No se rindan: ¡pero yo me entrego!

Leopoldo alborotó el avispero. El plan de desobediencia civil trazado desde fuera -comandado desde el Pentágono- con fuerzas desde dentro -comandadas por Leopoldo y María Corina- arrancaron con las tácticas semejantes en varios estados del país. La modalidad de haber incorporado colocación de alambres en las vías capaces de degollar personas que no se percataran de los mismos es tan tenebrosa y perversa como los hornos de gas venenosos usados por los nazis para conducir  a niños -válganos Dios- inocentes a la muerte. Emboscada de la tristeza contra la alegría. El camarada Richard y el  hijo del Viejo Yépez (León) casi son víctimas en Mérida de esa trampa con alambres de púes a la altura del cuello de los que manejan motos o corren despavoridos huyéndole a balas y gases lacrimógenos y piedras. Ya ha costado vidas durante las protestas por medio de guarimbas como fase de la desobediencia civil dirigida desde fuera y desde dentro de Venezuela. Hay que repetirlo, porque en casi nada se parecen estas guarimbas a las de años anteriores. Ahora, la cosa es más seria, más tensa, más preocupante, de mayores riesgos  y necesita de medidas de coerción para restablecer el orden público.

            Es verdad que la táctica depende -esencialmente- de los avances de la tecnología pero eso es ya mucho más de una guerra entre ejércitos formados en la práctica social y hasta en la teoría. Las barricadas son tan viejas como la violencia misma y aún siguen teniendo vigencia como los clásicos  o escritos de prestigiosos hombres del arte militar, tales como: Clausewitz, Nguyén Giáp, Zun Tzu, Napoleón, Bolívar, Manuel Marulanda, Zamora, Pancho Villa, Zapata, Sandino, Morazán, y así sucesivamente. Pero en las tácticas de los actos guarimberos -con  intención de forzar a una huelga nacional que ponga en primer orden del momento un estado insurreccional o una renuncia apresurada del camarada Maduro- se han utilizado medios tácticos de emboscadas y desmovilización que no han salido de la propia mente de los protestantes sino de una dirección capacitada para la finalidad que se busca: derrocar el Gobierno que preside el camarada Maduro. Nos referimos a las mangueras con clavos, los alambres y guayas degolladoras, las bolas con clavos, el uso de armas de fuego y mortales , colocación de barricadas y desaparición inmediata del lugar, haber sacado de los focos de agitación a los territorios universitarios, penetración de barrios donde la Oposición no cuenta con importantes fuerzas para su defensa, uso de fuerzas paramilitares colombianos -especialmente- en los estados fronterizos y otras, demuestran, aunque expertos de la guerra y de la política no lo crean, que existe un plan orquestado y coordinado -desde fuera y desde dentro- para derrocar al Gobierno de Venezuela en este momento de su historia y que lo preside el camarada Maduro.

            Para argumentar la conclusión que ponemos en conocimiento de la opinión pública nacional e internacional nos limitaremos a una sola prueba que sin necesidad de llevarla a algún laboratorio se comprueba como verdad irrefutable sin pasar por la fase de hipótesis. La prueba es bien sencilla y muy fácil de interpretar porque para un buen entendedor pocas palabras bastan o sobran.

            Voy al epicentro del terremoto:  La carta que envió -desde Ramo Verde- Leopoldo López a sus seguidores. Lo primero que cabe destacar es que nunca debió escribir esa misiva ni siquiera pensando en juego político. Creemos que quiso hacer una estratagema parecida a la del camarada Chávez en abril de 2002 cuando logró hacer conocer al pueblo que no había renunciado a su cargo de Presidente de la República por medio de una brevísima misiva que logró sacar a la opinión pública nacional e internacional un soldado que no era partidario del golpe de Estado que había gestado en Venezuela la Oposición con abundante apoyo del alto mando militar y de la Casa Blanca de Washington. Pero, para Leopoldo López, las condiciones de la prisión no son ni iguales y ni siquiera semejantes: a Chávez lo hicieron preso y aquel negoció con el Gobierno su entrega. Eso es suficiente para desmeritar su breve carta a sus seguidores. ¿Cómo se justifica que él se entregue para salvar su pellejo y le exija a sus seguidores que nadie se rinda  a riesgo de perder sus pellejos?

