Solo asco ligado con lástima por la falta de personalidad, es lo que puede sentir quien tenga un mínimo de criterio y oiga al candidato de la antipatria, aspirante a Presidente que no sabe ni dónde lo llevan a repetir frases escogidas, confundiendo por su torpeza municipios, ciudades, regiones enteras y gastronomía, pues en su “bien crianza” de tradición, familia y propiedad, ni siquiera en el comportamiento sexual ha vivido en condiciones de normalidad… -y hay prueba de ello-. Ese aspirante presidencial a quien nunca me cansaré de tildar como “topocho madurado con carburo” o “aguacate envuelto en papel periódico” para lanzarlo al ruedo político serio, se atrevió a chismear que los productos Haier conocidos en el mundo entero y vendidos por empresas privadas venezolanas de electrodomésticos, antes que los chinos de la hoy primera gran potencia mundial industrial negociaran directamente con el gobierno revolucionario venezolano, no son productos confiables... El majunchito flaquito y escasito de ideas propias, se dejó llevar por la mala fama de productos fabricados en Taiwan, la China anticomunista donde la baratísima mano de obra es explotada por capitalistas salvajes de empresas privadas con la anuencia de gobiernos democrático representativos pro imperialistas.
El desquiciado candidato de la derecha afirmó que esas neveras hoy ensambladas y de futura fabricación en territorio venezolano, no tendrían repuestos… Es tal la envidia por la fábrica inaugurada en Valles del Tuy, que en su desesperación para no llegar con tanta diferencia detrás de Hugo Chávez el Comandante Líder Presidente digno y corazón de la patria, con tal de rapiñarse unos voticos logrados con mentiras y engaños, aprovechándose del desconocimiento político del colectivo votante tradicional no revolucionario, descalifica a obreras, obreros, empleadas y empleados quienes hoy tienen trabajo gracias al manejo de la industria petrolera. Lo más deleznable es que nos prepara un “paquetazo” peor que los planes de la nación en la adecopeyanquicracia de la llamada cuarta república, donde el dinero de las ganancias petroleras no era para educación, salud, viviendas, créditos, pensiones, soberanía alimentaria y bienestar social en general, sino para regalos como el que PDVSA le dió a “Primero Injusticia…”, ochenta y cinco (85) millones de bolívares en 1998 recibidos los cheques por Julito Borges, a fin de fundar el partido político de la ultra derecha que hoy pretende llegar a desgobernar, reprimir, entregarse arrodillándonos ante yanquilandia y quitarle a Venezuela hasta el nombre de República Bolivariana.
Muy evidente el desprecio que muestra la ultra derecha mantuana hacia venezolanas y venezolanos de la mayoría del país, cuando el candidato de la burguesía humilla a los empleados de la empresa Haier de Venezuela, apoyando las calumnias que inventan en su descolorida y raquítica campaña electoral y propalando la filosofía del chisme, con la cual la derecha ha prostituido la política venezolana. NO PASARAN.
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