Análisis y análisis se han escrito y se han publicado, sobre las elecciones del 8 de diciembre, por lo menos, en aporrea. Cada quien ha dado su visión con sus propios argumentos y sus propias creencias. Los ha habido con demasiado optimismo; los ha habido con demasiado pesimismo; los ha habido con optimismo; lo ha habido con pesimismo; pero, igualmente, los ha habido con mucha prudencia. No vamos a negarle a nadie ni sus derechos, ni sus deberes, ni sus creencias, ni sus análisis ni sus conclusiones. Todas las respetamos.
Con mucha brevedad nosotros (como organización política El Pueblo Avanza –EPA-) queremos exponer nuestra creencia sobre lo que consideramos el más importante significado político de las elecciones municipales del 8 de diciembre. No nos vamos a ubicar ni en el extremo del optimismo ni en el extremo del pesimismo. Queremos ser, más bien, prudentes y objetivos aunque los hechos nos lleguen a demostrar que estemos errados. Correremos ese riesgo. Quien no arriesga –incluso en los análisis- carece de perspectivas.
No nos gusta apresurarnos jamás en nuestros análisis y, mucho menos, cuando los hechos no se han producido. Claro, entendemos que la política facilita la facultad de prever cuando los análisis son correctos y las conclusiones acertadas. Los marxistas creen que la mejor de todas las direcciones revolucionarias es aquella que sabe, con asombrosa exactitud, prever acontecimientos y eso le permite tomar medidas por adelantada para enfrentar lo que haya que enfrentar.
Como no creemos en los resultados que se deducen de las barajas, de los astros o de las bolas de cristal, no nos atrevemos a decir cuántas alcaldías ganará la Oposición y cuántas alcaldías ganará el proceso bolivariano. Eso, mejor, se lo dejamos al día domingo 8 de diciembre. Son los votantes quienes van a decidir. Ahora bien, aquí está el meollo de la cuestión, ¿qué se juega en esas elecciones del 8 de diciembre? Vaya, pues, nuestra humilde opinión para la reflexión posterior a los resultados que sean emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Más allá de muchas cosas, de la misma cantidad de alcaldías que gane un bando o el otro, está una gran verdad histórica que debe ser digna de analizar, de contemplar y de reflexionar sobre ella tan pronto se conozca quién –independiente del número de las alcaldías- obtuvo mayor cantidad de votos en la suma definitiva.
Pues, nosotros creemos, y es eso que ponemos por adelantado a la opinión pública o al conocimiento –especialmente- político, que el bando que obtenga la mayoría de los votos en el país es quien está más cerca de las masas, de las clases explotadas, de los sectores sociales más necesitados, de los barrios con mayor número de necesidades materiales, quien más influencia política posee en la población que hace uso del voto. No estamos diciendo que eso sea lo más consciente posible y que eso representa un cuadre político definitivo a favor del bando que más votos obtenga. Eso, independiente de que haya urbanizaciones o complejos residenciales de ricos y del sector medio más elevado que deben ser tomados en cuenta a la hora de la suma de los votos, pero en ningún caso serán mayoría.
Sin duda, en las elecciones municipales del 8 de diciembre se va a medir la correlación de las fuerzas políticas y sociales que están con el proceso bolivariano y las que están en contra, las que apoyan enunciados del socialismo y las que lo rechazan, las que creen en el Plan de la Patria y las que no lo comparten. Y eso, en política, tiene peso y quien no lo reconozca orina fuera del perol.
Por la necesidad de una victoria global y la obtención de la mayoría de los votos, El Pueblo Avanza (EPA) llama al pueblo venezolano a participar activamente en el proceso electoral depositando la mayoría de votos a favor de los candidatos del proceso bolivariano. Si llegase a ganar la Oposición, en la suma de votos globales, sería como ponerle serios obstáculos a las políticas del Gobierno Nacional y un intento por frenar aquellas que ya se han aplicado y que nosotros consideramos favorecen a las mayorías del pueblo. En política, no lo olvidemos, la correlación de fuerzas es uno de los factores primordiales que deben tomarse en cuenta a la hora de todo análisis internacional y nacional para la elaboración de tácticas y estrategias de un Gobierno, un Partido Político y hasta de los Gremios.