Lanzado va Enrique en el “autobús del progreso”, ha embarcado a medio mundo a la destartalada “guagua”. Habla hasta por los codos de un programa de gobierno que envidiaría el mismo Confucio, porque tiene tan confundida a la oposición, como al jardinero dueño de la escalera de la Embajada de Cuba.
Entre parada y parada, suben y bajan pasajeros que se equivocaron al ver frente al volante a un tipo, cuyo discurso es igual al del Comandante Chávez, pero al preguntarse: ¿Será que Chávez, se engrapó el estomago para rebajar así?.... ¿y la verruga?.. pero al caer en cuenta, exclaman….¡Coño este autobús es Pegaso, no iraní!...y de inmediato se bajan esmollejaos.
Capriles, ni siquiera ha leído la historia mas reciente de sus predecesores, no le pregunto ni al colector majunche sobre el pacto de Punto Fijo, solo continuó su “camino” hacia Miraflores, y eufórico pregunta: ¿Hay mas franelas amarillas que verdes, blancas o azules, verdad?...y el colector majunche responde: Si Enrique y que jode…
Al sentirse victorioso y sin haber derrotado al dictador, soltó lo del paquetazo. El colector majunche asombrado por la soberbia del escuálido chofer del autobús del progreso, le espeta: “Enrique, ¡se están lanzando varios pasajeros en plena marcha…Párese!” y Enrique contesta inmutable…tranquilo, ya regresaran, ya regresaran…..
El colector majunche, que no había leído la real historia política de Venezuela, se interesó por la lectura y reflexiono lo siguiente: “El año 1958, los “padres de la democracia” exiliados en New York, se unieron a la izquierda venezolana para derrocar a Marcos Pérez Jiménez, ya depuesto, traicionaron a los mártires de la izquierda, a los demócratas como Arturo Uslar Pietri, vino el “Paquetazo” y luego el “Caracazo” y el muy pendejo de Capriles, pretende emular a sus burgueses antepasados y esta sacando mal la cuenta de nuevo… ni Chávez es aquel tirano, ni el pueblo es aquel ignorante de entonces, las encuestas dan ganador al Comandante, lo que soy yo….me bajo en la próxima parada también….”
Mientras el colector espera impaciente para apearse del bus, Enrique enciende la radio y se deja escuchar las rancheras de Vicente Fernández, el reggae de Chino y Nacho con el potro Álvarez, a Oscarcito, al apagarla furioso, se dirige a Erika de la Vega y Chataing y les dice, ¨No me queda otra chico, traten de entretener ustedes a los pocos que quedan, con sus chistes malos….¨ y arrecho acelera la “guagua”.
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