte teatral: Simón Pestana, visiblemente afectado, se refirió entre otras cosas, al impacto, que recibíó como actor, de la obra de Santana, haciendo énfasis en "El Animador", la cual reponemos para los aporreadores, añadió: "Él quería transformar con el teatro, llenar de conciencia y transformar a la sociedad y a quienes hoy vamos a seguir su legado. Pienso que lo logró, fue mucho lo que él hizo y creo que es un ejemplo para todos los venezolanos... "
Fernando Acosta, vocero nacional de la Red de Teatro y Circo de Venezuela: "Para nosotros Rodolfo es y va a seguir siendo un maestro, un guía, es nuestro sur, diríamos que el sur es nuestro norte...desde que leí "La muerte de Alfredo Gris"...y de ver "El gran circo del Sur"...y luego "La empresa perdona un momento de locura", ver "Fin de round" y haber leído "Barba roja", "Tarántula", "Algunos en el islote"...Algo que nos decía Rodolfo siempre, a través de sus obras, "Lo importante es el pueblo, lo importante es el compromiso del teatro...hay una utopía que no la hemos perdido, no la hemos perdido"...por ese compromiso permanente de su teatro y de él, como hombre, como ser humano ante la vida y ante la revolución, Santana va a perdurar para siempre...Rodolfo por siempre, un aplauso permanente"
Federico Espina, vocero principal de La Red Nacional de Teatro y Circo, capítulo Bolívar: " Hablar de Rodolfo es hablar de la historia del teatro venezolano, es hablar de la historia de Venezuela, es hablar de las características propias de una cultura, que recoge en esencia lo que en el fondo ha asumido gran parte de nuestro país con respecto a su realidad y como el teatro es una reflexión permanente de la conducta humana, Rodolfo la asumió con toda responsabilidad en su dramaturgia...Rodolfo es una escuela que queda para la vida, no solamente para la vida del hombre de teatro, sino, para la vida del espectador, para la vida del venezolano..."
