La Machado, la diputada que venía embalada hacia la cúspide del liderazgo de la oposición, que es como decir, que le estaba serruchando el puesto a Henrique Capriles, de pronto se freno. Algo raro está pasando en la MUD, pero sobre todo con María Machado, que aplicó los frenos o la frenaron. Para este humilde escribidor, y, además observador del escenario político, en la Mesa de la Unidad huele a azufre. Diego Arria dejó de bramar, y hasta un librito escribió. “La hora de la verdad”, donde el polémico opositor, ex candidato presidencial en las primarias que realizara la oposición, y que el dinero hizo candidato a Capriles, pone al descubierto en su librito sus motivaciones, sus frustraciones y su arrechera por lo que sucede en la derecha y su líder Henrique Capriles.
Pero no es de Diego Arria de quien vamos a hablar en este artículo, es de la mismísima María Machado, quien soñaba con convertirse en la preferida del imperio estadounidense, y emular a la Thacher de Inglaterra, a la Merkel de Alemania. Algo así, guardando las distancias, como es lógico. Ahora anda por allí tirando “tiritos al aire” para que la prensa no la eche al olvido, y mantenga su imagen de mujer “cuatriboliá”, como dicen en mi pueblo. La susodicha parlamentaria lo último que ha dicho es que “Maduro, se equivoca si cree que va a dividir a la oposición”.
Mijita, por favor, búscate un asesor, de esos que abundan por allí, denominados también “expertos”, para que te asesore a la hora de emitir opiniones a la prensa, y no hables tantas pendejadas, porque de lo contrario te vas a hundir más en el olvido, de las mentes de aquellos que te vieron como la mujer biónica, o la mujer maravilla, con los elementos para salvar a este país de los marginales del chavismo. ¿O se te acabó la gasolina o te mandaron a parar? Una de las dos. Yo pienso en lo segundo. El imperio observó que tú no eres la persona ideal para derrotar a algún candidato del PSUV, y que seguir inyectándote dólares, es gastar pólvora en zamuro.
El imperio estadounidense cree que Capriles mejoró mucho su estilo de discursear, en su contienda contra Nicolás Maduro, y han preferido mantenerlo a flote, en una balsa de dólares, hasta que llegue el momento. Capriles mejoró en un cien por ciento su discurso, afirman algunos, frente a Maduro, en las elecciones del 14 e abril. Su energía, sus gestos, su movilidad, su voz, y su temple. Habla más pausado, el contenido del mensaje también mejoró. En fin, es otro Capriles, que lucía timorato ante el discurso bravo, duro y profundo de Hugo Chávez, cuando lo revolcó en las presidenciales. Así piensan algunos consejeros. Su única metida de patas fue la del 15 y 16 de abril, donde perdió la cordura, volvió a ser el Capriles de siempre, y ante la impotencia de haber perdió las elecciones con un ex chófer de autobús del Metro de Caracas, quien se autonombró el hijo de Chávez, al no controlar sus emociones negativas, llamó a sus partidarios, por Globovisión, a salir a la calle con arrechera… y el resultado fue muchos incendios, por todo el país, y, lo más lamentable, la perdida de vida de 11 personas, entre una niño y una niña. Eso está pendiente. ¡No a la impunidad!
María Corina, convéncete de ello, Nicolás Maduro, no necesita dividirlos a ustedes. Ustedes están divididos desde hace mucho tiempo. Sólo los mantiene “unidos” una pega mala, la de la saliva del guaro. Te recomiendo que te vayas a Miami, donde estoy seguirá harás mejor papel del que haces aquí en esta Venezuela, traicionada por gente como tú. Imita a Diego Arria, escribiendo un libro, y si tu mente no te da, te buscas un periodista mayamero que te asesore o te lo haga. Es lo mismo. ¡Date, duro, María Corina!, como dicen los Robertos.
