Si la oposición se repliega, nos ataca la burocracia...

Pasado el proceso electoral del 26S, al oposicionismo apátrida les ocurrió tal cual previó el Camarada Presidente, Hugo Chávez, en su intervención ante los diputados/diputadas electas: “La borrachera de los 15 minutos que tiene la oposición, ellos van a despertar en pocas horas. Tienen la borrachera, muy similar al paroxismo, un éxtasis, un acabose permanente. Ellos van a despertar y se van a llevar tremenda estrellada cuando se den cuenta de la verdad. Podrán hacer bulla, podrán dar discursos ahí, pero yo me río cuando dicen: “Nosotros vamos hacer las leyes tal y tal”… ¿Hacer las leyes? ¿Cuáles leyes?...Pero ¿no se han dado cuenta? ¡Claro! porque el que se dedica a la mentira, termina creyéndose su propia mentira, ese es un fenómeno psicológico. ¡Bájense de esa nube! ¿Cómo que van  hacer leyes?...”, dicho y hecho, el Camarada Presidente, Hugo Chávez, aprovechando la “borrachera” de los apátridas les acertó un golpe directo al mentón, propinándoles tremendo nocaut, con las expropiaciones e intervenciones a las/los  estafadores inmobiliarios, estrechamente  vinculados con el oposicionismo, casos como el de Carlos Alberto Pérez Schael, directivo de las sociedades mercantiles Promotora Hacienda Humboldt C.A. y Promotora Yuriari  C.A., quien en pleno frenesí opositor en abril de 2002, fue propuesto por la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, como ministro de viviendas para el gabinete del fascista Pedro Carmona Estanga; Luis Emilio Velutini, del Fondo de Valores Inmobiliarios S.A.C.A, firmante del decreto auto-proclamatorio de Pedro Carmona Estanga; Domingo Plaz Castillo, de Urbania 2007, fundador de la organización Súmate, junto su hermano Alejandro Plaz Castillo y María Corina Machado; entre otros/otras, que vienen a explicar el por qué de la inclemente campaña mediática opositora a través de sus medios Globovisión, Unión Radio y El Nacional, principalmente; y de las furibundas respuestas de líderes apátridas como Ramos Allup (AD) quien llamó "lambucios" a quienes están reclamando sus derechos.

  De este nocaut,  aún no se recuperan, aunque de la “borrachera” sí; han comenzado a pisar tierra y ver la tremenda metida de pata que metieron al apoyar a sus delincuentes inmobiliarios, razón que los ha llevado a guardar silencio sobre el tema; mientras, el Gobierno Revolucionario ha pasado al contraataque no solo en lo mediático, sino como solicitara el Camarada Presidente, Hugo Chávez, comenzar a ver esos delincuentes tras las rejas y expropiarles sus bienes, producto de sus delitos, en otras palabras, hacer justicia.

  Pues bien, este contraataque revolucionario fortaleció, abrumadoramente, la gestión presidencial, como lo indicaron las encuestas hechas a posteriori, elevándose considerablemente el margen de apoyo a la gestión presidencial. Es así, que frente a una oposición debilitada otros serían los factores que arremeterían contra la Revolución Bolivariana y más peligrosos.

    No había terminado de consolidarse el contraataque cuando factores internos arremetían en contra de nuestra Revolución Bolivariana; se incrementaba el deterioro del servicio del Metro de Caracas, pese a que el Camarada Presidente, anunciaba el desembolso de considerables recursos para su mantenimiento, hasta desembocar en la acción de protesta de los usuarios/usuarias producida por los reiterados retrasos en su funcionamiento. Protesta que, de inmediato, activó las defensas de esos nuevos factores que arremetían contra nuestro Proceso. La burocracia, anunciaba así, su presencia en el escenario político de la contrarrevolución. A la protesta popular, la calificó de terrorista y saboteadora, sobre ella justificó su ineficiencia e inexperiencia.

