El tema de la Iglesia se ha hecho sentir en nuestro país en los últimos años en momentos importantes del actual proceso de la Revolución Bolivariana, sobretodo por las posiciones y decisiones de la jerarquía católica, expresada y representada abiertamente en la Conferencia Episcopal Venezolana, la CEV.
En la mayoría de los casos, esta se ha manifestado para mostrar su rechazo y fijar posiciones políticas (que no es su papel) contra el gobierno; mientras que en otros espacios; sobretodo en la base de la Iglesia, para mostrar su solidaridad con lo que refleja el mensaje expresado en la palabra de Jesús, sus evangelios y que en algunos discursos, pregona el actual Presidente Hugo Chávez Frías.
Era una tradición en Venezuela que la Iglesia fijara su posición y asumiera compromisos con decisiones trascendentales de tipo político y para ello, sólo habría que revisar la historia y encontrar posiciones como la asumida por la jerarquía católica en la época de la caída del gobierno del General Marcos Pérez Jiménez (Discursos de Mons. Rafael Ignacio Arias Blanco - 1958).
Igual, bastaría también con revisar algunos documentos y publicaciones de un pasado reciente, como los editoriales Gumilla, ediciones paulinas, algunas pastorales o los mismos comunicados o remitidos de la CEV, en momentos decisivos de la vida política del país.
Los cambios desde luego se han puesto de manifiesto en el actual proceso y su participación reciente, le han dado un protagonismo donde no ocultan los jerarcas de la Iglesia Católica sus verdaderas intenciones (revisar actuación de la jerarquía de Iglesia en el Golpe de Estado del 11 de abril) y contrastar esta posición con la actuación de sacerdotes y líderes religiosos en los barrios pobres en hechos como “El Caracazo” o alzamientos como el mismo 4 de febrero de 1992.
Pareciera que la memoria es frágil y algunos prefieren olvidar. No obstante, si revisamos la historia hemos podido observar como la Iglesia (a la cual pertenecemos todos con sentido ecuménico) se ha adaptado a los tiempos y ha interpretado su papel y su timón, al tomar el mejor rumbo y seguir el camino de los pobres; expresado en todos los dogmas y en la doctrina social de la Iglesia, así como en los mismos pasajes del evangelio desde el nacimiento de Jesús (en un pesebre y no Cuna de oro), hasta su palabra revelada ya como Cristo, después de ser bautizado por Juan, “el bautista” y el discurso del Sermón de la Montaña.
Estos signos son significativos y es la profunda reflexión que se hace el pueblo humilde y que representa la gran mayoría de los venezolanos, también abrigados por el mensaje de Cristo de otras iglesias cristianas y que conviven con nosotros en Venezuela, en espacios distintos al de la Iglesia Católica.
En los últimos días hemos encontrado señales diferentes en la jerarquía católica, La llegada a la dirección de la CEV de prelados con “sabor a pueblo” anuncian nuevos tiempos; ojala que las bienaventuranzas hayan llegado al sentimiento de los verdaderos pastores y al calor de los cambios que hoy vive Venezuela.
Vimos con atención una reciente entrevista realizada en TV por el periodista José Vicente Rangel en su programa “José Vicente Hoy”, al también periodista (tocayo del Presidente) y actual presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. Diego Rafael Padrón Sánchez. Ante una pregunta, con los pies sobre la tierra y sin dejar de asomar su posición crítica al gobierno por problemas como la inseguridad, expresó entre otras cosas: - Estamos en un año de reconciliación… la Iglesia es de todos y calificó como necesaria una reunión con el Presidente Chávez.
Esperamos que estas reflexiones no sean una sombra de la Iglesia, como la que vio Don Quijote acompañado de Sancho Panza en su búsqueda del Palacio de Dulcinea y que lo llevó a exclamar: “¡Con la Iglesia hemos topado…Sancho!”.
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