“Sin ningún viento, ¡hazme caso! Gira, corazón; gira, corazón”
Federico García Lorca
Cuantas veces el corazón ordena en el amor hacia una mujer, cuando la mente aconseja lo contrario…
Es como nos dice hasta el cansancio nuestro gran Simón Díaz…
“Uno no tiene la culpa”…
Como sufre el corazón, cuando la mente bloquea su pasión para que cabalgue a rienda suelta…
Y el diputado Marquina lo sabe, al igual que todos nosotros…
Y en el medio de una confrontación apasionada cuando mente y cerebro son exigidos al máximo por ocasiones que lo ameritan…
El corazón consigue una brecha y saca afuera lo que siente, como mandato del alma…
¡¡Y ahí, no hay espacios para la mentira!!…
Florecen sentimientos ocultos inconfesables a cualquier riesgo…
El corazón no conoce de miedos y de morderse la lengua cuando lo ordena la mente…
¡Que bien habrá dormido esa noche el diputado Marquina!
Sin sobresaltos (signos de quejas delo mas adentro), sin aires que faltan, sin tos de reclamo, sin dolores de cabeza por disputas internas…
Diputado Marquina, lo que hoy siente su corazón, seguramente mañana lo entenderá su cabeza…
Bienvenido corazón extraviado, camarada de luchas apasionadas…
(…)Diputado, cada vez que intentes hablar lo que él no desea, seguramente hablara nuevamente, para el regocijo de todos nosotros…
Compañero Diosdado: ¡¡Moción aprobada!!
josevarela753@hotmail.com
NECESARIO ES VENCER