Se acabó la oposición, o por lo menos 6 millones que los seguían: ¡huele feo!


Ese silencio tan callado, ese silencio de funeraria que flota por el aire del este de Caracas, me tiene preocupado. Aquí pasó algo muy serio y no nos hemos dado cuenta ni tirios ni troyanos.

Creo que ese silencio huele a muerte, a sepultura y a defunción. La gente que creía que podían sacar a Chávez y que estaba montadita en el autobús del progreso está mal, burda de mal mi pana. Hay que hacer algo, ellos no tienen la culpa, ellos creyeron en Capriles y se llevaron su coñazo, no hay otra palabra, disculpen. Pero además estaban súper seguros de que aquí ya venía un fraude y acto seguido un golpe y cuando salió Capriles a reconocer que les ganamos ganaito, que no hubo fraude, claro clarito, coño, allí se les acabo el respiro, el mismo líder los terminó de joder.

No se tú, pero yo creo que aquí está pasando algo muy feo. Esa gente quedó a la deriva, sin enemigo contra quien les provoque luchar y sin el líder que tenía guardada la carta del golpe y esto los destrozó, yo no los veo ni los oigo. ¿Tú los oyes o ves? Creo que están en estado catatónico. Se quedaron con los ojos claros y sin vista. Ellos ya no creen en nada ni en nadie y eso es algo que hay que atender urgente.

Yo pido a nuestro nuevo ministro de comunicaciones que asuma eso de informar a los que no están convencidos, es un deber. Estos 6 millones se quedaron en el limbo electoral, están esperando que alguien los socorra, que venga la quinta flota o que vengan los mercenarios y les digan que todo fue una joda. Pero eso de ver a todos los jefes de estado del mundo, a los mismos gringos reconocer el nuevo gobierno de Chávez ya sin vestigios de gorila, o mico, o simio o dictador, sino como presidente democráticamente electo por tremenda mayoría, eso los tiene locos, de verdad verdaita, se los digo.

Yo tengo mis amigos opositores, como cualquiera de ustedes. A mi no me ha llamado el primero. Yo no me atrevo a llamarlos, sabes por eso de que crean que les quiero restregar la victoria en la cara, cosa que sería incapaz de hacer. Pero ninguno aparece, se perdieron del mapa. ¿a usted no le pasó eso?

Hay que llamarlos, pienso. No para hablar de la victoria ni nada de eso, para decirles que la vida sigue, que el mundo no se acababa el 7 de octubre, ganara quien ganara. Que seamos amigos. Quizá y de a poquito irles curando las heridas que les deja globovisión, que menos mal y se acaba en Marzo, y no porque Chávez, ese dictador que ya no existe, la quiera cerrar, sino porque se le acaba la concesión. Allí está el problema que más me preocupa.

Tenemos un grave problema de salud mental, os lo digo. Esta gente no asume que Chávez se quedará seis años y ahora siente que su líder le cerró el camino al golpe. Ellos no están dispuesto a quedarse, los que puedan se van a ir pa' Miami o España los que sean descendientes. Pero.. ¿y los pelabolas? Nadie me va a decir que los 6 millones eran oligarcas que puedan pagarse un pasaje a otro país y tener como sobrevivir en esos países en crisis.

Creo que los refugios van a tener que adaptarse para recibir a esta gente que está traumatizada. Y después de la próxima victoria en diciembre, en la que ya pronostico que ninguno está dispuesto a calarse una cola para que le pase otra vez lo mismo, esto va a ponerse peor.

La ministra de salud, Reverol y todo el gobierno debemos crear micro misiones para rescatar a los hermanos majunches. No hay más camino!!!

¡Patria Independiente y Socialista: Votaremos y Venceremos!!!

brachoraul@gmail.com



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Raúl Bracho


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