Rumores que matan

Una de las armas preferidas de los sicarios imperiales (o pro imperialistas, para ser más precisos) que desde la época del mal llamado “padre de la democracia”, Rómulo Betancourt se caracterizaron por disparar primero y averiguar después, es la del rumor.

En contra del comandante y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, la han utilizado siempre, desde el momento cuando éste irrumpió en la vida pública venezolana, por allá por el año 1992, con la promesa cierta de emprender un camino de transformaciones políticas, sociales y económicas, que favorecieran a todas y todos los desdentados y patas en el suelo que, a su paso fueron sembrando los depredadores gobiernos seguidores y ejecutores de políticas capitalistas y neoliberales.

Chávez, ese líder forjado por el bravo pueblo que despertó a su Bolívar 200 años después, para que lo acompañe conduciendo el proceso de total y definitiva independencia, construyendo la Patria socialista, es, por ello, el primer flanco de ataques de la canalla imperialista estadounidense y de los capitales transnacionales que, desde allí se administran.

Miras telescópicas, fusiles AR-15, disparos a corta distancia, alimentos o café envenenado y proyectiles de la mediática y la llamada (por ellos mismos) guerra de Cuarta generación, son tan sólo algunos de los misiles probados y por probar, entre los que destaca, con mucha frecuencia, el del rumor.

La pasada semana de nuevo se disparó  arteramente con ese pesado proyectil, especialmente desde las redes sociales y, muy particularmente por la que controla el narco patilla Federico Ravell. Se habló de la muerte de nuestro Presidente, quien se encuentra en la ciudad de La Habana, cumpliendo su protocolo de tratamientos antineoplásicos para terminar de vencer las agresiones del cáncer que le fuera detectado hace más de un año.

Al igual que en otros contextos, los agentes de la guerra imperial, conocida también como  “de baja intensidad”, disparan, no para matar (al menos no en este caso particular), sino para simular la muerte y con ella desatar el terror, la angustia, la desilusión, la desmoralización y la desmovilización, hasta el punto de provocar caos y crear condiciones para una fase superior de esa misma guerra, en la que sí se utilizarían entonces ejércitos irregulares, mercenarios e invasores que permitan al imperio estadounidense “recuperar”  un territorio que, sienten, nunca debieron perder.

Cuadros de guerra como éste se repetirán interminablemente, porque el desespero de la canalla imperial y sus lacayos en Venezuela, creen que ese es un camino fácil con el que su artillería pretende ablandar el terreno y a los combatientes de la Revolución Bolivariana. Consideran oportuna la coyuntura preelectoral y la temporal enfermedad de nuestro Comandante. Olvidan que este pueblo es una sólida muralla de unidad, que junto a su Fuerza Armada, se encuentra rodilla en tierra, preparada y lista para defender su Revolución presente y por venir.

Sus disparos de rumor, sus atentados y escaramuzas de baja intensidad, tampoco pasarán. Este pueblo está decidido a vencer y no lo detiene nada ni nadie. La Misión 7 de Octubre y el despliegue para nuestra Batalla de Carabobo permitirá este avance hacia la consolidación de la Patria socialista, por la que ¡Viviremos y venceremos!


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Ivan Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

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