Yo creo que ni Mardo, a estas alturas o bajas de su vida, que es su visaje apocalíptico como político, comediante, caricatura de Robin Hood que carga encima la condición maracayera –no inglesa- de forajido, aunque haya mojado en café con leche una que otra panelita de San Joaquín en la esquina de la entidad bancaria de su preferencia para despista al Sebin, puede ignorar que los casi 80 mil Km recorridos por Maduro, corresponden a una acción, a una línea histórica trazada por Hugo Chávez en el Plan de la Patria.
Aun cuando la derecha y los medios privados de comunicación actúan en implacable sintonía para no sólo deslegitimarlo desde el 14-A, sino para desmoralizar al chavismo, acosarlo, abominarlo hasta masacrarlo en La Limonera y otras poblaciones del país, mancillando así el legado inmenso del Comandante Chávez, Nicolás Maduro ha gobernado estos 100 días amenazado por el poder mediático enemigo, pero la fuerza intrínseca del chavismo es más potente en todas sus formas y ha condenado a la MUD a vivir los 100 días de su mayor soledad, confusión y pérdida del sentido –no ya el común, que nunca lo tuvo- sino el sentido, el propio y original, ese que le hace decir a Mardo que el “duerme con la conciencia tranquila”, aunque sus cuentas corrientes se agiten tanto como los nervios de María Corina en su pelea con Ramón Guillermo Aveledo por la gran tajada del Departamento de Estado.
Hay que decir que ninguno de los periodistas tarifados que cubren la fuente de la “existencia” de la MUD y sus propios canales de ventilación, con la rara excepción del sesudo analista Carlos Romero, quien admitió que la MUD “dilapidó capital político, sin renovar su estrategia” mientras Maduro gobierna desde el legado de Chávez, ha preguntado a los Mudistas cómo vivir con ese desagarro, acéfalos, en un sótano donde se roban entre ellos los vueltos de Mardo, se zancadillean y ven fenecer entre cheques, viajes y besos con falangistas al lánguido de HCR?
La estampa que nos dejó la sesión de la Asamblea donde Mardo pierde su corso parlamentario, y que contó con aplausos raquíticos de algunos mudistas y uno que otro discurso interesado, más el porte fisicoculturista de Julio Borges, que en lugar del lema “Mardo somos todos” debió llevar la estampa del cheque de la Madre de López que Diosdado mostró cuando ella fue directiva de PDVSA, el cheque fundacional de Primero Justicia, como elogio a la desesperación que trae consigo la sinverguenzura de estos bribones del partido de HCR, seguramente no les resultará suficientemente aleccionadora y por eso seguirán martillando hasta a sus abuelas millonarias con tal de permanecer en la escena política.
Primer logro de Maduro en 100 días: abatir a la MUD. Segundo logro: desactivar el golpe de estado que para esos días de abril tramaron estos fascistas sin corazón en el pecho.