Todo lo contrario a la revolución de la conciencia que caracteriza las ideas socialistas de la revolución bolivariana, desde el oposicionismo desesperado en campaña violenta y muy profusa en su propaganda electorera a través de la TV, prensa impresa y la penetración tradicional de las emisoras de radio, ignaros pre candidatos a las primarias del 12 de febrero han utilizado el tema de la muerte de neonatos en el Hospital Central de Maracay entre el Jueves 2 y el Domingo 5 de Febrero, para hacer campaña necrofílica. Conocemos la calaña de quienes sin tomar en cuenta los detalles y el por qué se produjo el lamentable acontecimiento, juegan politicamente a la muerte para llevarnos al retroceso, montados en autobuses electoreros, ya que les da temor hablar de metros y ferrocarriles para no recordarle al colectivo parte de la gigantesca obra que en este aspecto se puede ver en el territorio aragüeño y en una muy extensa parte de la geografía venezolana, algo nunca visto en la llamada democracia representativa cuarto republicana, donde el dinero de las ganancias petroleras se lo llevaban los cacócratas enquistados en la vieja PDVSA, las empresas transnacionales explotadoras y los gobiernos extranjeros que mantenían y mantienen fichas antipatria en la política contrarrevolucionaria. Afortunadamente en el tapete de la actualidad las mentiras, los engaños, las declaraciones frustradas del oposicionismo a ultranza, timador de su propia conciencia y obediente a guiones fabricados por irresponsables como campaña electoral, no llegan a convencer a quienes permanentemente en estos trece años de administración boilivariana, socialista, humanista e incluyente, reciben, perciben, oyen y por lo tanto son testigos de las investigaciones sin miedo y la conducta revolucionaria, que enfrenta la falta de calidad humana de quienes huérfanos de responsabilidad se han servido de la muerte de neonatos, con el fin de exacerbar el dolor de las familias y alterar a la población. Son irresponsables que incluso difaman a los muertos cuando estos son chavistas, mezclando su fascismo deshumanizado y llenos de antivalores sin moral ni responsabilidad, pues no dejan de ser minoría en su imposibilidad de atraer a la población votante, apelando a circunstancias indeseadas para convertirlas en campaña electoral que incluso viola los artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en cuanto a información veraz y oportuna.
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