Hasta ahora, para el candidato de la derecha el único camino es exterminar y en el mejor de los casos, derrocar a Chávez y al chavismo, desmontar el socialismo y volver al pasado, por ello su destino está escrito, será arrasado por el huracán bolivariano, exterminado por el pueblo consiente y organizado que dirige las riendas de un proceso político sin parangón en nuestra historia, el cual ha llevado lo político y la política a nivel de los millones de venezolanos que jamás fueron escuchados por los dinosaurios de la IV Republica hoy agrupada en la MUD.
De allí que, las propuesta del lechuguino después de haber visitado 250 localidades y constatar su derrota, sean copia fiel y exacta de las promesas que en su tiempo los paquetes neo liberales ofrecieron: descentralización, libre competencia, especulación, racionalización del gasto publica, privatización, abaratamiento de la mano de obra, liberación de precios, aumento de la gasolina, entre otras altamente conocidas y sufridas por todos.
Su último resuello es apostar a la adhesión de algún individuo infestado con la propaganda Nazi de los grandes medios de comunicación privados, o captar la atención de aquellos que por omisión u acción no le ha interesado la política y participan en el escenario electoral como quien no le importa cuál sea el resultado.
Y es que por más se tongonee al pobre Capriles siempre se le ve el bojote, se le nota su desprecio por el pueblo de a pie y su infinita ignorancia de los valores de nuestra identidad nacional, de lo único que ha hecho alarde es de conocer a sus aliados, por ello no se retrata con los adecos, ni con los copeyanos, poco se le ve con los de primero justicia y para colmo cuando a algún emisario suyo lo pescan infraganti en la vieja práctica del matraqueo electoral, lo vota cual trapo viejo al cesto de la basura.
Por nuestra parte, los bolivarianos hemos transitado 14 años en revolución y a pesar de la irracional oposición apátrida, se han dado grandes pasos en la construcción del poder popular en el marco del socialismo, única vía posible a la felicidad. No hay dudas que en este corto tiempo se ha logrado revertir el orden opresor de la vieja democracia representativa otorgándole cada vez más poder al pueblo para inaugurar la democracia participativa. Como tampoco hay dudas que la lucha es multifactorial, dialéctica y cambiante dentro y fuera de nuestras fronteras. Pues la lucha es por la humanidad toda, de lo contrario no estaría en correspondencia con los valores éticos y morales de nuestras convicciones sociales. Esa es la diferencia sustancial. Quien tenga ojos que vea y quien tenga corazón venga con nosotros que Chávez es garantía de emancipación y poder popular.
angeltortolero@gmail.com