  En el “Contenido económico del populismo y su crítica en el libro del Sr. Struve”, Lenin escribió que: “el rasgo característico del Estado es la existencia de una clase particular de individuos en cuyas manos se halla concentrado el poder”...“La capa particular que posee el poder en la sociedad” capitalista “es la burocracia. La ligazón muy estrecha y (...) directa de este órgano con la clase de la burguesía, lo evidencia la Historia –la burocracia fue el primer instrumento político de la burguesía contra los feudales” y “los representantes de la vieja nobleza en general, y la primera salida, no de los terratenientes de rancio abolengo, sino de los plebeyos de la burguesía, al palenque de la dominación política–, como las propias condiciones de formación y desarrollo de esta clase –a la cual sólo tiene acceso la gente burguesa salida del pueblo–, vinculada a la burguesía con miles de fortísimos hilos”. Y  traigo a colación esta cita de  Lenin, para que, quienes defienden a ultranza  a nuestros burócratas rojos rojitos, abran los ojos y puedan comprender, que el enemigo no solo esta fuera, sino que al ladito de cada uno de nosotros/nosotras tengamos uno, potencial, y eso es, lo que los hace más peligrosos. ¡No digo, pues, si hasta los defendemos!. Lenin los fustigaba acusándolos  de  ser: “NUESTRO PEOR ENEMIGO INTERNO ES EL BURÓCRATA, el comunista instalado en un cargo de responsabilidad, un tanto severo, pero «virtuoso»: no aprendió a combatir la burocracia”, ni “es capaz de luchar contra ella, y la encubre. Debemos librarnos de ese enemigo y lo lograremos con la ayuda de todos los obreros y campesinos”. (“La Situación internacional e interior de la República soviética”).

  Rebatida la acusación burocrática de saboteadores y terroristas, en el Poder Judicial, a los usuarios/usuarias protestantes del Metro; ahora, a través de mampuestos, esa burocracia intenta ahora reeditar en ellos/ellas, aquella política opositora y golpista hecha contra los camaradas defensores de Puente Llaguno, defenestrándolos como “pistoleros de Llaguno”. Señalando que hay impunidad, que el ministro tiene poco tiempo en el cargo, que el juez de la causa actuó similar al TSJ de 2002, endosándoles a los compatriotas señalados como “saboteadores y terroristas”, que actuaron preñados de buenas intenciones, en fin, por más que se tongoneen se les ve el bojote, el de la burocracia, tratando de justificar lo injustificable.

  La arremetida contrarrevolucionaria no quedó allí, a la par de lo del Metro reventaba el caso de la  Arepera Socialista, proyecto bandera de nuestra Revolución, que llenó de algarabía a la furibunda oposición. “Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), adscritos a la División Contra la Delincuencia Organizada, lograron aprehender a seis personas sindicadas de haberse apropiado indebidamente del dinero proveniente de las ventas en la Arepera Socialista de Parque Central. La información suministrada por el Director General Nacional del CICPC, Comisario General Wilmer Flores Trosel indica que los detenidos sustraían de forma diaria parte del dinero producto de las ventas de las comidas…” (Prensa CICPC.17/11/10).

  El caso, debe ponernos a reflexionar seriamente sobre las motivaciones que llevaron a esos/esas compatriotas por el sendero del delito, será que en nuestras empresas de propiedad social no se está retribuyendo el valor del trabajo como debe ser y se continúa explotando a los trabajadores/trabajadoras con salarios mínimos y sin beneficios contractuales, sin seguridad social?. Y la Emulación Socialista?, la construcción del Hombre, la Mujer Nueva, qué se está haciendo en Comerso en función de ello?. Recordemos que estando al frente del ese ministerio, el Camarada Eduardo Samán, dedicaba horas libres de su tiempo a laborar en la arepera socialista de Bellas Artes, valga decir, predicaba con el ejemplo, eso lo continuó el ministro Canán?.

