En la asamblea nacional (05-02-2013) se dio un interesantísimo debate en torno al cáncer que ha significado la corrupción en tus facetas y modalidades, significando uno de los actos más deshonestos que los seres humanos pueden realizar por sus implicaciones éticas y morales que afecta a la sociedad en general y degrada de manera particular a quienes tienen como un modo vivendi, ésta conducta a todas luces bochornosa.
Me llamó poderosamente la atención las nuevas posturas para justificar cualquier acto de corrupción: “a mí me dan ayudas para yo ayudar a los más necesitados” es decir, estamos en presencia de una versión siglo XXI de Robín Hood, la leyenda del hombre que robaba a los ricos y luego repartía el botín entre los pobres.
A estos Robins Hoods, que pertenecen a la cada vez más desprestigiada MUD, habría que hacerles algunas preguntas: ¿por qué “las ayudas” depositadas en sus cuentas personales no fueron declaradas como ingresos ante organismos como El SENIAT Y El CNE? Por supuesto que “las contribuciones” en efectivo, muchísimo menos va aparecer reflejado en alguna parte.
Otras preguntas a los dirigentes opositores: ¿por qué ese afán de querer ayudar a los pobres y cuando son gobiernos regionales y locales no ayudan a los más necesitados? ¿Será una estrategia para obtener recursos durante las campañas electorales para que en caso de ganar una elección genere un compromiso con los que dan “las ayudas” otorgándoles contratos?
Nuestra flamante oposición sigue enredada en su propio laberinto…
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