En las presidenciales de 1978, la oposición (Copei), argumentaba su campaña sobre la Escasez, la Inflación y la Corrupción

Cualquier parecido con la realidad actual no es pura coincidencia. Lamentablemente los vicios y errores se repiten en los países que mantienen rígidas estructuras políticas y económicas. En la Venezuela de CAP, la escasez estaba a la orden del día, la inflación se tragaba los paupérrimos salarios que recibían los trabajadores en general, la burguesía y un grupúsculo de políticos despilfarraba y derrochaba el erario público, sin meter la corrupción que ya empezaba a germinar en la sociedad. Era el tiempo de la “Venezuela saudita”. El ta´barato dame dos. Luis Herrera Campins, candidato de Copei y que a la postre resultaría ganador sobre Luis Piñerua Ordaz, por cierto, la diferencia de votos a favor del verdolaga fue de 177.741 votos, apenas un 3,33% de diferencia, pero a nadie de esa época se le ocurrió llamar a ¡“drenar su arrechera”!. Como bien si lo hizo el Lechuguino perdedor.

Pero volvamos a la campaña de 1978, las consignas eran variadas, Herrera Campins exclamaba “Donde están los reales”, mientras Piñerua viendo la corrupción galopante en el gobierno y dentro de los cuadros políticos de AD, gritaba “Correcto”. La oferta de Copei, al anunciar “Luis Herrera arregla esto”, se convirtió en una oferta engañosa, ya que en el periodo presidencial de Campins todos los problemas heredados de la administración del Gocho se repotenciaron. Ahora bien cuales eran esos problemas:1) Escasez, 2) Inflación y 3) Corrupción. Las mismas variables que hoy, en pleno siglo XXI, aquejan a la sociedad venezolana, y que son utilizadas por la oposición para tratar de ganar espacios políticos.

Pero ¿porque surgen después de 35 años los mismos problemas estructurales en nuestra economía?. Hay constantes que no han cambiado de rostro entre la Venezuela de 1978 y la actual. El petróleo es una, y el sistema capitalista de estado es la otra. Los vicios de un país mono productor, enmarcado en un capitalismo de estado, se reproducen por décadas, inclusive se perfeccionan, y se convierten en una piedra gigantesca de tranca para cualquier cambio de estructura del andamiaje económico y social. Seria descortés de nuestra parte negar los avances sociales del Proceso Revolucionario, quizás sin estos avances ya se hubiese producido una explosión social. También es cierto que la cultura política de los ciudadanos venezolanos ha crecido en calidad, ahora el pueblo es principal actor de los cambios políticos y sociales que requiere un país como Venezuela. También es verdad que el Proceso Bolivariano es irreversible, pero nada de esto evita reconocer que tenemos graves problemas en la economía.

Aquí todo el mundo sabe que no ha sido posible deslastrarnos del modelo rentístico petrolero. También es vox populix que la dirigencia política (oposición y gobierno) aun manejan la vieja fórmula de gobernar del siglo pasado, el nepotismo, sectarismo, amiguismo, prebendas, clientelismo etc., vicios que deben ser borrados de la cultura política venezolana. He allí factores que hacen que la Revolución no avance como debería.

El presidente Hugo Chávez realizo un descomunal esfuerzo para avanzar en lo que denominamos “Revolución Política”, no alcanzo el tiempo para efectuar la “Revolución Económica” tocara a Nicolás Maduro avanzar con firmeza sobre este aspecto importante del proceso bolivariano.

Nosotros pensamos que la política económica debe estar en un marco de la cooperación entre los factores involucrados.. Los casos de corrupción “empresas de maletín”, tienen que ser abordados con eficiencia, el caso de Tecno Avícola con más de 25 millones de dólares, el caso del Fondo Chino con más de 85 millones de dólares, y los casos denunciados por Giordani y la Ministra Edme Betancourt, de asignación de divisas a lo alegre, tienen que ser castigados con severidad, y buscar la repatriación de ese dinero a la nación. No hacemos nada con buscar chivos expiatorios y, que después la corrupción vuelva por sus fueros.

La Revolución Bolivariana debe mirarse en el espejo de AD y Copei, otrora partidos fuertes que gobernaron por más de 40 años a la nación, hoy son polvo cósmico. La escasez, la inflación y la corrupción los volvieron tortilla.

Que no se repita la historia, recordemos que quienes vienen atrás se frotan las manos y sacan sus cuentas. Venezuela no se merece que esta revolución fracase y volvamos a los tiempos de CAP, LHC y compañía……


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Pedro Patiño

Químico, Investigador de Asuntos Económicos e Históricos, Analista Político, Eco socialista y Bolivariano.

 pedro2.patino@gmail.com      @pjph

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