La ley de la negación de la negación es una de las leyes más interesantes del Materialismo Dialéctico, su enunciado: "La ley de la negación de la negación se ocupa de la naturaleza del desarrollo a través de una serie de contradicciones que, aparentemente, anulan, niegan una forma de existencia, un hecho o una teoría anterior, para posteriormente a su vez, ser también negadas. El movimiento, el cambio, el desarrollo... se mueve de esta manera, a través de una serie ininterrumpida de negaciones". La negación no es negación pura y simple sino asimilación de lo negado, pero en un estadio de realidad superior. Engels pone el famoso ejemplo del grano de cebada: si lo consumimos lo negamos sin más, pero si lo plantamos de él sale la planta, que es su negación, y de la planta nuevos granos (negación de la negación). (Engels, Anti-During).
Ahora bien la aplicación de esta ley abarca muchos ámbitos, su aplicación en política de manera muy sencilla es cuando el socialismo niega la naturaleza misma de las contradicciones del capitalismo (quien dio paso a su desarrollo y transformación) y lo sustituye por un sistema más avanzado (socialismo) para el desarrollo y bienestar de todos. Así mismo esto no quiere decir que dentro del mismo seno del capitalismo no se generen contradicciones que nieguen una la naturaleza del otro (Capitalismo-Neoliberalismo) cualitativamente, sin pretender calificar que uno es mejor que otro. En este sentido podemos validar que los cambios necesariamente no son cualitativamente puros, sino contradictorios.
El ignorado es la negación de los partidos políticos tradicionales, en contenido su esencia es la misma, su esencia es capitalista, su contenido es FASCISTA.
"Los manitos blancas", son la negación de la negación del IGNORADO, surgen producto de las contradicciones internas y su propio desarrollo los lleva en contra de la naturaleza racional que originan esos cambios, no son mejores que el IGNORADO, cualitativamente son lo mismo, pero deformados en la naturaleza misma de su accionar.
En días pasados hemos observado cómo han querido ir tomando espacios en la lucha por lograr, o pretender, desestabilizar el país. El odio inoculado en sus mentes (carecen de corazón), los trasmutan en seres completamente irracionales, sus acciones están asociadas al vandalismo puro y sencillo, un proceso mediante el cual se auto anulan, su desaparición forzosa es producto de la mala praxis política (no tienen formación) y utilizan la violencia como método de lucha, donde el odio inoculado se reversa en su estupidez acumulada, y surge una nueva repetición de formas, sucesos y teorías del que desmontan la anterior, las cuales son producto de los laboratorios de la guerra sucia. Ellos, "los manitos blancas" sufren de una fuerte depresión moral, así como una disfunción intelectual que no les permite pensar por sí mismos, son borregos reencarnados en la más profunda de las miserias, el abismo irracional.
Cuando vemos el discurso de estos niños y niñas, mimados por la derecha a través de la canalla mediática, podemos identificar a unos sátrapas inmorales que no entienden, menos aun comprenden, el sentido teórico de palabras como: LIBERTAD Y DEMOCRACIA, más sin embargo, en medio de su discapacidad intelectual, son temerarios y arremeten de manera infame en contra de las libertades democráticas que hoy la Revolución Bolivariana les garantiza. Insultan la majestad presidencial sin decoro, asumen de forma humillante y sin talante, atacan a Nicolás Maduro, denigran que un chofer de bus sea el Presidente de la República, no un letrado como ellos, o como sus padres, que idolatraban al bachiller Carlos Andrés Pérez cuando aun eran ("los manitos blancas") espermatozoides. Sus padres, de memoria y recuerdos marchitos, aupan a estos pequeños y pequeñas en su discurso innovador cargado del lenguaje más soez y del odio más profundo. Ellos creen, así mismo, que luchan por una Venezuela libre y democrática, pobres lagartijas imberbes.
Reniegan del régimen porque cuando salen a joder y a atentar contra los bienes de todos los venezolanos, no son protegidos por las autoridades, es la negación de la negación de la estupidez pura y consumada. Sus padres, los que mataron a tantos jóvenes en el pasado, sólo aplauden y motivan esa conducta, ellos están consciente del talante democrático de la Revolución Bolivariana y del derecho a disentir en el marco de nuestra constitución.
Las carencias políticas e ideológicas de "los manitas blancas" en esencia tienen el origen en sus profundas contradicciones, que llevan en sí los mismo. Están condenados a ser vencidos por la fuerzas del cambio que luchan por la transformación de un mundo donde reine la justicia social y el bienestar colectivo, que sólo bajo el Socialismo puede ser.
Sus malcriadeces, como la del IGNORADO, son sólo una herramienta de desespero ante el avance incontenible del pueblo en su lucha por la construcción de la PATRIA bonita, esa que un día pudo visualizar nuestro Comandante en Jefe Hugo Chávez y que hoy, muy a pesar de las contradicciones que libramos en el seno de las batallas de las idea con el resto de la oposición racional, nos esforzamos por construir y legar a nuestros hijos y nietos, una sociedad profundamente humana, cargada de sentimientos puros, de valores morales, de amor inmenso, de solidaridad, dejando atrás la sociedad de VICIOS que el IGNORADO representa, aquella que destruye la capacidad de pensar, que desmonta la suficiencia en el análisis y contribuye a crear más niños y niñas sin autonomía intelectual propia, donde el oído es el protagonista principal, donde la alineación a llegado a límites trascendentes, el cual los menos favorecidos económicamente ("los manitas blancas" pela bolas, los del barrio),niegan su propia naturaleza y se juntan con quienes, por principio y adoctrinamiento, los desprecian y marginan por su misma condición de gente de pueblo. Entender que jóvenes de nuestros barrios se hagan eco del discurso de los mimados "manitas blancas" como una forma de estar a la moda (Ligia Elena y su Trompetista), es sencillamente repugnante y detestable, no son sus iguales y sólo representan la avanzada de choque. Su ignorancia no es su culpa.
El IGNORADO seguirá viviendo a expensas de sus padres y de todo lo que le desfalca a la nación desde la gobernación de Miranda. Sus iguales ("manitas blancas") serian mantenidos por sus padres al calor y la seguridad que les da la República Bolivariana de Venezuela. Los hijos de Pedro y María, devenidos a "manitos blancas", seguirán jodiéndose para culminar sus estudios que hoy le garantiza la Revolución de Chávez, seguirán usufructuando las bondades de las Misiones Sociales. La HISTORIA los juzgará en el futuro cuando entiendan cuán equivocados estaban, cuando aprendan a pensar en el colectivo y no de manera individual, cuando lean y se preparen y absorban el conocimiento y dejen de ser tontos útiles. Sigan jodiendo HOY, cuando el peso de la justicia los castigue por el vandalismo que hoy promueven y se vean PRESOS en alguna cárcel del país, reflexionarán y sólo en ese momento entenderán la grandeza de lo que es vivir HOY en libertad y democracia. No se les juzgará por pensar, ustedes NO PIENSAN, son sólo títeres de una oposición desquiciada, se les juzgará por delincuentes, por atentar en contra de la cosa pública y por la destrucción de sus bienes materiales, por atentar en contra de los derechos humanos de la inmensa mayoría de venezolanos que queremos vivir en paz. Después no se quejen, Pedro y María, padres de "los manitas blancas" pela bolas, ya que a "los manitas blancas" iguales al IGNORADO, es probable que huyan hacia Estados Unidos y sigan disfrutando de todo el dinero que sus padres robaron en la cuarta república.
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