            Mejor leamos el texto completo de la carta de Leopoldo López a sus partidarios bajo un título que tiene validez para todos los actos y pensamientos de la vida social y hasta animal:

''ElQueSeCansePierde:  La audiencia en la cárcel de Ramo Verde duró 11 horas. Ratificación sin justificación, privativa la orden de encarcelamiento”. A los policías, guardias, fiscales y jueces: no acaten órdenes injustas, no sean la cara de la represión.

Estoy bien, les pido que no se rindan, yo no lo haré. Estamos del lado correcto de la historia. A los jóvenes, a los que protestan, les pido mantengamos firmeza en la no violencia, organización y disciplina. Esta lucha es de todos, la lucha de uno es la lucha de todos. No olvidemos que la Dictadura es la responsable de los infames asesinatos de los estudiantes ElQueSeCansaPierde. No olvidemos a todos los que por protestar continúan ilegalmente privados de libertad ElQueSeCansaPierde. Defendamos a los perseguidos, paremos las torturas ElQueSeCansaPierde.

Presionemos para que se desarme a los colectivos que actúan bajo el amparo de la Dictadura ElQueSeCansaPierde. Esta lucha es por los más excluidos. Es por nosotros, por nuestros hijos. Por LaMejorVzla ElQueSeCansaPierde. Fuerza, Fuerza Venezuela y recuerden ElQueSeCansaPierde''.

            El Pueblo Avanza (EPA) considera que el llamado a no rendirse, hecho por Leopoldo López desde la Cárcel de Ramo Verde a sus seguidores, es a destiempo, carece de fuerza dirigencial, no posee coherencia con la acción misma de haberse entregado o negociado con el Gobierno su entrega para ser juzgado por los tribunales.  Ese llamado a no rendirse o de que el que se cansa pierde tuviese validez o vigencia, en el caso de Leopoldo López, si no se hubiera entregado, si anduviese huyendo  o si lo hubiesen capturado sin negociar su entrega. Es, para nosotros, una gravísima irresponsabilidad que se transforma en una prueba irrefutable y responsable de los hechos violentos, las muertes y los heridos que se han producido después de su presentación en un tribunal de la República.

            Nosotros, como organización de izquierda y más concretamente marxista, no andamos negándole el derecho a la protesta a nadie e incluso menos el de rebelión, porque si viviésemos en un país donde consideremos que no existe ninguna condición objetiva para activar en la lucha política, recurriríamos a ese derecho pero asumiríamos la responsabilidad por nuestra decisión y nuestros hechos. En el caso de la Oposición esa situación objetiva no existe y se lo ha demostrado las mismas irresponsabilidades de sus llamados a violencia irracional y guarimbas de desobediencia civil que no culminarán en el propósito que se establecieron en su famosa pero triste consigna ''La salida''.

            Nosotros consideramos que ha llegado la hora más precisa para implementar políticas que aislen a los más violentos, a esos que quieren derrocar al Gobierno por la vía de las armas de la guerra. Y esa ultraderecha tiene nombres y apellidos donde, por supuesto, se destacan Leopoldo López y María Corina Machado. Los derechos políticos no nos dotan de hacer lo que nos venga en gana sin importar en lo absoluto lo que nos rodea. No somos tampoco una organización política que exonera al Gobierno Bolivariano de sus errores cometidos como nosotros mismos los hemos cometidos y seguimos cometiendo pero tratando siempre de reducirlos a la más mínima expresión para poder hacer las cosas bien y en provecho del ideal que profesamos: el socialismo. Por eso decimos, igualmente, estamos a tiempo de rectificar donde haya que rectificar y de hacer donde haya que hacer las cosas que permitan avanzar progresivamente generando el bien común en la sociedad venezolana. Eso es un importante elemento para contribuir a vencer a la violencia contrarrevolucionaria de los grupos que pretenden cumplir -al pies de la letra- los dictámenes de la agenda imperialista para Venezuela.

Conclusión: el que se entrega es porque se rinde. ¿Entonces cómo justificar que luego de entregarse para evitar, como se ha hecho público, que lo asesinaran desde sus propias filas de la ultraderecha, esté haciendo llamado a sus seguidores para que no se rindan y no les importe perder la vida en unas guarimbas irracionales que no tienen justificación ni argumentos que las convaliden?



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El Pueblo Avanza (EPA)


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