El dialogo es natural entre los iguales. El político requiere condiciones fundamentales, el reconocimiento al Estado y al Gobierno con sus fines esenciales previstos en la Constitución; el Art. 236 establece las atribuciones y obligaciones del presidente Nicolas Maduro, entre otras: “cumplir y hacer cumplir esta Constitución y la Ley”
Chávez, ofreció al pueblo que “a la desestabilización, le respondería con mayor profundización del proceso”. A la guerra económica, Maduro ha respondido protegiendo las reservas internacionales, el valor del Bolívar y descubriendo a los acaparadores y especuladores.
El Vicepresidente del PSUV, hace meses alerta a los voceros de la MUD que abandonen la desestabilización, “que después no pidieran taima”. El Presidente de la República reiteradamente les ha solicitado a la oposición que rectifique, que ya basta de promover el desconocimiento a la ley y el desorden en las calles, con el propósito de que se produzcan hechos de violencia.
La estrategia de la MUD ya es conocida, a partir de 2002, después de desarrollar “su campaña” contra el Gobierno y las Instituciones, saboteando petroquímica y electricidad, con desfachatez acaparan y especulan productos alimenticios subsidiados por el Gobierno con dólares preferenciales, en esta operación se permiten ocasionar otro daño al país, estafan a CADIVI, los $ que le asignan al importador lo desvían al mercado paralelo impulsando la devaluación del Bolívar; otros bastardos de origen corrompen a terceros para contrabandear los alimentos a Colombia; y ahora, cuando el Gobierno toma medidas administrativas y legales para evitar la corrupción y sancionar a los delincuentes, la MUD pide dialogo al “ilegitimo” al “enchufado”.
En el orden publico legal, las autoridades ejercen sus atribuciones propias y en que los ciudadanos las respeten y obedezcan esta la fortaleza del Gobierno; dialogar con quienes conspiran concertados con el mismo fin, ocasionando perjuicio al pueblo, daría una señal equivocada que la oposición especularía como señal de “debilidad”. La MUD no tiene ética política.
Estoy convencido que la oposición democrática es necesaria, pero la actual directiva desvirtúa su razón, alimentada por un odio propio del fascismo y obsesionada en rescatar la administración de la renta petrolera.
Si a Andrés Velásquez, Ramón G. Aveledo, Borges y Capriles, les importara el bienestar del pueblo, serían sensatos, respetarían los fundamentos del Estado y la naturaleza y relación del Gobierno socialista del presidente Maduro. Lo lógico sería un discurso propositivo o persuasivo, respetuoso y comprometido con su verdad; sin la pretensión absurda de negar la acción del Gobierno ante la realidad interna y la crisis del capital en el mundo occidental y que ha trabajado para convertir la crisis en una posibilidad de transformación profunda en lo formativo educativo-técnico, para combatir males crónicos en la administración pública y privada, y crear consciencia de que con el trabajo productivo eficiente, colocando el interés de Venezuela primero, consolidaríamos el progreso y desarrollo definitivo. Cuando éste sea el compromiso de los voceros de la oposición, el dialogo será algo natural entre los venezolanos.
El PSUV y los partidos aliados, en el barrio, urbanización, interior del estado Bolívar, deben analizar las motivaciones de la ultima acción desestabilizadora, la “Guerra Económica” es parte del mismo fin, cuando crearon la tesis del plebiscito para el 8D, tratan de crear dudas sobre el CNE, mediáticamente intentan crear miedo por supuestos saqueos; el propósito es ir creando las condiciones para el caos, acompañada con la visita al Papa y el llamado a dialogo.
Después del 8D su objetivo es convocar a un referéndum presidencial.
Al pueblo no lo confundirán, ni minarán sus esperanzas de igualdad y libertad con soberanía, votará masivamente por el legado del “Arañero de Sabaneta”.