Ésta mañana iba en el metro para dirigirme a mis actividades laborales, cuando lamentablemente escucho sin querer parte de una conversación que mantenían dos personas, una de ellas con un periódico deportivo en la mano, palabras más, palabras menos, le dice uno al otro: supiste que Colombia le está ganando a Venezuela en los juegos bolivarianos en Perú, que bueno mi amigo, no hay que darle motivos a esos malditos chavistas para que anden celebrandoel otro le respondió otras cosas riéndose, pero no entendí lo que dijo
De verdad que me dio pena ajena, ese tipo de opinión sólo demuestra, los niveles de disociación que tienen con la realidad algunos sectores opositores que no quieren ver bajo ningún motivo , noticias o algún tipo de información que signifique fortalecer una manera de hacer políticas distinta a sus creencias ideológicas.
Es cierto, en éste momento nos encontramos ya en la etapa final de los XVII Juegos Bolivarianos en Trujillo-Perú, y entre Venezuela y Colombia, sólo hay seis medallas de oro de diferencia, me pregunto: ¿por qué tiene que alegrarle a un venezolano que a tu país no le vaya bien en unos juegos deportivos?
Recuerdo que en tiempos de la cuarta república, cuando algún venezolano o venezolana obtenía un éxito en cualquier disciplina, uno se alegraba y sentía orgullo por el logro obtenido, sin detenerse a pensar si eso probablemente beneficiaba políticamente al puntofijismo.
La reflexión es que el odio antichavista sembrado en el corazón y mente en el escualidismo, los hayan hecho perder el sentido de pertenencia a la nación venezolana y muchísimo menos, el sentido de patria poco les importa.
Menos mal que las grandes mayorías nacionales no pensamos de esa manera.