CUENTO UNO
El cerdito a quien más nunca “van a provocar” fungía como el más adeco de los adecos. Acostumbrado a joder a todo el que se le atravesara, grito desesperado ante el espejo: ¡Coño, nos robaron las primarias! El NO PUEDE SER retumbo en toda la región –Hay que buscar al culpable, y aniquilarlo. La cotorra María le susurró al oído --Fue un lobito rosado acompañado de un enorme Oso Blanco Polar. La lechuza desde la penumbra exclamó – “Pendejos se dejaron robar los votos, fue el lobito rosado Ratosky, a quienes ustedes le enseñaron todos los trucos y las malas mañas; ¿Y van a seguir apoyando bolsas? El cerdito provocado lloró toda la noche y las lágrimas derramadas se mezclaron con el lodo y allí mismo montó su propio chiquero donde pasa su amarga pena por haber jodido tanto a los venezolanos.
CUENTO DOS
El cerdito Pablito Botella se quedó con la tapita y el tapón en la mano. Perdió el chivo y el mecate y anda más chorreado que palo e ‘gallinero. Ya lo llamó su patroncito, el cerdo mayor desde la tierra de los Incas y le armó tremendo rollo. -Tenéis que ir a llorar al Valle y no creas que me le vas a quitar la candidatura a la gobernación del Zulia a mi adorada cerdita -. Lo que lograstes fue hacerle un favor al Lobo de Arias Cárdenas. No te quiero ver por aquí en mi lujosa porqueriza.
CUENTO TRES
Ese cerdito que llaman “Teochoro” le salió el tiro por la culata y ha quedado marcado por el signo de la pava. A todo el que apoya para la presidencia de “Marranos y Cía.”, pierde. Se fue para el chiquero de Un Nuevo Tiempo para interceder ante el puerco mayor allá en Washington y salió con las tablas en la cabeza. Ahora se ha quedado sin chamba y sin zanahorias. El filósofo del Zulia ha dado la orden de quitarle los desperdicios. Ni rancho de paja le quedo al cerdito “Teochoro”. Ya le ofreció sus servicios al lobito rosado, pero éste le dijo –Zape gato, a otro perro con ese hueso, pavoso -
CUENTO CUATRO
Por allí andan sueltos unos cuantos cochinitos, uno de ellos es el cerdito conocido como “el Baboso” secretario general de la cochinera mayor por allá por los lares zulianos. El mismito que se arrechó por la trastada que le hizo el zamuro Leopoldito cuando declinó a favor del lobito rosado. Los que salieron bien librados fueron los cerditos “Kikin” Bautista e Ismaelito García. El primero fungió de maestro de ceremonia en el brindis de caña y pasapalos que el triunfador les obsequió a los marranos periodistas palangristas en la Quinta de Lujo que alquiló el ganador de las primarias. Comparten los mismos gustos. Este cerdito tránsfuga saltó de Globoterror a la fiesta porque ya se cree ministro de cultura del hipotético gobierno del cochinito rosado Ratosky. Al segundo cerdito le está pidiendo reconteo de votos el cochinito Escarri.
CUENTO CINCO
Ya prepara Chávez su potro para trotar a paso de vencedores de nuevo hacia Miraflores. Se la pusieron de bombita con ese candidatico. Dicen los aldeanos que cuando los cerditos de la MUD escuchan la canción del bravo zorro, sale la luna y aparece Chávez desenvainando la espada de Bolívar, estos huyen espantados y en desbandada. Si al amigo lector estos cuentos para adultos, algunos personajes le parecen conocidos, sepan que están hechos con toda la mala intención. Allá, en el cielo o en donde se encuentre mi padre al lado de Manuel Taborda, segurito está celebrando esta debacle adeca por los tantos cabillazos que le dieron cuando eran dirigentes de los sindicatos petroleros. Lo último que se sabe sobre el cerdito Ramos “El provocado” es que del más allá, Betancourt, Gonzalo Barrios, Raúl Leoni y CAP le ordenaron hacer una plana con un millón de esta frase: ¡Auxilio, socorro, nos robaron las primarias! Colorín, colorado… Y estos cuentos no se han acabado.
Adaptación del cuento “Los tres cochinitos”
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