La preocupación embarga y confunde al candidato del oposicionismo, ahora –por conveniencia- bajo una gorra con las ocho estrellas de la bandera patria sustituyendo la que antes usaba, gorra negra con siete estrellas. Irradia desasosiego que se le nota en los ojos y el rictus de amargura que le llevó a mentir descarada y alegremente afirmando que en el país se acuestan cuatro millones de personas sin dormir…, pensamiento engañoso de Capriles que le jugó una mala pasada y donde iba a decir en otra de sus prefabricadas mentiras, que “en Venezuela se acuestan cuatro millones de personas sin comer…”, dijo sin dormir, algo que sí ocurríó y en mucha mayor cantidad en la democracia representativa que él y su gente quieren volver a meternos de contrabando, con ofrecimientos alocados, inconexos y desastrosos en su campaña electorera.
Este muchacho cuarentón, aún solterón, le ha dado últimamente por decir chistes para dejar ver que si le agrada el sexo femenino. Capaz de pronunciar babosadas como recomendar llevar una “bacenilla” (palabras textuales), para no apartarse de la cola el día de las elecciones presidenciales si la persona sufragante le dan deseos de ir al sanitario…, sugiere tal comportamiento, llevar un receptor doméstico de desperdicios, como si el votante puede miccionar a la vista de todos o hacer la otra necesidad mayor, sin salirse de la cola y votar por él…, asegurando además que “las mujeres van a votar por Capriles, porque ellas son las que mandan… y así los hombres también van a votar por él, porque si nó, le cortan el agua a esos muchachos….
¡¡¡Caramba Enriquito!!! con chuscadas o cuchufletas como esa, en un concurso de chistes gafos llegas de segundo por gafo, lugar que -por cierto- es el que te espera en el resultado de las elecciones del siete de octubre 2012, muy atrás del ganador de la Presidencia de la República Hugo Chávez, para el período 2013-2019.
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