La MUD con su cuarta derrota en catorce meses, sigue en sus malabarismos verbales y matemáticos para intentar justificar lo injustificable: esconder sus derrotas a través de una de su más nefasta argumentación, “no hemos perdido ningún evento electoral, en todos a predominado el fraude y el ventajismo, y en donde hemos ganado es porque ha sido transparente el proceso electoral”.
Ante semejante manipulación de la realidad, la oposición durante la campaña electoral para las elecciones locales para Alcaldías y concejalías mantuvo sus absurdas estrategias políticas que, por cierto, le ha generado tan severamente resultados adversos.
1.- Mantener la idea de que los procesos electorales en Venezuela son un fraude, con un CNE nada confiable
2.- Vendieron la idea de que el 8-D, no eran 335 elecciones locales, sino una elección nacional de corte plebiscitario, en donde estaba en juego la permanencia de Nicolás Maduro en la Presidencia de la República.
3.-Dijeron que todas las encuestas los favorecía y por eso, el 9 de diciembre, amanecíamos con una nueva Venezuela.
4.- La aplicación de una terrible y feroz guerra económica, acompañada por la permanente guerra mediática y saboteo eléctrico, se frotaban las manos , ya que consideraban que esa estrategia les iba a dar excelente resultados electorales a través del llamado voto castigo.
Nada de “esas brillantes estrategias” ocurrió, no cantaron fraude por que la fuerza de la realidad fue demasiado CONTUNDENTE, perdieron 255 a 75 el número de Alcaldías, es decir, las fuerzas revolucionarias triplicaron a las Alcaldías logradas por La MUD, perdieron en la votación total nacional, por más de 10 puntos porcentuales, es decir, más de un millón de votos de diferencia, perdieron en el total de capitales de estados, entre las cuarenta ciudades más pobladas, perdieron en las ciudades menos pobladas, también en el número de concejalías.
Estamos en presencia de una debacle y división interna en La MUD, a pesar de que en su “orgullo fascista”, les impide reconocer su derrota el 8-D, la procesión va por dentro, y si tienen algún decoro , el secretario general de la MUD y su gran mariscal de la derrota y su vez jefe de su campaña electoral, deberían de renunciar a seguir dirigiendo a una oposición sustentada más en el odio antichavista, que en la construcción seria y responsable de una alternativa real de opción política ante un chavismo que ha demostrado ser una identidad política-organizativa, y un referente ideológico que se sigue reafirmando como primera fuerza política del país.
Le tengo una noticia muy triste a la oposición venezolana: Bolívar y Chávez no han muerto!
