Como resultado del anuncio de la enfermedad maligna padecida por el Comandante Hugo Chávez, los líderes adversarios de la oposición venezolana y los del exterior (particularmente los de Norteamérica) han venido haciendo uso de los medios de comunicación masiva para generar matrices de opinión sobre las características de la salud del mandatario, así como también para expresar sus odios e desvaríos mentales de la forma más cruel, tanto como anunciando casi a diario el inminente fallecimiento del Presidente venezolano; al colmo que, este pasado Domingo, lo declararon cadáver y tanto fue la cantidad de mensajes de textos telefónicos asegurando “con los pelos en la mano” que el hombre había partido hacia el más allá, que en el Vecindario “Los Algarrobos” del Municipio Biruaca, en nuestro Estado Apure, fueron muchos los necios opositores que se agruparon en la calle principal frente a una licorería a celebrar los funerales. Nos cuenta un modesto amigo campesino que a esos personajes se les podía ver con ojos desorbitados, movimientos convulsivos y alaridos tétricos intentando convencer a los transeúntes de que la cuestión del deceso presidencial era totalmente veraz y de allí el origen de su fiesta, la cual además de ser mortuoria, también era el anuncio de un nuevo gobierno dirigido por los actores de la oposición, incluso ya algunos de los celebrantes, pasados de tragos, comenzaban a postularse para el cargo de Comisarios locales y una que otra función pública.
Pareciera ser que la totalidad de los dirigentes opositores han logrado para su uso exclusivo la vacuna que los libera de cualquier posibilidad de desarrollar un cáncer u otra enfermedad maligna o benigna; al criterio de ellos los imaginamos absolutamente inmunes y descendientes directos de aquel personaje del Antiguo Testamento, hijo del patriarca Enoc y abuelo del patriarca Noé, de quien se dice que murió en el año del Diluvio, a la edad de 969 años, nos referimos a Matusalén, nombre que se convirtió en sinónimo de longevidad. Y decimos que los imaginamos tan sanos y longevos porque verdaderamente resulta inadmisible la actitud “necrofílica” de mucha gente quienes disfrutan deseando la muerte de Hugo Chávez, incluso hemos visto mensajes de twiter o los denominados Muros de faceboock, donde colocan frases que son propias de personas enajenadas o cuando menos psicópatas.
Por otra parte para quienes por consecuencia de una enfermedad incurable hemos perdido seres amados o amigos apreciados y sabemos, con absoluta certeza, que a diario cualquier otro e incluso nosotros mismos está susceptible de caer en la misma situación, estamos convencidos que los líderes de la oposición venezolana nunca más serán gobierno en este país, por la sencilla razón que la inmensa mayoría de la población venezolana es totalmente contraria a esa conducta signada por el odio visceral y la intolerancia enfermiza, criminal y vengativa. Pues mientras el Comandante convalece y lucha contra la enfermedad que lo afecta, son millones las expresiones amorosas en Venezuela y el mundo deseando su pronta recuperación y larga vida. Incluso son muchísimas las manifestaciones solidarias de los propios militantes de Base o gente sencilla de la oposición, quienes con sinceridad, serenidad y absoluta conciencia humanitaria de la realidad objetiva de la situación, han comprendido que lo de Chávez no es ajeno para ninguna persona que se respete a sí misma y tenga importantes valores humanos.
En consecuencia de todo lo anterior expresado no tenemos ninguna duda que durante todas las semanas que vienen, entre esta fecha presente y el futuro 7 de Octubre, los anuncios de la Muerte de Chávez seguirán siendo la noticia que más surgirá de las mentes enfermizas de los líderes opositores al Comandante de la Revolución venezolana; esa es la más común táctica que será utilizada, dentro de una estrategia electoral, de quienes a ciencia cierta tienen la absoluta certeza que serán derrotados amplia, limpia y contundentemente.
De nuestra parte, consientes de nuestra vulnerabilidad humana, deseamos la recuperación del Comandante Chávez y también de las miles de personas con similares padecimientos, así militen en la revolución o en la oposición, lo hacemos con la sinceridad y solidaridad humana, que aprendimos en ese heredad de valores presentes en nuestros abuelos, madres y tías adoradas a lo largo de nuestra existencia. Y a quienes insisten en la necedad de tropezar reiteradamente con la misma piedra, de manera enfermiza matando a Hugo Chávez y mandando a los dispositivos móviles centenares de mensajes de obituarios, les recomendamos visitar al psiquiatra porque por cada mensaje que arrimen les daremos su Boche Clavado… para desmontar su manipulación mediática.