No es una exageración del Presidente Chávez cuando señala que “hay que escuchar al pueblo”. Igualmente, y en el mismo orden de ideas, cuando dice: “estamos aquí para obedecer, estamos aquí para que el pueblo nos mande, nos interpele, nos regañe, nos oriente, nos critique…”. Y, también, siguiendo con las palabras del Presidente, al precisar: “Cuando se habla de la interpelación, es interacción. Pueblo interpélame, Pueblo regáñame, pero yo también me guardo el derecho de interpelarte”. Es decir, una interpelación desde el Pueblo hacia el liderazgo político y desde el liderazgo político hacia el Pueblo. Así lo refleja su discurso del 28 de marzo de 2011, ante la Dirección Nacional y los Equipos Políticos Estadales del PSUV. Hace referencia al PODER OBEDENCIAL, no para mandar, sino para obedecer al Pueblo.
Pudiéramos decir que la acción de “escuchar” es el punto de partida de todo verdadero proceso revolucionario, auténticamente socialista. Es la mayor expresión de la conexión y la fusión permanentes con las bases. En palabras de Fidel, de su conocido concepto de Revolución, “es tratar a los demás como seres humanos”. Eso es también, y fundamentalmente, “escuchar”. Es “respeto profundo” hacia los demás, es “humildad”… Nuestro partido, el PSUV, y nuestras Instituciones Públicas están más cerca de la sordera, que de mostrar capacidad de “escuchar”.
Si ya existe la Misión Milagro, de atención oftalmológica, no parecería descabellado crear la Misión Decibeles, de atención acústica. Y este señalamiento viene al caso por una SOLICITUD que, públicamente, y con todo respeto, quisiéramos hacerle, mediante este artículo de opinión, al Presidente Chávez y a la Ministra del Poder Popular para la Salud, María Eugenia Sader. Desde hace tres años, cuando menos, todos los Centros de Salud de Barrio Adentro, bien sean los CDI o los SRI, y los Consultorios Populares, a nivel nacional, vienen presentando graves fallas en el suministro periódico de los insumos de limpieza y otros insumos de uso diario. Los colaboradores cubanos y, muy especialmente, la comunidad organizada, vienen “haciendo de tripas corazón” para suplirlos, con recursos propios. La Fundación Barrio Adentro ha demostrado, una y mil veces, una total incapacidad para cumplir esta tarea, quizás porque está muy alejada de las comunidades. Uno se pregunta, y propone: ¿Por qué no se le transfiere esa responsabilidad a los Comités de Salud? Cada Coordinador Médico, responsable de un CDI o de un SRI, y cada médico de Consultorio Popular saben muy bien cuáles son los Comités de Salud que han sido consecuentes y solidarios con ellos, desde la creación de la Misión Barrio Adentro, en el año 2003. Los médicos cubanos pueden identificarlos con absoluta precisión y hacer un listado detallado de ellos. Esto lo decimos con total conocimiento de causa. Los Comités de Salud, la mayor parte de ellos, trabajan con gran eficiencia e inmenso compromiso revolucionario. Tienen, al frente, líderes comunitarios extraordinarios, en su gran mayoría “mujeres”. Sería el mayor de los reconocimientos a tan digna labor de los Comités de Salud. ¡Escuchemos al Pueblo! ¡Confiemos en el Pueblo!
Clase Media Revolucionaria
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