Decimos que los seres humanos son inteligentes porque poseen la capacidad de razonar y buscar la entrañable lógica de todo lo que se nos dice o se hace. Es cierto eso, tanto como también es mucho más cierto que la inteligencia puede ser bloqueada en las personas; que sólo hacemos uso de ese don cuando podemos cuestionarlo todo, indagar y discernir sobre el fondo de las contradicciones políticas-sociales que vive el país sin dejarse arrastrar por las superficialidades y banalidades de quienes pretenden decirnos qué hacer, o por los prejuicios sociales. La inteligencia es conciencia; es la suma del conocimiento; es la aproximación a la verdad por medio del razonamiento lógico y el cuestionamiento de lo existente, es lo que ha permitido al hombre y la mujer en colectivo empujar la rueda de la historia.
Llama la atención el brutal bloqueo de la inteligencia de quienes se consideran pertenecientes a la “clase media” venezolana, pero también la forma en que estos se limitan a repetir, sin pensar, las banalidades discursivas del candidato derechista Capriles Radonski. Llama la atención el desinterés de este grupo social por escudriñar en el fondo de sus planteamientos políticos y buscar la verdad.
La “clase media” de oposición al gobierno carece de total capacidad para aportar positivamente al desarrollo político del país. Su ceguera les impide ver la lucha de clases que se desarrolla en el país; los intereses económicos transnacionales y burgueses parásitos “nacionales” que respaldan al candidato de la derecha. Por ende, es incapaz de descubrir y cuestionar las verdaderas políticas económicas y el proyecto de desmantelamiento del Estado, privatización y entrega del país a las transnacionales estadounidenses y sionistas de Capriles. La clase media es, a decir del poeta Mario Benedetti, absurda, medio culta, analiza a medias todos los hechos, e inconciente se presta como peón al juego de sus propios verdugos.
Los asesores de campaña de Capriles Radonski le han aconsejado mimetizarse en el discurso de la Revolución Bolivariana y hacerse pasar como un “mejorador” y “continuador” de las obras y proyectos de la Revolución Bolivariana para manipular al pueblo venezolano. En el discurso de inauguración de campaña en Maturín, Estado Monagas, el día 02 de abril, Capriles dijo a sus disociados seguidores que “el no es la oposición, sino la solución a los problemas del país” que “en Venezuela tiene que mandar el pueblo y es la hora del pueblo”, que “mantendrá y mejorará las misiones”, etc., etc. Capriles juega con la inteligencia del pueblo venezolano, lo ofende al creerlo idiota e incapaz, así como la mayoría de la “clase media” de oposición, de advertir en su demagogia imitadora la trampa que prepara y esconde.
El pueblo de Venezuela es hoy más inteligente que hace 14 años. La mayoría de los venezolanos se han liberado de las amarras ideológicas del sistema de dominación y han aprendido mucho de política en los últimos años gracias al batallar del gigante del maestro y Comandante Hugo Chávez que lo acompañó y lo seguirá acompañando por siempre en sus victorias.
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