Aunque usted no lo crea, apreciados amigos del chavismo y del oposicionismo, el ex candidato presidencial perdedor, Henrique Capriles Radonski, capitaneará un barco, a través del mar embravecido del Atlántico, hasta Miami para llenarlo de venezolanos adversarios del gobierno y traerlos hasta puerto seguro. Así lo aseguró en una conferencia que ofreció con asistencia de unos 4 mil venezolanos, denominada “La lucha por la democracia”, en las instalaciones de la Universidad de Miami, Florida “Dade College”.
El gobernador invisible del estado Miranda, con un puesto reservado de exilio en Miami, aseguró a sus seguidores mayameros que luchará hasta ponerlos en el Puerto de La Guaira muy pronto. “Les prometo que no sólo lucharé para que ustedes regresen a Venezuela, sino que yo mismo, como Capitán de la Marina Mercante, conduciré, a través del Atlántico el barco que los llevará a la libertad. Cuenten con eso. Ustedes saben que Capriles cumple”.
Ya Capriles pidió a Estados Unidos un barco prestado o regalado para el traslado de los exiliados en Miami. Si es desecho de la II Guerra Mundial mejor, porque después lo guarda en su casa como símbolo del mayor rescate de la historia. Se especuló que Rafael Poleo, además de no asistir a la conferencia, habría dicho que él no se embarcaba en ese barco ni loco, y menos si no contaba con “telescopio”. Los banqueros exiliados tampoco asistieron al acto en la Universidad de Miami, porque se niegan a dar más dinero a este “peluquín”, como lo ha llamado Henry Ramos Allup.”Ya estamos cansados de aflojar plata, sin resultados”, dijo un banquero solicitado por la justicia venezolana. No hubo consenso entre los oyentes del espectacular conferencista, para reclutar marineros para completar la tripulación del barco. Oscar López dijo que ni borracho se embarcaba en ese camastrón. Mientras que Armando Briquet, dijo que prefería ver los toros desde la barrera, en Aruba, donde se vive mejor.
Mientras tanto, Ramón Guillermo Aveledo, presidente de la Mesa de la Unidad, dijo que alguna vaina había pasado allí, porque no se explicaba que de 200 mil venezolanos que habitan en la Florida, sólo cuatro mil hubiesen asistido a la conferencia del líder opositor. “Esa debe haber sido alguna de las trampitas a que nos tiene acostumbrado Nicolás Maduro. ¿Quién sabe a cuantos compró con los dineros de nuestro petróleo, para que se hicieran los locos? De otra manera, ¿cómo se explica esa vaina de una asistencia de 4 mil personas?
Ahora si es verdad que este ex candidato perdedor perdió la chaveta. Esas estupideces que, de paso las hace en público, son las que alejan, cada día más a sus seguidores, de ese líder soñado de la oposición, sacado de unas primarias que aún son objeto de chistes por parte de Diego Arria, María Corina Machado, y de otros que callan por no llorar.
