En una guerra de cuarta generación todos los medios de comunicación son importantes. Unos más que otros. Hasta la irrupción de Chávez en Twitter esta herramienta era usada exclusivamente por la derecha venezolana. Una parte de la oposición venezolana usa las redes sociales para agredir y para perseguir o para convocar a actividades proselitistas, hay de todo. Ellos, los que ahora nos acusan de fascistas, usaron siempre su ¨mayoría” en ciertos espacios para atropellar, para tratar de desmoralizar al chavismo.
No hay que olvidar los tristemente célebres y fascistas “cacerolazos” en restaurantes. Me tocó presenciar unos cuantos, contra gente muy querida que dejó de frecuentar comederos del Este de Caracas, cines, playas y hasta montarse en aviones a riesgo de ser caceroleados con cualquier vaina. Hasta un salvavidas era bueno para manifestarse contra los “esbirros” de esta “dictadura chavista”.
Recuerdo que en un restaurante de Chacao, los comensales pasaron cuatro horas chocando sus cubiertos contra los cristales de sus elegantes copas. Nos quedamos hasta que un comensal amenazó con lanzar al “chavista de mierda ese que osa venir a comer donde yo como”, por unas escaleras.
Eso no ha cambiado. Su extraña concepción de la democracia sigue intacta. La diferencia ahora es que los chavistas decidimos, valga acotar que después de ellos, utilizar la redes sociales para decir lo que pensamos, para convocar a actividades, para decir lo que sucede o simplemente decir la estupidez o la banalidad más inofensiva de la que seamos capaces.
Con el “ataque masivo” de Twitter a cuentas de gente claramente identificada con el Gobierno, quedó más claro que nos consideran unos intrusos. Nos están diciendo que esos son sus espacios y que no les interesa tuitear ni tuitearse con toda esa gentuza poco inteligente. El fascismo virtual expresándose una vez más desde que Chávez irrumpió en Twitter el 28 de abril de 2010. Aún no se recuperan de la “invasión” virtual. Pura democracia opositora.
El último de los cuentos de locuras corrientes y fascistas lo vivió una artista muy querida por todo el pueblo de Venezuela. Elba Escobar decidió soberanamente participar en el inicio del pregón de la Navidad, leyendo un texto del poeta Gustavo Pereira junto a Juan Manuel Laguardia. Error Elba. No puedes. Tú no eres libre. Te debes a tu público opositor que mientras te pide que no apoyes la dictadura de Maduro, quiere apoderarse de tu libre albedrío.
Aunque la artista prometió responder hoy a sus demócratas seguidores vía su programa de radio, alcanzó a tuitear esto: “Dios mío. Me pregunto si se dan cuenta de lo que están haciendo”. Algunos lo saben querida Elba, otros están enfermos de intolerancia y la mayoría quiere amedrentarte para que nunca más oses hacer lo que te dé la gana. Sigamos…