La campaña presidencial acorta su distancia y Henrique Capriles se esfuerza a través de una puerta a puerta igualarse al candidato oficial del Bolivarianismo, Ttte Coronel Hugo Chávez Frías, dando a conocer su tradición histórica y crear pequeñas alarmas destabilizadoras para captar algunos votos provenientes de los descontentos, ya que el presidente candidato a la reelección cuenta un piso sólido que le da una opción de poder segura ante cualquier opositor que desea asumir el liderazgo de algunos partidos políticos. El venezolano está situado frente a un paradigma cierto en el análisis reflexológico del voto, se ha sensibilizado, distanciándose de los hombres criollos que han maltratado la historia en el pasado, logrando replantearse de un nuevo concepto social que avizora un tejido conceptual de este fenómeno que, en su conjunto determina una campanada de sensibilización hacia la unidad del liderazgo y no de partidos políticos. Aunque son piezas fundamentales para la movilización de masas.
Las posturas políticas son de peso, basadas en una experiencia. Esto, nos lleva hacia una identidad geopolítica que ocupa un espacio para favorecer al ciudadano común y al que este apegado a una facción ideológica. Lo cierto, cada sector popular tiene un sentido de debate aferrado a una racionalidad económica que favorece al oficicialismo, de allí, las tendencias favorables hacia la participación ciudadana. Existe una visión moderna de contemplación del trabajo político de cada candidato, tomando en cuenta su experiencia.
Ya las factorías se encuentran produciendo con un número mayor de obreros y, la comunidad está presente como Poder Popular en las mismas, un buen número de residentes que cohabitan al lado de las mismas son empleados para cumplir jornadas acorde con sus especialidades laborales y técnicas. Esto indica un avance en la visión política del Estado y, que el candidato opositor debe rebasar con un buen proyecto de gobierno. Las propuestas de acción del ejecutivo nacional son discutidas desde las bases para asumir un ideal común, tomando en cuenta el propósito de cada empresa y organigrama, en cuanto a su servicio público.
Los postulados por la paz y el dinamismo impuesto por algunos consejos comunales debe ser respetado por ambos candidatos, cuando hablamos de libertad. Pero, la extrema derecha motivada por el partido popular español- José María Aznar- desea vituperar cualquier decisión del pueblo hacia su líder, desea romper con cualquier norma establecida por el Consejo Nacional Electoral, (CNE), y atajar el nuevo dinamismo republicano. Debemos combatir los falsos escenarios motivados por Álvaro Uribe y quienes participaron con Carmona Estanga en el fallido gobierno de pocas horas en el pasado 2002.
Los venezolanos se encuentran emotivamente sensibilizados en la materia electoral y, por ningún motivo desean regresar al pasado, El Consejo Nacional Electoral posee normas estrictas para su cumplimiento y no admite el fraude para legitimar el voto, tal como sucede en países extranjeros bajo el mando de grupos facciosos y de derecha extrema. No obstante, el camino presidencial refleja un apoyo mayoritario al movimiento bolivariano, encabezado por su líder, Hugo Rafael Chávez Frías, actual presidente de nuestra República Bolivariana. Muchos candidatos de la vieja democracia derechista y aupada por Alemania, Francia y España, trataron de cambiar su imagen de hombres de negocios en respetables dirigentes políticos y, que con sus recuerdos de juventud tratan de engañar a muchos ciudadanos de las zonas rurales y periféricas, luego de darse una vuelta en algunas elecciones, cambian su rostro pechando con recortes financieros al país. Tal como hace Mariano Rajoy en España, al burlarse de los indignados y humildes de los burgos españoles.
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