  Bien nos lo señalaba el Camarada Ernesto Guevara, en su obra El Hombre Nuevo: “La nueva sociedad en formación tiene que competir muy duramente con el pasado. Esto se hace sentir no sólo en la conciencia individual, en la que pesan los residuos de una educación sistemáticamente orientada al aislamiento del individuo, sino también por el carácter mismo de este periodo de transición, con persistencia de las relaciones mercantiles. La mercancía es la célula económica de la sociedad capitalista; mientras exista, sus efectos se harán sentir en la organización de la producción y, por ende, en la conciencia… Si un hombre piensa que, para dedicar su vida entera a la revolución, no puede distraer su mente por la preocupación de que a un hijo le falte determinado producto, que los zapatos de los niños estén rotos, que su familia carezca de determinado bien necesario, bajo este razonamiento deja infiltrarse los gérmenes de la futura corrupción…”

  No había terminado de apagarse el caso de la arepera socialista, cuando una nueva jugada de la burocracia aparecía en el horizonte, esta vez, teniendo como vocero nada más y nada menos que al propio Camarada Presidente, Hugo Chávez, quien anunciaba vía cadena nacional su firma al Decreto7.791, Bonificación de Fin de Año, que consiste en el pago de los aguinaldos y el cual estipula la cancelación de 90 días de sueldo, es decir, tres meses, a los empleados públicos. La bonificación de fin de año, sería cancelada de la siguiente manera: un tercio dentro de la primera quincena de noviembre de 2010, un tercio más dentro de la segunda quincena de noviembre, y la última, dentro de la primera quincena de diciembre 2010. Era, por cierto, viernes 12 de Noviembre, valga decir, que el primer tercio debería cancelarse el lunes siguiente, culminado el fin de semana, hecho que evidenciaba lo improvisado de la medida. Los aguinaldos se les ponían “chiquiticos”  a los funcionarios públicos, la burocracia, quienes los recibirían en cómodas cuotas y sin vaselina. Esta medida, el mismo día, generó el descontento entre el funcionariado público, en especial, entre los sectores de menores sueldos, la gran mayoría, cuyos salarios no pasa de los dos  salarios mínimos, cuando mucho. No pasó una semana del anuncio de la medida, cuando el Camarada Presidente, rectificó la metida de pata en que lo metió la burocracia de Finanzas, a través de Twitter anunciaba al país: “Hola amigos y amigas. De nuevo por aquí para informarles que los aguinaldos se comenzaron a pagar: dos meses ahora mismo y resto el 1ro Dic!...”, atrás quedaban los pagos quincenales del aguinaldo para el funcionariado público; la burocracia estatal, le revertía así, esta medida antipopular al Camarada Presidente, Hugo Chávez, la medición de fuerzas, esta vez, estaba a favor de la burocracia.

  Con mucha razón Lenin les advertía a sus partidarios/partidarias: “Si hay alguien quien se presente ante Ustedes y dice: «Terminemos con el burocratismo», eso es (...) una tontería. Contra el burocratismo lucharemos largos años, y quien piense otra cosa es un charlatán y un demagogo”. (“Discurso en el 2º Congreso de los mineros de Rusia”, en T – XXXII).

  Esta batalla apenas comienza, los primeros escarceos se hacen visibles. Es menester que tengamos claro, que el  burocratismo es una deformación pequeñoburguesa del estilo de dirección. Se origina como herencia del capitalismo. Se reproduce por determinadas condiciones objetivas y se materializa, en la existencia de un grupo social de dirigentes y funcionarios/funcionarias, quienes ostentan un status privilegiado, por encima del pueblo trabajador/trabajadora; y anteponen sus intereses (personales, familiares o de amistades), a los de las masas y la construcción del socialismo… 
 

henryesc@yahoo.es

Caracas, 21 de Noviembre de 2010



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Henry Escalante


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