La gestión gubernamental del ex - presidente Álvaro Uribe en la hermana Colombia fue macabra, fue un baño de sangre en los cuatro puntos cardinales del país: terrorismo de Estado, asesinatos selectivos, falsos positivos, desplazamiento de grandes masas del pueblo internamente y hacia países vecinos, implementación a sangre y fuego de las medidas económicas desfavorable para el pueblo, instalación de 7 bases militares estadounidense por mencionar tan sólo algunas tétricas medidas gubernamentales.
Ese viacrucis que padeció el pueblo colombiano puede reditarse en Venezuela con el triunfo de Henrique Capriles Randonsky y de la MUD; quienes en sus compromisos de clase burguesa harán de la vida del pueblo cuadritos con la aplicación de las medidas neoliberales contenidas y muy bien disimuladas en el Programa de Gobierno de Capriles-Uribe.
La oligarquía, Capriles y sus técnicos copian al carbón las medidas de Uribe para instrumentalizarlas en Venezuela garantizando así -sin rubor alguno- una economía al servicio de los exclusivos intereses de sectores y clases oligárquicas que en el pasado reciente se adueñaron de toda la economía nacional, ministerios, Banco Central, entre otras instancias económicas en detrimento de las condiciones de vida del pueblo venezolano.
Dicho Programa burgués conducirá de nuevo a madres y padres de familia al desespero de tener que darle de nuevo perrarina a sus hijos para poderlos alimentar, mientras las clases "pudientes" consumen los presupuestos nacionales, regionales y locales en francachelas, en desfiles de moda, carros de lujos y viajes de fines de semana a vacacionar en cualquier isla paradisíaca del Caribe o de Europa.
El detonante del Caracazo o Guarenazo fue que los trabajadores y trabajadoras trabajaban y trabajaban y nada se les redituaba a su favor, cada vez veían deteriorarse sus condiciones de vida para agonizar de la impotencia cada amanecer y acostarse entristecido por la angustia del “qué será de mañana” hasta que las compuerta sociales estallaron porque el pueblo no pudo más y la reacción popular no se hizo esperar, nadie podía contener esa furia del pueblo que el gobierno adeco de Carlos Andrés Pérez quiso contener a punta de balas y bayonetas con el costo para el pueblo de más de tres mil muertes en las barriadas populares. Luego los gobiernos puntofijistas no se desviaron de la ruta expoliadora de los derechos del pueblo.
Entonces, por voluntad popular insurge el gobierno del presidente Socialista y Bolivariano de Hugo Chávez Frías, gobierno viene de esa estirpe de resistencia popular y esa estirpe popular es la que lo sostiene en la primera magistratura del país; es por ello que la oligarquía y el Imperio se plantean: el magnicidio y aplacar la rabia popular con la pólvora de municiones y lanzar los tanques a las calles para silenciar al pueblo.
De consecuencia, la tecnología y el carácter estrictamente empresarial del rendimiento de la explotación a trabajadores y trabajadoras en fábricas e industria acarreará el despido de gruesas capas de trabajadores y trabajadoras de sus centros de trabajo, se les abrirán las puertas al capital privado internacional para que haga de las suyas con nuestras riquezas naturales, impondrán liberalización de sueldos y salarios con salarios irrisorios; en cuanto a las misiones, las desdibujaran en la brevedad del tiempo hasta desvanecerla lo antes posible.
Vendrán las migraciones internas de venezolanos y venezolanas buscando fuentes de empleo, grandes oleadas de compatriotas tendrán que marcharse hacia otros países vecinos por trochas y veredas apostando a la mejor suerte, desintegrándose en consecuencias, familias, amistades, distanciamiento al terruño, a las calles y callejones de nuestra infancia, de la plaza de nuestra vida de adultez y donde esperamos que en ese pueblo queden nuestros huesos, pero no será así, será el destierro forzados por políticas neoliberales y la represión.
También el Programa de Capriles - Uribe creara apartheid sociales de exclusión, donde confinaran a los pueblos, a las parroquias y barrios combativos, que serán cercados por alambradas y custodiados por soldados de la Fuerzas Armadas Oligárquicas que requisarán a quienes entren o salgan; los servicios públicos serán cercenados, condenando en vida a la muerte a quienes se resisten a no ser dócil con las políticas neoliberales de Capriles – Uribe.
Con el Programa burgués ya no habrán aldeas universitarias, esos espacios serán complementarios a los estadios para confinar a presos y presas que famélicos y famélicas pero con convicción dirán con sus rostros demacrados e irreconocibles por las torturas y las pésimas condiciones de vida: ¡presos pero irreductibles!
Mientras Henrique Capriles Randonsky dirigirá en cadena nacional su mensaje a la nación cada 4 de julio en el idioma inglés reafirmando en el imaginario colectivo y para congratulación del Imperio que la República ahora es República de Venezuela, en tanto Uribe ubicado en el presídium del ahora llamado Congreso de la República de Venezuela aplaudirá congraciando las palabras del Drácula Tropical.
Mientras eso ocurre circulan en barriadas, en campos y ciudades volantes clandestinamente que contienen el Preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:
Asamblea Nacional Constituyente
El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático, decreta la siguiente:
CONSTITUCIÓN
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Desde el artículo 1 hasta el 9 de los Principios Fundamentales y como Fundamentales que son, son basamento ético y jurídico para construir una Patria Libre y Soberana; por lo que, la oligarquía apátrida, también Capriles y Uribe tienen que escupir y pisotear la Constitución pero no podrán borrar dicho articulado del imaginario colectivo y de su decisión libérrima del pueblo de ser libres y soberanos como lo soñó el Padre de la Patria El Libertador Simón Bolívar, ya ese sentimiento está cultivado en el corazón del pueblo; de manera que tendrán que hacer una razzia humana pero de seguro que aún, así no podrán, el pueblo decidió ser libre y soberano.
@gasparvelasquez
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