De partida, este 2014 no se parece a ninguno de los años transcurridos desde 1998 por una sencilla razón: no habrá elecciones ni referenda. Esta sola circunstancia permitirá o, más exactamente, obligará a los partidos políticos a discusiones internas en profundidad, a revisar sus errores, las causas de sus reveses o de los triunfos de sus adversarios. E, igualmente, a examinar las políticas del Gobierno con la mayor racionalidad posible que les permita ver sus éxitos y sus errores u omisiones, como es el caso del Psuv que, además, tendrá que dedicar tiempo al funcionamiento de su estructura y su política de aliados.
Aprovechando que casi todos estarán ausentes, vamos a detenernos en la oposición a partir de las primeras críticas y autocríticas que hemos leído. Lo primero por recordar es cómo discreparon en el reparto de alcaldías. Mientras el partido de Leopoldo López (Voluntad Popular, VPA) aseguraba ser el gran ganador, seguido de Primero Justicia, las cifras oficiales ubican a AD y a Copei como los que realmente obtuvieron más alcaldías. Entretanto, el Secretario Ejecutivo de la MUD reconoció implícitamente la derrota del 8-D y “la existencia de conflictos internos” cuando puso su cargo a la orden, algo que nunca hace un ganador. Y habrá que mostrar a Carabobo como el estado con mayores divergencias, comenzando con las acusaciones a los Salas.
Veamos diferencias más trascendentes.
El diputado Williams Dávila (AD) destacó que fue un error “plebiscitar la campaña”, como la orientó Henrique Capriles, la cual debió ser municipalizada; y que, desde el punto de vista ideológico, la oposición debe levantar las banderas de centro izquierda, diría, socialdemócrata. Posiciones que supongo rechazan Copei, VPA y PJ.
El máximo dirigente adeco Henry Ramos Allup habló con Elvia Gómez. Rechazó la convocatoria a una Constituyente, “si con esos resultados del 8-D convocamos una constituyente, estamos muertos”, aludía a las posiciones de M. C. Machado y L. López, e igualmente, en el terreno ideológico HRA criticó a quienes en la oposición defendieron a los comerciantes que especulaban, y promueven economía sin regulaciones, “como que se les olvidó lo que le pasó a CAP”. Dijo que en la Mesa no se habla con sinceridad, y cuando se plantean cuestiones serias (convocar a una constituyente o plebiscitar el 8-D) “lo que hacen es escurrir el bulto”.
El presidente de Copei, Roberto Enríquez, en su entrevista con Pedro Pablo Peñaloza, dijo: “me sentí en una mesa de jugadores de póker donde cada quien tiene sus cartas escondidas…”, y añadió: “en esta dirección le hacemos un pésimo servicio al país”. También expresó su desacuerdo con la campaña plebiscitaria, y cuando planteó la necesidad de discutir esa tesis de HCR “pareció como su estuviéramos hablando otro idioma”, y criticó la convocatoria de una constituyente que apareció en un documento firmado por gente de la MUD y otros oposicionistas.
Seguramente otros dirigentes en el interior, y en radio y TV, pueden haber sido más audaces en sus declaraciones, aunque tampoco se atrevían a decirlo antes. Y no porque no existieran contradicciones severas, políticas e ideológicas, que no son ninguna novedad, sino porque entonces afectaban la unidad, esa pegada con saliva de loro, como se dice popularmente, pues todo cuanto los une es el antichavismo y se empataban en alianzas electorales. Pero este año 14 no hay ningún compromiso comicial, y están en mayor libertad de intentar críticas que empiezan a emerger.
No habiendo riesgos de introducir fisuras en el bloque electoral que pudiera favorecer al oficialismo, el periodismo opositor también se ve menos comprometido en salvaguardar esa unidad, lo que explica que sean frecuentes entrevistas donde surgen preguntas que antes no se hacían, seguros como están ahora de que tendrán respuestas que igualmente eran inconcebibles semanas atrás.
Tales cambios se explican porque este será un año sin elecciones. “Cosa rara en Venezuela”, como le decía Lula a Chávez, pues “cuando no están programadas tú las inventas”. Esa circunstancia debe hacer de 2014 un año distinto, abierto al debate y al diálogo, que tan exitosamente cerró el 2013 con el encuentro del Presidente con los alcaldes y gobernadores de oposición.
Los comerciantes
Uno que creía que los comerciantes venezolanos eran como los de la mayoría en el mundo que buscaban las mayores ganancias, pero que estas tenían un límite, no iban más allá de 40% a 50%. Y también creí que seguía vigente eso de que guerra avisada no mata soldado. Pero vean ustedes lo que ha ocurrido con las medidas contra la especulación y la usura. Se han encontrado comerciantes que ganaban 700% y hasta ¡mil por ciento! Algo nunca visto antes, y supongo que en ningún país. Ahora también tenemos el récord de la nevera más cara del mundo: Bs 900.000, con la cual se puede comprar una modesta vivienda. Pero lo que debe extrañarnos a todos, es que a estas alturas, después de dos meses de las primeras inspecciones, aún se encuentran casas comerciales con ganancias exorbitantes, y casos en que el comerciante es a la vez importador y distribuidor y, excepcionalmente, ¡dueños de empresas de maletín en Miami que facturan con sobreprecio! Y casos ha habido de quienes comercian con productos regulados de los mercales, con evidente complicidad de funcionarios.
¿Por qué especulan y acaparan? La primera respuesta es por voracidad, pero uno tiene que preguntarse si existe otra razón, ¿acaso algunos de ellos no lo hacían por intereses distintos, como generar descontento político, por ejemplo? Lo que debe relacionarse con consumidores en el lejano Este que han protestado por tales inspecciones.
“Con mis altos precios no te metas”, parecen decir, y ya crearon hasta un comité por la libertad de los 384 especuladores que están presos.