“bateador mañoso en home, el pícher quiere retirarlo en uno, dos, tres. El corredor de tercera coquetea con las gradas, parece distraído, el pícher observa las bases, todo parece bien…lanza… ¡que haces papaíto! ¡La volaste! ¿el bobo?, corredor de tercera está parado en home… ¡Anotó caminando, sin mucho trabajo!”
Esta mañana, en la primera de las reuniones diarias, para tratar el tema Venezuela y el desarrollo de la campaña electoral, la señora Clinton lucia radiante. En su rostro una expresiva sonrisa indicaba la satisfacción por el nivel de avance de la oposición. Señaló que a pesar de la enorme ventaja electoral, según encuestas, del presidente Chávez sobre el candidato opositor, ¡las cosas van muy, pero muy bien! El posicionamiento de Henrique, por el propio presidente Chávez, como un “majunche” o “bobo” era lo mejor que, desde el punto de vista publicitario podía haber ocurrido. ¡Esta es una campaña electoral donde el candidato se vende como un producto de mercadeo!
Para la publicidad cinematográfica y de tv, el héroe es un personaje fuera de lo común. Es bobo, distraído, flaquito, pelón, anti estético… Cualquier calificativo con el cual el villano quiera desprestigiarlo es relevante y enaltece su heroísmo. En el caso de Henrique Capriles, ya es un triunfo ser representante electoral contra Chávez. ¡Poco importa si gana o no!:
Así triunfó Rocky Balboa, en pelea estelar contra el Soviético Iván Drago. En el periodo de la guerra fría, Rocky, boxeador callejero de “poco cerebro”, enfrenta en Moscú, al poderoso y despiadado Iván Drago. En el último segundo del combate, el coraje de Rocky se impone ante la fuerza e inteligencia de Drago. El público, en principio hostil, lo aclama y regresa a América como héroe nacional. [1]
En Forrest Gump, hombre de “leve retraso mental y motor”, viaja alrededor del mundo, observando de primera mano e influenciando, a favor de los Estados Unidos, los acontecimientos históricos más importantes de la segunda mitad del siglo xx. Es condecorado héroe Americano con la Medalla de Honor. [1]
Más reciente y en el contexto de una elección presidencial, Head of State (de incompetente a presidente) Mays Gilliam un político “de poca capacidad intelectual”, durante la campaña electoral de 2003, por muerte inesperada del candidato presidencial demócrata, es llamado, bajo engaño, a ocupar el puesto como candidato presidencial. Gilliam, con una campaña publicitaria fuera de lo común, contra todo pronóstico, gana las elecciones presidenciales.
En el caso Venezuela; se trata de una campaña electoral en un contexto emocional-amoroso, donde los descalificativos no fundamentales hacia el oponente pueden ser trascendentales al momento de tomar una decisión. La campaña debe centrarse en la defensa moral y ética de la Revolución Bolivariana, sus logros y las perspectivas de futuro.
No perdamos el rumbo, los gringos durante mucho tiempo han sofisticado las técnicas y estrategias del beisbol, también los cubanos y en los últimos tiempos, los japoneses. ¡Que no anoten ni una por wild!
[1] Wikipedia
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