Si pues, los más recalcitrantes y tramposos representantes del sector empresarial, se niegan a perder sus espacios y poder de influencia que manejaban a su libre albedrio en el siglo pasado, y por eso fomentan, mejor dicho fomentaban, crisis artificiales para asegurar y forzar subidas de precios, en intento de golpe financiero que fue abortado.
Y ante los próximos comicios legislativos lanzaron su cruzada política con el propósito de golpear la base social de gobernantes legítimos que le son incómodos, muy incómodos.
Inútilmente le declaran la guerra al gobierno del presidente Chávez, que ha sido el único gobernante del país que va de frente contra las maniobras de quienes desvirtúan el sentido en la intermediación del mercado de valores, con fines de elevar sus ganancias en grosera especulación.
Así armados de sus nuevos fusiles mediáticos apuntan al cerebro y a la voluntad de los consumidores; despliegan titulares y más titulares. No quieren que usted piense, sino que consuma “su” información; pronosticando que “Venezuela se derrumba”, al tiempo desfilan por todos esos Show reality o “peña de amigos” de sus periodistas, y de conocidos laureados economistas de otrora, que también entonces, se decían revolucionarios, que los ensalzan y hasta creyones los vuelven; pero pierden de vista que ahora la gente participa, protagoniza. Ya no es gafa.
Todos los habitantes del país seamos o no chavistas, patriotas, revolucionarios, todos somos consumidores y conocemos que la bolsa de valores es una institución reconocida por el derecho mercantil, su creación fue fundamental para la negociación de títulos en todas las economías del mundo, pero que no pueden operar arbitrariamente al capricho de la especulación comercial.
Por eso la gente sensata entendió que el gobierno del Presidente Chávez que no es esclavo del libre mercado, sino un gobierno soberano y con autoridad para defender los intereses de la sociedad, que está por encima de un grupo de vivos titulares, sancionara y allanara unas cuantas casas de bolsas en el marco de de la Constitución y las leyes.
Se detuvieran a especuladores del fraude comercial y financiero, quienes con su voracidad apátrida, contribuyen al índice inflacionario debido al intercambio de bonos designados en bolívares por las divisas verdes o dólares del mercado negro de forma grosera, arbitraria contra la salud económica del pueblo
Repasar es recordar -dixit Presidente Chávez- que los gobiernos anteriores manejaban a su antojo y capricho el sector financiero, tiempos en que de todo se conoció, entre otras cosas : crisis de bancos, el nefasto viernes negro, Gobernadores que hicieron de las suyas para acumular riquezas, tal cual el recién visitante Diego Arria, el de la hacienda finca, granja, Carolina, en fin grandes extensiones de tierra, y el otro magnate conductor de periodistas, heredero de la casa Guipuzcoana, acepta “que especula pero da empleos”. ¡Pobres periodistas que a tasa de especulación tengan sus cargos!
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