“El que tiene más saliva traga más…”,
frase célebre de Henry Ramos Allup cuando su partido era mayoría en el
antiguo Congreso Nacional y el jefaturaba la fracción de Diputados de la
tolda blanca. Contestó “el que tiene más saliva traga más…”, a un
reportero quien osó preguntarle por qué los adecos aprobaban leyes sin
consultar con las fracciones de otros partidos, (ni siquiera lo hacían
entre ellos mismos). Eran tiempos en que se atragantaba Henry y
se paseaba frente a las curules del hemiciclo, cual león o tigre mirando
prepotente a quienes se atrevieran a observarlo, porque la mayoría de
parlamentarios de la adecocracia se limitaba a leer la Gaceta Hípica…,
no citaban la Constitución para nada, intervenían controladitos con
permiso del partido, preferían hablar por teléfono y eso sí… hacer
negocios… Es el mismo Henry que ahora habla de socialismo… Cuidado
entonces, muchísimo cuidado, cuidadito con el carabobeñito Ramos Allup,
que remoza ideas y conocimientos eruditos, culturales y culturosos, o de
abogado sin ejercicio profesional, viajando a Nueva York cada
Diciembre, entrevistado por revistas para la alta sociedad y la
oligarquía, olvidando que el himno acciondemocratista dice “adelante a
luchar milicianos a la voz de la revolución”, pues que se sepa la
revolución no ha sido nunca promovida desde la Casa Blanca, Wall Street o
el Pentágono, especialistas en golpes de estado. Lo sucedido fue que en
la adecocracia entreguista de nuestra soberanía, un infausto día, uno
de sus fundadores Rómulo Betancourt, a quien el Diputado Henry Ramos
imita con voz gangosa y términos rebuscados del diccionario, confesó que
se había puesto de acuerdo con Rafael Caldera y Jóvito Villalba,
diciendo “los estadounidenses no nos van a echar la vaina de sacarnos
del poder, como lo hicieron con Rómulo Gallegos en 1948”. Hasta allí
durá la famosa tesis hecha libro por Betancourt, llamada Venezuela,
Política y Petróleo, porque desde aquel “come back” al poder a los
dirigentes adecos se les olvidó “una Venezuela libre y de los
venezolanos”, se limitaron a los negocios y darse bomba gobernando y
compartiendo el convite y el botín con los copeyanos, experiencia
gobiernera que ya había disfrutado Caldera como alto funcionario y Copei
partido legal en la dictadura de Pérez Jiménez. Los “pisapasito” del
socialcristianismo enllavados con adecos que se quitaron las alpargatas y
se hicieron pro capitalistas salvajes, llevaron a Venezuela al degredo
de la historia patria entre 1959 y 1999. Entonces no nos vengan con
santurronerías ni provocaciones, el pueblo los conoce, la revolución los
identifica y si afortunadamente por los votos han llegado al Poder
Legislativo -en donde no estaban porque en el 2005 practicaron la
“gafocracia conspirativa”-, fue porque creyeron que no asistiendo a las
parlamentarias iban a tumbar a Chávez y desaparecer la revolución
bolivariana. Bienvenidos, porque ahora si hay verdadera democracia y no
la disimulocracia adecopeyeca, no puede decir el mundo que acá hay
dictadura, pero eso sí, recordemosco una cuña de tiempos de la guanábana
blanquiverde, “mucho ojo con sus ojos”, la mayoría roja rojita
revolucionaria está ejerciendo el pleno derecho que tiene en el Poder
Legislativo y sin necesidad de decir como en forma amenazante gritaba
aquel jefe de la fracción adeca en el antiguo Congreso, “el que tiene
más saliva traga más…”. La mayoría aprueba en nombre del pueblo y ese es
el juego democrático, con la diferencia que en la cuarta república a la
oposición la silenciaban en el Congreso y en la calle la torturaban,
desaparecían o asesinaban, en forma selectiva o en masacres.
luissanchezibarra@hotmail.com