Sin duda alguna que la oposición majunchista venezolana desafina en su concierto mediátIco de vender por el mundo la idea de que durante el desarrollo de las elecciones presidenciales del 7 de octubre, habrá fraude.
El oposicionismo golpista trabaja incansablemente para derrocar a Hugo Chávez, conseguir un magnicidio, estimular actos de terrorismo de gran impacto social, que sean capaces de fomentar el caos, sembrar el miedo y conseguir la desmovilización del pueblo, en el desarrollo de sus planes desestabilizadores y de intervención extranjera, impulsada por el imperio estadounidense y sus aliados mercenarios y paramilitares en el campo de narcotráfico.
No es, ni ha sido el propósito de los sectores oposicionistas aglutinados en torno a la candidatura del fascista Henrique Capriles Radonski, el ganar limpiamente las elecciones presidenciales del venidero mes de octubre. La participación electoral y la campaña del Majunche Jalabola, es un juego de fintas, una apariencia, un mareo distraccionista, mientras el poderío transnacional, fondomonetarista y aliado del narcotráfico neoliberal, desarrolla sus verdaderos planes desestabilizadores y golpistas, para impedir que el pueblo venezolano continúe alcanzando su mayor suma de felicidad, su independencia y su liberada Patria socialista.
Nuevamente han sido denunciados, en esta semana, los planes imperiales internos, con eventuales tomas de posiciones en espacios militares y estratégicos de la producción energética y básica en nuestro país. Entre tanto, la canalla mediática transnacional despliega su poderío comunicacional en el mundo para afianzar la imagen de un Chávez dictatorial y aspirante a la perpetuidad en el gobierno, descalificando al órgano rector electoral, al CNE, y a la blindada tecnología que se aplica en el proceso comicial.
En Venezuela, aun para los sectores de oposición que no están fanatizados y enloquecidos por los desesperados intereses por retornar, que tiene el neoliberalismo, es obvio que nuestro órgano rector electoral, las máquinas de votación y todos los procedimientos colaterales al mismo, son de incuestionable probidad y equilibrio. Pero la canalla proimperialista seguirá predicando destrucción, terrorismo y escándalos, con el propósito de lograr sus objetivos desestabilizadores y de retoma del poder en Venezuela.
Desafinan al cantar fraude, pero lo van a seguir cantando. Es parte de su compleja estrategia terrorista.
A los revolucionarios corresponde seguir movilizados y alertas. El "fraude", el terrorismo y la desestabilización, ¡No pasarán! Este pueblo está llamado a vivir y vencer, por nuestra independencia y la Patria socialista.
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